
- Donald Trump enfrenta un fuerte descontento en Estados Unidos, entre otras cosas, por las redadas que ha emprendido contra las y los migrantes.
Ciudad de México/Los Ángeles, 16 de junio (SinEmbargo).– Javier Ramírez, quien nació hace 32 años en San Bernardino, quedó sorprendido con su propia detención por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), a pesar de informarles que es ciudadano estadounidense. La sorpresiva redada ocurrió aproximadamente a las 4:30 p.m. del jueves en el depósito de grúas que opera su familia desde hace más de una década. El incidente causó indignación en la comunidad de Montebello.
Un video difundido en las redes sociales muestra a Ramírez en el suelo y rodeado por varios agentes enmascarados y armados, quienes irrumpieron en el negocio de la familia de forma abrupta.
Pero su caso no es único. De hecho, en el Estados Unidos (EU) de Donald Trump es de lo más común que los agentes, sean o migratorios, detengan a latinos por su aspecto físico.
“Irrumpieron en el estacionamiento del sur de California el jueves pasado a las 4:32 de la tarde. Eran agentes de la Patrulla Fronteriza enmascarados y armados en una camioneta blanca sin distintivos. Un agente le retorció el brazo a Jason Brian Gavidia y lo presionó contra una valla metálica negra afuera del estacionamiento donde tiene un taller de chapa y pintura en Montebello, un suburbio de clase trabajadora al este de Los Ángeles. Otro oficial le hizo una pregunta inusual para comprobar si era ciudadano estadounidense o inmigrante indocumentado”, narra, por ejemplo, The New York Times.
–¡¿En qué hospital naciste?! –preguntó el agente de la Patrulla Fronteriza.
Gavidia, de 29 años, nació a poca distancia del auto donde se encontraba, en el este de Los Ángeles. Desconocía el nombre del hospital.
–¡Nací aquí! –gritó desesperado–. ¡Soy estadounidense, hermano!
Gavidia finalmente fue liberado mientras estaba en la acera. En cambio, Javier Ramírez, amigo y compañero de trabajo de Gavidia, fue obligado a tumbarse boca abajo en el suelo por dos agentes en el estacionamiento. Ramírez fue introducido en una camioneta y conducido a un centro de detención federal, donde permanece bajo custodia. Su abogado declaró que los funcionarios del centro de detención le habían denegado la solicitud de hablar con su cliente.
–Sé lo suficiente como para saber que esto no está bien en absoluto —dijo Gavidia al Times durante una entrevista–. Los latinos en general están siendo atacados. Todos estamos siendo atacados.
El episodio del jueves fue grabado en video por un amigo de Gavidia. Esto ha generado temores en Montebello y otras zonas de mayoría hispana en Los Ángeles y sus alrededores, ya que los agentes involucrados en las redadas de inmigración de la Administración Trump están cuestionando el estatus legal de los estadounidenses sólo porque son latinos.
“Videos virales en redes sociales del incidente de Montebello y otros casos de agentes interrogando a residentes latinos en Los Ángeles han aumentado la ansiedad ante la posibilidad de que la ofensiva federal contra la inmigración haya entrado en una nueva fase. El temor es que los agentes, incluyendo a aquellos que son hispanos, ahora estén discriminando racialmente a los residentes hispanos y cuestionando su ciudadanía en la calle”, dice The New York Times.
Ramírez comenzó a llevar su pasaporte consigo por temor a ser detenido, declaró Gavidia al Times.
Cuando Ramírez era sometido en el suelo, gritaba que era ciudadano estadounidense y que llevaba su pasaporte en su bolsillo.
“¡Tengo mi pasaporte! ¡Tengo mi identificación! ¡Soy ciudadano estadounidense!“, dijo Ramírez a los agentes que lo sometían. Sin embargo, de acuerdo con testigos, los oficiales ignoraron al latino y procedieron a esposarlo.
El hermano del ciudadano estadounidense hispano, Abimael Domínguez, aseguró que intentó interceder cuando vio el incidente, pero los agentes amenazaron con arrestarlo si no se retiraba del lugar. “Me dijeron que me alejara o me arrestarían también a mí. No les importó que mi hermano les dijera que era ciudadano“, expresó Domínguez.
Y lo peor podría estar iniciando.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump hizo un llamado a las agencias federales a “hacer todo en su poder” para cumplir con “el programa de deportaciones masivas más grande de la historia”. Añadió que para lograr el objetivo se “deberán expandir los esfuerzos para detener y deportar a los foráneos ilegales en las ciudades más grandes de Estados Unidos, como Los Ángeles, Chicago y Nueva York donde millones y millones de foráneos ilegales residen”.
Estas ciudades están entre muchas donde se han registrado protestas a gran escala contra las redadas de migrantes sin papeles realizadas desde el 6 de junio. Trump ordenó a las autoridades migratorias a concentrar sus esfuerzos en las ciudades santuario -aquellas que limitan su apoyo a las autoridades migratorias federales- que, durante las protestas, se han convertido en una fuente de tensión entre los legisladores federales y estatales.
Los funcionarios de dichas ciudades han defendido sus derechos legales de brindarles protección a los migrantes indocumentados.
Trump ha enfrentado demandas legales y críticas por su respuesta a las protestas, especialmente por el envío de infantes de marina para reprimir las manifestaciones. El Presidente afirmó haber dado la directiva para que “la Administración entera ponga todos los recursos posibles en apoyo a este esfuerzo”.
También declaró que impediría la entrada al país de “todo quien socave la tranquilidad interna de los Estados Unidos”.
Dirigiéndose a varios organismos federales incluyendo la Agencia Antidrogas (DEA), y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Trump escribió que “tienen mi apoyo inquebrantable. Ahora, ¡vayan y hagan su trabajo!”.
El mensaje se conoció un día después de una nueva oleada de protestas contra las políticas de Trump a través de todo el país.
El 14 de junio, el movimiento “No a los reyes” realizó manifestaciones en varias ciudades desde Los Ángeles hasta Nueva York. Esas protestas también coincidieron con un gran desfile militar en Washington DC para conmemorar los 250 años del ejército de Estados Unidos que tuvo lugar en el cumpleaños 79 del Presidente.
Las protestas del sábado fueron en su mayor parte pacíficas. Sin embargo, una persona murió en un tiroteo durante una marcha de “No a los reyes” en la ciudad de Salt Lake City, Utah.