
Por Joaquín H. Vela González
La riqueza social de la que vive la humanidad, sólo la crea el trabajo humano. Es el trabajo el que transforma la naturaleza y el que crea valor. El valor es un concepto abstracto qué desarrollo Carlos Marx, en el tomo uno de El Capital como punto de partida básico de su genial estudio del capitalismo y su funcionamiento. Cómo es un concepto abstracto, pocas veces coincide con los precios que son la unidad de medida que usa el capitalismo en la realidad. Pero es un referente obligado y cercano a su comportamiento verdadero.
Tal vez lo más cercano en el sistema de cuentas nacionales que ha desarrollado el capitalismo es el valor agregado que mide el monto total de la producción y le descuenta los valores generados en procesos anteriores para sólo quedarnos con el valor nuevo de este periodo a eso se le llama valor agregado.
Más allá de la contabilidad, lo que nos interesa es tener un indicador aproximado al valor que una sociedad genera en un año y cómo se distribuye este, entre los dueños del capital y, los que lo producen que son los trabajadores.
En México y en todo el mundo la lucha de clases se da por la porción del valor agregado que a cada clase le corresponde, de acuerdo a la correlación de fuerzas. Esta lucha se da muchas veces de manera soterrada, pero cuando aflora se muestra en su verdadera magnitud a la vista de todos.
La teoría indica que el grado de desarrollo de la sociedad capitalista y la lucha cotidiana con el capital va desarrollando la conciencia de la clase trabajadora. La cual pasa de tener una conciencia en sí, a tener una conciencia para sí. Para asumirse como clase y defender sus derechos como tal, lo cual gradualmente mejorará sus conquistas y sus condiciones de vida.
Eso es en teoría, porque en México los indicadores publicados por las instituciones responsables nos indican que vamos muy atrasados en relación con los demás países con los que nos toca contratarnos. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de sus 38 países que la conforman México, es el país que más días trabaja y el que menores salarios perciben sus trabajadores. Es decir la correlación de fuerzas existente entre la clase laboral y la empresarial está totalmente inclinada a favor de los dueños del capital.
Significa esto que la clase trabajadora está mediatizada y que su organización es bastante limitada. Porque sus formas de organización gremiales o sindicales no son efectivas ó están y han estado corrompidas y no defienden sus intereses. Eso ha impedido en el país contar con organizaciones de defensa de los interese de los asalariados verdaderas. Claro, siempre con sus honrosas excepciones como las que ahora mantienen la lucha justa por derogar la reforma de la ley del ISSSTE de Calderón y otras cuantas luchas, no muchas por cierto.
Esto es un llamado de atención muy fuerte para realizar cambios profundos en el horizonte de lucha de estas organizaciones. Los partidos por igual han estado totalmente ausentes y callados ante estas situación. Baste ver cómo durante prácticamente durante el modelo neoliberal los aumentos de los salarios obtenidos siempre estuvieron por debajo de la inflación generando un rezago terrible y sindicatos y partidos callados y alineados. Sólo en los últimos siete años ha cambiado la realidad en lo referente sólo al salario mínimo.
La verdad en cualquier análisis objetivo sobre la distribución del valor agregado en México no muestra un panorama de contradicción evidente que no se refleja en un nivel correspondiente de luchas de clases.
Hay mucho trabajo por delante de formación, capacitación y educación para todos los asalariados mexicanos, incluyendo a los llamados clase medieros que no se asumen como asalariados cuando si lo son, porque no son ellos los dueños de los negocios, empresas o dependencias oficiales. En el capitalismo ó eres el dueño de los medios de producción ó eres trabajador, así sea que recibes sueldo ó salario, la relación social es la misma. Lo primero es asumirse como lo que eres, un empleado que labora para un tercero y por ello recibes un pago, el segundo paso es: despues de asumirse como asalariado, es actuar en favor de las demandas de tu clase, fortalecerla, actuar y luchar por conseguir mejores condiciones de vida para ti y para los tuyos.
Es el momento de pasar del nivel de conciencia en sí, a la etapa de conciencia para sí. Ojalá lo entendamos todos.
velagj@economia.unam.mx