Coca-Cola Intenta Evitar el Impuesto a Refrescos y Bebidas Azucaradas - Lacallelibre

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  • Las refresqueras, ayudadas de distintas asociaciones, se han encargado de difundir información falsa y negar la evidencia científica sobre el daño que causan sus productos, todo ello para intentar frenar el impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas propuesto por la Presidenta Claudia Sheinbaum para 2026.
  • En el foro realizado el 8 de octubre, Patricio Caso, exfuncionario de la Cofepris en el sexenio de Enrique Peña Nieto pero quien hoy trabaja para Coca-Cola, criticó que el impuesto propuesto por la Presidenta Claudia Sheinbaum… acusó que ello impactará en la economía de las y los consumidores.

 

Ciudad de México, 13 de octubre (SinEmbargo).– La refresquera Coca-Cola, representada a su vez por la Asociación Mexicana de Bebidas, que también agrupa marcas como Pepsi y Grupo Peñafiel, así como la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), encabezan desde las últimas semanas estrategias para difundir información sin sustento científico y con ello evitar el impuesto a refrescos y bebidas azucaradas propuesto por el Gobierno federal.

La semana pasada, durante un debate en la Cámara de Diputados, las asociaciones y Patricio Caso, Director de Asuntos Públicos de Coca-Cola y vicepresidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), se opusieron a la Ley de ingresos que propone incrementar el impuesto de 1 a 3 pesos por litro de bebidas azucaradas. Coca-Cola tiene un historial de oponerse, a través del cabildeo y amparos, a políticas públicas para cuidar la salud, como el etiquetado frontal de advertencia. Durante el foro, organizado por la Comisión de Hacienda, tanto Caso como la ANPEC, descalificaron a la organización El Poder del Consumidor, impulsora del etiquetado.

“[Los representantes de la industria refresquera] tratan de desviar la atención. Algo que sorprende mucho, y que no hemos visto ni a nivel nacional ni a nivel internacional, es que un funcionario de Coca-Cola públicamente ataque la regulación y haga ataques directos, personales. Que un funcionario de Coca-Cola vaya al Congreso y tome este tipo de actitudes es algo que nunca habíamos visto. Coca-Cola se opone a estas políticas y lo hace a través de las asociaciones como la Asociación Mexicana de Bebidas y a través de muchos otros medios como las agencias de relaciones públicas que tienen contacto con articulistas, pero nunca antes habíamos visto esta actitud”, alertó en entrevista Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.

 

Marcas que integran la Asociación Mexicana de Bebidas.

En el foro realizado el 8 de octubre, Patricio Caso, exfuncionario de la Cofepris en el sexenio de Enrique Peña Nieto pero quien hoy trabaja para Coca-Cola, criticó que el impuesto propuesto por la Presidenta Claudia Sheinbaum también contemple aplicarse a las bebidas endulzadas por edulcorantes no calóricos, que se utilizan en los productos etiquetados como “dietéticos” o “light”; acusó que ello impactará en la economía de las y los consumidores.

La industria refresquera busca evadir el impuesto a los productos que utilizan estos edulcorantes al promoverlos como una alternativa más saludable, pero desde 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso como alternativa para controlar el peso y, aunque dijo aún no hay resultados concluyentes, el organismo encontró que su consumo prolongado  podría incrementar el riesgo de diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.

Calvillo asegura que evitar los impuestos en productos que utilicen estas sustancias se trata de una más de las estrategias de las refresqueras para anteponer sus intereses económicos a la salud de la población. A ello se suma que a inicios de octubre repartidores de Coca-Cola entregaron en tiendas de abarrotes de Puebla un llamado firmado por la ANPEC para pedir a los trabajadores protestar contra el impuesto cerrando sus negocios por unos minutos, como documentó el diario La Jornada.

Los argumentos de la ANPEC se han centrado en alertar por un impacto en los empleos, pero desde El Poder del Consumidor recordaron que los resultados del reporte ”Cambios en el empleo asociados con la introducción de impuestos a bebidas azucaradas y a alimentos no esenciales con alta densidad energética”, publicados en la revista científica PubMed en 2017, demostraron que no se registraron  reducciones en el empleo asociadas a los impuestos implementados en México en 2014 en bebidas azucaradas y alimentos no esenciales con alta densidad energética.

“Esto no es exclusivo de México, si bien es muy relevante que contemos con nuestra propia evidencia, hay resultados similares en estudios que se han hecho en otros países. Por ejemplo, Chile no tuvo efectos ni en empleos, ni en salarios, pero sí hubo efectos en reducir las ventas de estos productos con impuesto. En el mismo sentido en Estados Unidos. Entonces, este tipo de argumentos que alegan afectaciones económicas son más bien tácticas para retrasar la aplicación de los impuestos”, dijo en entrevista Doré Castillo, coordinadora de ContraPeso.

La ANPEC argumenta, con base en una encuesta propia que no ha publicado, que en 2014, con el impuesto a refrescos, cerraron 30 mil tienditas, pero no se pronuncia sobre el impacto que tiene el aumento de tiendas Oxxo, una cadena de la empresa Fomento Económico Mexicano (FEMSA), que  ha desplazado a los comercios locales en las últimas décadas.

La “Radiografía OXXO: productos que enferman tu vida” publicada el año pasado por El Poder del Consumidor calculó  que la empresa ha logrado abrir una cada 14 horas para estar a sólo ocho minutos de sus potenciales consumidores.

La industria niega el respaldo internacional

La OMS presentó desde el 2 de julio la iniciativa “3 para el 35” para pedir a los países que aumenten los precios reales del tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas en al menos un 50 por ciento de aquí a 2035 a través de impuestos para la salud para frenar las enfermedades crónicas y generar más ingresos públicos, también la Unicef, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se han pronunciado a favor de estos impuestos.

Pero desde la Asociación Mexicana de Bebidas insisten en negar esta información al asegurar que la decisión del Gobierno de Sheinbaum no está avalada por organismos internacionales.

Los representantes de la industria refresquera también han repetido en entrevistas y en foros que no hay evidencia sobre los resultados positivos del impuesto, pero  un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública de México y la Universidad de Carolina del Norte mostró una reducción de compras de estas bebidas en el primer año (2014) y que éstas se redujeron aún más, alcanzando una reducción de 9.7 por ciento en el 2015.

Doré Castillo y Alejandro Calvillo celebraron que la Presidenta de México defienda el impuesto a refrescos y que lo recaudado se destine a un fondo para la salud porque su consumo está detrás de las epidemias de obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas.

México encabeza la lista de los 30 países más poblados del mundo con los mayores números de nuevos casos de diabetes atribuibles al consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas. En el país se estima que uno de cada tres de los casos nuevos de diabetes se debe al consumo de bebidas azucaradas, así lo mostró una investigación publicada en la revista científica Nature Medicine en enero.

“Esta información tiene que llegar a la población. Tenemos que [trabjar para] evitar la publicidad de estos productos, tenemos que evitar que estos productos no solamente no estén en las escuelas, que no estén en los espacios de convivencia familiar, que tengamos impuestos altos en estos productos y que los recursos vayan a salud para prevenir y para atender los daños que están generando su consumo”, destacó Alejandro Calvillo.