Opinión
* Los grupos juveniles: Los Vampiros y El Gremio Estudiantil Universitario.
Por Atanasio Serrano López
Sería la del segundo rector de la UAEM. En 1956, el Licenciado Juan Josafat Pichardo, habría sido electo como el primero.Además, como Director del Instituto, tuvo el honor de vivir la transición del ICLA, en UAEM.
Don Enrique González Vargas, Licenciado en Derecho, y el Doctor Mario C. Olivera, personajes vinculados con la academia de la novísima Universidad, se disputaban el honor de dirigirla.
Aquel, Director de le Escuela de Jurisprudencia. Este, de la Escuela de Medicina. De la que, además fue fundador.
Ambos, hicieron trabajo discreto. Cada uno, tenía prosélitos entre la docencia y entre los directores de las Escuelas. Los planteles de Preparatoria, Comercio, Jurisprudencia, Ingeniería, Medicina, Filosofía y Letras, tuvieron cabida en la histórica construcción conocida en una época pasada, como El Beaterio. La Escuela de Enfrenaría, creo, era internado.Estabajunto al Jardín de Niños Isabel de Castilla, en la calle Guillermo Prieto.
La llamada grey estudiantil universitaria no estuvo al margen de esa elección. Cada candidato tenia apoyo de dos grupos juveniles: Los Vampiros y El Gremio Estudiantil Universitario. Además, ya estaba representada en la Federación Estudiantil Universitaria.
Los Vampiros apoyaron en todo tiempo al Maestro González Vargas. Su contraparte, El Gremio Estudiantil Universitario, entregó su simpatía y respaldo al Doctor Olivera. Adolfo Estada Montiel, Vampiro y orador consumado, chocaba con los conceptos incendiarios de Raúl Miramontes Ortega de Medicina, en el interior de la Aula Magna. En ésta cada uno destacó los méritos académicos y profesionales, de los candidatos, con el fin de lograr el apoyo moral de la juventud universitaria. Hubo entre ésta, labor hormiga. Discretamente se ponderaba los méritos de los personajes contendientes, con el fin de obsequiarles simpatía, nada más.
Hubo momentos de violencia. La pasión juvenil se desbordó, entre los grupos universitarios. En ese candente clima, se llegó a la sesión ordinaria del Consejo Universitario.
Esa autoridad máxima universitaria, estaba integrada por los Directores de la Escuelas; representante de los maestros. De los alumnos, debió ser-a riesgo de equivocarme- el Presidente de la FEU.
Previo análisis de la currícula de los aspirantes; de su reconocido profesionalismo. De su desempeño magisterial; de sus valores y virtudes, que también fueron aquilatados, en la Sesión del 26 de marzo de 1962, el voto de los consejeros, favoreció al Doctor Mario Olivera.
Previa toma de Protesta, en esa fecha, se convivió en segundo Rector de la Universidad Autónoma del Estado de México. No concluyó su gestión. Tenía otras aspiraciones de índole política. En 1964, fue electo Senador de la República.
Las corrientes políticas de la ciudad, le acusaron de aprovechar la rectoría como trampolín político. Nadie sabía de sus solidas relaciones con personajes del alto quehacer político en las esferas nacionales.
Después de él la rectoría fue atendida por otros dos galenos: Jorge Hernández García y Guillermo Garduño. Hasta se llegó hablar del “Grupo de los Doctores” que tendría hegemonía en la Universidad. Nunca la hubo.
A unos días de la renovación en 2025, del titular de la rectoría, estas referencias, no son otra cosa que, meros recuerdos universitarios.