
- Uno de los correos electrónicos, seleccionados entre miles de páginas de documentos recibidos por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, estaba dirigido a Ghislaine Maxwell, confidente de larga data de Jeffrey Epstein, y otros dos al escritor Michael Wolff.
Ciudad de México/Washington, 12 de noviembre (SinEmbargo).– Los demócratas de la Cámara de Representantes publicaron hoy correos electrónicos en los que Jeffrey Epstein escribió que el hoy Presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, había “pasado horas en mi casa” con una de sus víctimas. Otros mensajes sugieren que el delincuente sexual convicto, quien supuestamente se suicidó, creía que Trump sabía más sobre sus abusos de lo que había reconocido.
El nombre de la víctima aparece tachado para preservar su intimidad, pero quien recibe el mensaje de 2011 es Ghislaine Maxwell, su socia y amiga, con una condena de 20 años en una prisión de mínima seguridad. “Quiero que te des cuenta de que el perro que aún no ha ladrado es Trump”, escribe Epstein. “No ha mencionado ni una sola vez” que se vio con la víctima.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes afirmó que los correos electrónicos, seleccionados entre miles de páginas de documentos recibidos por su Comité, suscitaban nuevas preguntas sobre la relación entre ambos hombres. En uno de los mensajes, Epstein aseguraba rotundamente que Trump “sabía de la existencia de las chicas”, muchas de las cuales, según se determinó posteriormente en investigaciones, eran menores de edad. En otro, Epstein reflexionaba sobre cómo responder a las preguntas de los medios de comunicación acerca de su relación, dado que Trump se estaba convirtiendo en una figura política nacional.
Los demócratas de la Cámara de Representantes publicaron correos en los que Epstein escribió que Trump había “pasado horas en mi casa” con una de sus víctimas.
El nombre de la víctima aparece tachado para preservar su intimidad, pero quien recibe el mensaje de 2011 es Ghislaine Maxwell, socia y amiga de Jeffrey Epstein. Foto: Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes
Los tres intercambios de correos electrónicos publicados el miércoles son posteriores al acuerdo de culpabilidad que Epstein alcanzó en 2008 por cargos estatales de solicitación de prostitución. Los fiscales federales acordaron no presentar cargos. Estos intercambios se produjeron años después de que Trump y Epstein tuvieran un supuesto distanciamiento a principios de la década del 2000. Estaba allí el correo dirigido a Ghislaine Maxwell, confidente de larga data de Epstein, mientras que los otros dos estaban dirigidos al escritor Michael Wolff.
Trump se pone furioso cuando se le pregunta sobre el tema en las conferencias.
“Por supuesto que sabía de las chicas, le pidió a Ghislaine que parara”, escribió Epstein al escritor sobre Trump en un correo electrónico de enero de 2019. Los demócratas de la Cámara de Representantes, citando a un denunciante anónimo, dijeron esta semana que Maxwell se estaba preparando para pedirle formalmente a Trump que conmutara su sentencia de prisión federal. Muchos sugieren que es a cambio de su silencio.
Los demócratas de la Cámara de Representantes publicaron correos en los que Epstein escribió que Trump había “pasado horas en mi casa” con una de sus víctimas.
Los correos electrónicos fueron entregados al Comité de Supervisión junto con un lote mayor de documentos del patrimonio de Epstein que el panel solicitó como parte de su investigación sobre los agresores sexuales. El personal del Comité eliminó los nombres de las víctimas y cualquier información que pudiera identificarlas. Dado que no se ha publicado el conjunto completo de documentos, no quedó claro si se habían extraído de conversaciones más extensas que podrían haber proporcionado un contexto más completo.
Trump y Epstein eran amigos. Compartían mucho tiempo juntos entre Nueva York y Palm Beach, Florida. En 2004 se enfrió la relación, según Trump, después de dos décadas juntos. The New York Times dice que sus allegados han ofrecido versiones distintas sobre los motivos. Según una de ellas, se distanciaron tras intentar superarse mutuamente en la puja por una propiedad en Palm Beach.
El verano pasado, Trump afirmó que Epstein había contratado a empleadas del spa de Mar-a-Lago, su club privado y residencia en Palm Beach. Dijo que lo había expulsado del club y que creía que una de las mujeres era Virginia Giuffre, quien declaró que Maxwell la reclutó para la red de prostitución de Epstein cuando trabajaba en Mar-a-Lago, siendo adolescente. Cuando Epstein le envió un correo electrónico a Maxwell en 2011 llamando a Trump “el perro que no ladraba”, Trump era una estrella de la televisión y una celebridad de los tabloides neoyorquinos que aún estaba a años de convertirse en Presidente de Estados Unidos.
Maxwell declaró este año ante funcionarios del Departamento de Justicia, en una entrevista en prisión, que nunca presenció ningún comportamiento inapropiado de Trump.
Trump dice que rompió lazos mucho antes del primer arresto de Epstein en 2006. Epstein se declaró culpable de solicitar los servicios de una menor para prostitución en 2008. Trump y Epstein frecuentaban lugares públicos en la década de 1990 y principios de la del 2000. Según los registros de vuelo, Trump realizó varios viajes en el jet privado de Epstein durante la década de 1990 y declaró a la revista New York en 2002 que “es muy divertido estar con él”.
El nuevo lote de correos electrónicos fue publicado por el miembro de mayor rango del Comité de Supervisión, el representante Robert García (demócrata por California), el mismo día en que la Cámara de Representantes regresa al trabajo después de más de un mes de receso. Los demócratas de la Cámara de Representantes dijeron que habían tachado los nombres de las víctimas de Epstein en los documentos que se hicieron públicos el miércoles, así como sus direcciones de correo electrónico personales.
La nueva congresista demócrata Adelita Grijalva, quien ganó una elección especial en septiembre, jurará su cargo el miércoles y se espera que aporte la firma número 218, crucial para forzar una votación en la Cámara de Representantes sobre la publicación de los archivos de la investigación gubernamental sobre Epstein, conocidos como los archivos Epstein. Los líderes republicanos han argumentado que el Comité de Supervisión está avanzando en su investigación y que no es necesaria una votación aparte.




