Frida C.
- Es una falacia, el acuerdo entre Del Mazo y AMLO para que aquel entregue la gubernatura del Edomex.
- Del Mazo, con miras a la elección presidencial del año 2024.
Por Ruperto Retana Ramírez
En las democracias los resultados de las elecciones traen consecuencias; una de las más trascendentes es que, una vez distribuido el poder como resultado de los votos, se configura el escenario político para las próximas elecciones en función de la votación obtenida. En nuestra bisoña democracia los resultados de las elecciones para diputados federales y locales, así como para las 15 gubernaturas dejan bien posicionada la alternativa que encabeza el presidente López Obrador para el referendo de su mandato en el mes de marzo del próximo año y para la próxima elección presidencial de 2024. Si bien se encuentra en ese camino la consulta en el mes de agosto para definir si se juzga a cinco expresidentes, no parece será importante para modificar el escenario dejado por las elecciones del 6 de junio y sus consecuencias a futuro.
En el estado de México los resultados de las elecciones no siguieron la tendencia nacional, lo que prefigura que la elección de gobernador a efectuarse dentro de dos años será mucho más competida de lo que se esperaba en función de los resultados de la votación del 2018, que le dio mayoría calificada a Morena y aliados en la legislatura y en los gobiernos municipales. Si bien en aquella elección arrasó Morena, en esta de junio perdió posiciones, tales como 30 municipios y su mayoría calificada en la legislatura; entre los municipios perdidos se encuentran Toluca, la capital, Metepec y los del llamado corredor azul en el Valle de México, aunque conserva los municipios más poblados como Ecatepec y Nezahualcóyotl y, en general, su peso de votación mayor en la poblada zona oriente de la entidad; obtuvo además un triunfo muy significativo en Chimalhuacán e Ixtapaluca, gobernados desde hace muchos años por el PRI con una de sus vertientes más retrógradas como es Antorcha Popular.
¿Cuáles fueron las causas del aumento de votación a favor de la alianza integrada por PRI-PAN y PRD? Me parece que una de las principales es que el PRI contó y cuenta con el poder de poderes en la entidad: el Ejecutivo y, como en sus mejores tiempos, supo aprovechar esa posición para desde la administración extender sus brazos de apoyo a los candidatos de la alianza Va por México, particularmente a los de su partido. No es que el gobernador pueda presumir de un buen gobierno, antes de las elecciones no era uno de los diez gobernadores mejor evaluados. Además, los operadores políticos del PRI cuentan con una larga y bien ganada fama de saber obtener los votos que necesitan para ganar una elección por medios no muy democráticos que digamos. En el lado contrario, la subestimación al PRI por la apabullante derrota del 2018, pensando que Morena por sí misma gana votos, como lo hizo en el 2018 atraídos por la figura carismática de López Obrador y que, como si fuera una franquicia probada, le alcanza para triunfar en todas, fue una sobreestimación que generó en muchos actores municipales la confianza en que los triunfos de Morena llegarían sin aplicarse a fondo. Situación que se vio reforzada al principio de las elecciones con las encuestas que ponían a los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia como favoritos, pero en la medida que transcurrían las campañas, una buena lectura de las encuestas más serias, daba cuenta de que la competencia se iba cerrando y que, por tanto, habría sorpresas.
La alianza Va por México, que debe en mucho su constitución al apoyo de personajes de un sector empresarial, destacadamente de Claudio X González y Gustavo de Hoyos, resultó ser más competitiva en el estado de México, en la medida que sumó los votos de los partidos integrantes, sobre todo del PRI y del PAN, lo que les permitió ganar más ayuntamientos y diputados en donde participaron juntos ya que no fue una coalición total.
Esta alianza logró integrar el voto ciudadano anti-AMLO, mediante una narrativa bien apoyada por la mayoría de los principales medios de comunicación, consistente en una recuperada versión de que es un peligro para el país y la democracia, además de desacreditar prácticamente todas las medidas tomadas por el gobierno, hasta en los menores detalles. Por otro lado, se debe reconocer que el gobierno tiene un desgaste natural que la oposición busca aprovechar; el accidente del Metro en la ciudad de México es el más claro ejemplo. Esta estrategia tuvo sus efectos en el estado de México, beneficiando a la alianza mencionada. La narrativa pro 4T no fue tan efectiva en esta ocasión en el estado de México como para darle una clara ventaja en la votación, aunque sí tuvo suficientes votos como para disputar con probabilidades de obtener triunfos en las próximas elecciones.
Las candidaturas de diputados, pero sobre todo de ayuntamientos, obedecen también a una dinámica local que tiene que ver con los perfiles de los candidatos, los procesos de selección o designación que suelen ser complicados, así como acuerdos para salir unidos y no generar mayores disputas al interior que puedan ser aprovechadas por los oponentes. Para Morena no fue fácil definir sus candidaturas; dada su propia naturaleza de autodefinirse como movimiento más que como partido, le dificultó salir fortalecido en todas y cada una de ellas. De aquí que no le alcanzara para ganar a los votantes de los 57 municipios que gobernaba y se quedara con solo 30; de algún modo recibieron el voto de castigo ciudadano en los 27 municipios que perdieron. Algo similar, aunque con particularidades, sucedió con su más cercano aliado, el PT, que también perdió municipios, entre ellos el emblemático Atlacomulco.
Finalmente, la idea de que hay un acuerdo entre el gobernador Alfredo Del Mazo y el presidente López Obrador para que aquel entregue prácticamente la plaza, es y ha sido una falacia; no hay ningún elemento políticamente relevante que apunte en ese sentido; una cosa es que haya una relación institucional de mutuo beneficio y otra muy diferente que del Mazo sea algo así como una pieza más del presidente López Obrador, producto de algún acuerdo. Si fuera así, el resultado electoral habría sido otro. Alfredo Del Mazo, sin duda alguna, buscará dejar sucesor y ganar la estratégica elección del próximo gobernador del estado de México, con miras a la elección presidencial del año 2024.
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