
Por: Diana Guerrero Monroy y Saul Santana H.
La cetrería, la exhibición de aves, presentada por el imperio águila recibe a los visitantes en el 13° Festival Medieval la Marquesa Internacional 2025. Donde presentaron aves, como el águila cola blanca, la lechuza “Nahui”, el búho enano, el búho “Antares” y… nuestro símbolo patrio más importante, el Águila Real.
Personas caracterizadas al estilo medieval recorrían los stands. A la venta artesanías, espadas, libros, ropa y accesorios, talabartería, arte plumario de metal, de plástico y uno que otro que la fabricó de madera y mecate. Souvenirs que viajaron en el tiempo.
Carne bañada en salsa, muestras y botellas de vino, pan de plátano con chispas de chocolate. Aunque no eran del medievo, piñas adornadas con su propia pulpa adornadas como reinas. Con cara de devoradores pero sin manchar sus largos vestidos y sus refulgentes armaduras, los asistentes comían a la mexicana, alzando el dedo chiquito. Abundaba la prueba de carne bañada y para que se bajara la comida refrescos modernos con ese néctar mágico, llamado hidromiel.
Más adelante, las actividades medievales, tiro con arco, donde los instructores vestidos como Robin Hood explicaban la técnica correcta para tomar el arco. La fuerza que tiene la cuerda de disparo junto con la flecha para tirar a la diana. La mamá de una asistente, vestida con un encantador vestido largo negro, grito extasiada “¡Si, le di al centro!” y sus hijas la felicitaron.
El festival también fue musical, con un concierto del grupo Cervus Gladius, quienes tocan música folk medieval, sus melodías transmitían una sensación de felicidad a aquellos que escuchaban. Mientras algunos aplaudían de emoción, otros bailaban al ritmo de la historia.
Finalmente, las justas a caballo. Desfilaron jinetes y cabalgaduras de los 7 reinos visitantes, el Reino Franco, el Reino Árabe, el Reino Inglés, el Reino Español, el Reino Alemán, el Reino Nórdico y el Reino Escoces. Cada uno de los reinos presentó a su respectivo rey montaba su caballo que también vestían los colores de la bandera. La muchedumbre, que viajó en el tiempo para estar con los nobles, gritaban de emoción al pasar los caballos y reyes. Cada reino presentó a sus hermosas damas que bailaban y cantaban. Otros como el reino de las américas trajo monjes con capuchas o guerreros cargando sus escudos.
Muchos se quedaron acampar, otros usaron la última luz del sol para contemplar a los caballeros de cada reino con su armadura desfilando la bandera de su reino. El solista y gaitero de Cervus Gladius aprovechó la ventana en el tiempo para pedirle a su violinista que se casara con él… nerviosa, sin saber si soltaba el violín o lo abrazaba rio llorando y a la pregunta contestó… “Si”. El Festival medieval la marquesa le concedió su mano.