Cuentas y Cuentos… El Futuro de México en el Mediano y Largo Plazo

OPINION vela Fajnzylber

Por Joaquín H. Vela González

Seguir pensando que somos la 13ava economía del mundo y somos ya los principales exportadores de la economía norteamericana, sin pensar que es urgente reconfigurar nuestro modelo de desarrollo nacional, es asumir que optamos ya por ser eternamente un país maquilador, proveedor de fuerza de trabajo barata, totalmente subordinado al interés colonial de los Estados Unidos.

Seguir aspirando a la llegada de la inversión extranjera, como única posibilidad de crear empleos y desarrollo, es seguir pensando que no tenemos posibilidades de retomar nuestro modelo de desarrollo industrial truncado por el neoliberalismo, cómo calificó el economista chileno Fernando Fanjzylber (La industrialización trunca de América Latina, 1983.) Afortunadamente este economista no se estacionó en esta calificación y avanzó en la búsqueda de nuevas alternativas de desarrollo para nuestra región y construyó una visión renovadora del desarrollo en América Latina, como lo muestra en su publicación de su obra Miguel Torres Olivos en una excelente compilación que publicó.

“La obra de Fernando Fajnzylber es una de las muestras más elocuentes de ese potencial de permanente renovación y perfeccionamiento…. Fernando estudió la encrucijada en que se encontraba el desarrollo de nuestros países e identificó los rasgos cruciales del desafío económico y social por entonces emergente. Son bien recordadas sus contribuciones acerca del papel de la innovación tecnológica en el desarrollo, los mecanismos eficaces para su concepción y aplicación y las condiciones económicas e institucionales necesarias para que esos mecanismos operen… De igual manera se recuerdan sus análisis y reflexiones sobre la equidad distributiva, el nexo que debe tener con el desarrollo económico y el papel central que la educación tiene como eje de la transformación productiva con equidad, tal como él lo definía, todo ello adecuadamente expuesto, en la mejor tradición de la CEPAL, con lúcidas referencias a los procesos sociales en que participan los actores relevantes.” (Fernando Fajnzylber: una visión renovadora del desarrollo en América Latina. Miguel Torres Olivos Compilador. Comisión Económica Para America Latina y Banco Interamericano de Desarrollo)

Creo que estamos en el momento justo de dar viraje a las políticas económicas que nos están conduciendo a ser una economía subordinada totalmente al interés del gran capital y del capital financiero internacional que sólo nos ve como parte de la cadena global de valor, en la que nosotros tenemos la misión de poner la mano de obra barata y nuestros cuantiosos recursos naturales. Parte fundamental del “segundo piso” de la transformación, que será la directriz del programa de gobierno de la próxima Presidenta de la República, será poner en primer plano esta discusión. La coyuntura actual es un posibilidad estratégica de hacer este cambio en el modelo de desarrollo. No hacerlo complicaría las posibilidades futuras de lograrlo y la dinámica actual terminaría por imponerse.

No sabemos cuáles son los compromisos que se vio obligado a asumir el próximo gobierno, pero de cualquier manera la lucha por la independencia económica es la más importante. Pensar en economías como la de Corea del Sur, La  India y China, con su desarrollo logrado y el futuro de bienestar de sus pueblos, son altamente motivantes para no cejar en este empeño.

Los cambios logrados por Andrés Manuel, además de la crisis por la que atraviesa el modelo neoliberal, que está permitiendo el que se dejen de observar rigurosamente el catecismo neoliberal, como son el que el propio Presidente Biden presentó públicamente su política industrial, algo que anteriormente era impensable crea condiciones favorables para moverle al modelo hegemónico vigente y proponer cambios que favorezcan a nuestro país. De igual manera por la profunda crisis económica por la que atravesamos, los tratados comerciales que tenemos firmados, en primer plano el TMEC, están aflojando la rigurosidad en su cumplimiento. Por todas estas razones volvemos a insistir en que la coyuntura nos favorece.

El primer paso para lograr este objetivo es que la Presidenta tenga la voluntad política y que los compromisos contraídos no se lo impidan. Segundo, desarrollar el proyecto de política industrial “activa”. Posteriormente elaborar proyectos de inversión con la rectoría del estado y con visión de corto, mediano y largo plazo, en los que se involucre tanto al Sector Social, como al Privado. Estos Proyectos Bipartitos o Tripartitos, deben ser la base para involucrar a un número cuantioso de pequeñas y medianas empresas que sean arrastradas por ellas y produzcan el desarrollo en beneficio de miles de empresas ñmexicanas, que de esta manera podrían convertirse en proveedoras de las grandes corporaciones y proporcionar a sus trabajadores mejores salarios y prestaciones sociales.

Nuestros sueños de transformación y cambio deben ser el principal motor, para imaginar en el futuro un país con un horizonte claro y brillante. Esa es responsabilidad nuestra que tenemos la obligación de dar estas luchas para un mejor futuro para las próximas generaciones. Ser conformistas nunca debe estar en nuestra agenda.

¿No es fácil realizar estos cambios al modelo de desarrollo hegemónico vigente, los intereses creados son muchos y la resistencia, sería sin duda inusitada, pero si la política de cambio anunciada no alcanza para esto, para que alcanzará entonces. ?

 

velagj@economia.unam.mx

Carlos H.


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