
- Desde el pasado mes de febrero, Eric Lipton, periodista de The New York Times, reportó que “en los últimos tres años, Oriente Medio se ha convertido en el punto más atractivo para la familia Trump en términos de nuevos negocios inmobiliarios internacionales”. ¿Qué ha pasado desde entonces? En una nueva entrega, lo cuenta.
Ciudad de México, 6 de mayo (SinEmbargo).– “En los últimos días se ha desatado una especie de competencia en Europa, Estados Unidos y Oriente Medio, mientras los dos hijos mayores del Presidente Donald Trump se lanzan a una avalancha de negocios familiares lucrativos, capitalizando el nombre y el poder de su padre, cada uno aparentemente intentando superar al otro. Es una fiebre por obtener ganancias que involucra miles de millones de dólares, con pocos precedentes en la historia estadounidense”.
Así inicia el reportaje que The New York Times destacó como nota principal de su portada del lunes. Es una actualización de una noticia previa, de principios de febrero, cuando el mismo diario dijo que al mismo tiempo que Trump impulsa un nuevo plan para que Estados Unidos tome Gaza y desaloje a dos millones de residentes por la fuerza, impulsa negocios de familia, cada vez mayores, en la región. Negocios inmobiliarios y comerciales, especificaba entonces Eric Lipton, periodista del diario.
Ahora, el mismo Lipton junto con David Yaffe-Bellany detallan: “Un hotel de lujo en Dubái. Una segunda torre residencial de alta gama en Yeda, Arabia Saudita. Dos empresas de criptomonedas con sede en Estados Unidos. Un nuevo campo de golf y complejo de villas en Catar. Y un nuevo club privado en Washington. En muchos casos, estos nuevos acuerdos, promocionados durante la última semana, beneficiarán personalmente no sólo a Eric Trump y Donald Trump hijo, sino también al propio Presidente Trump”.
“Hay que desafiarlo todo”, decía el folleto del nuevo Trump International Hotel y Torre, de mil millones de dólares y 80 plantas, planeado para Dubái, donde las unidades se pusieron a la venta por primera vez a precios que alcanzan los 20 millones de dólares cada una, tras una gran fiesta celebrada en Dubái la semana pasada en honor a Eric Trump y al nuevo proyecto. “Que nada se detenga”, agrega.
Los periodistas explican: “El maratón de acuerdos ha sido tan rápido que muchos elementos han atraído poca atención pública en Estados Unidos, a pesar de que la mayoría se han hecho públicos. Esto se debe en parte a que los hijos comparecieron ante multitudes mayoritariamente aduladoras, pero también a que el Presidente Trump, sus designados y su asesor multimillonario Elon Musk estaban acaparando titulares con su propio flujo constante de controversias que rompían las normas”.
Los dos hijos de Trump, agregan, “participan en una amplia gama de negocios familiares. Eric Trump, el hijo mediano del Presidente, dirige la Organización Trump, la principal empresa familiar, especializada en bienes raíces. También forma parte de la junta directiva de un holding que supervisa World Liberty Financial, la empresa familiar de criptomonedas, y recientemente unió fuerzas con su hermano mayor, Donald Trump hijo, para iniciar una operación de minería de Bitcoin, American Bitcoin”.
Los autores entrevistan a Douglas Brinkley, historiador de la Universidad Rice, autor de libros sobre los presidentes Ronald Reagan y Gerald R. Ford. Les dijo: “No hay nada como esto”.
La Casa Blanca ha afirmado que no existen problemas éticos porque los hijos de Trump dirigen los negocios. “Los activos del Presidente están en un fideicomiso administrado por sus hijos”, declaró Anna Kelly, portavoz de la Casa Blanca. “No existen conflictos de intereses”. Sin embargo, los autores del reportaje en la portada de The New York Times dicen que el informe de divulgación financiera de Trump, que está legalmente obligado a presentar, muestra que aún se beneficia personalmente de la mayoría de estas empresas.
Eric Trump le dijo al Times que las empresas que promueven, desde criptomonedas hasta bienes raíces, ya estaban en marcha antes de la reelección de su padre. Donald Trump hijo rechazó cualquier insinuación de que estuviera operando con el nombre de su padre, afirmando que ha sido empresario toda su vida adulta.
De hecho, familiares de otros presidentes, como Billy Carter (hermano del Presidente Jimmy Carter) y Neil Bush (hermano del Presidente George W. Bush), junto con Hunter Biden, han mantenido relaciones comerciales que han generado dudas sobre posibles conflictos de intereses. “Lo que distingue el trabajo de los dos hijos de Trump es que varias de estas empresas, incluyendo los negocios inmobiliarios y las iniciativas en el sector de las criptomonedas, generan ingresos que también benefician al propio Presidente”, se lee en el diario.
Eric Lipton, periodista de The New York Times, había escrito en febrero pasado:
“No hay ninguna parte del mundo tan crucial para el crecimiento de las diversas empresas familiares de Trump como Oriente Medio, incluidos Arabia Saudita, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos e Israel, cuando se incluye la cartera completa de Trump y de Jared Kushner, su yerno”. Luego desglosó uno a uno los intereses de la familia en la región, pareados con la propuesta que hizo Trump para quedarse con Gaza. Tomar la franja recién reducida a escombros por Israel no fue necesariamente una idea de botepronto, aunque sorprendió a muchos, incluso a Benjamín Netanyahu.
Trump declaró que Estados Unidos debería tomar el control de Gaza y desplazar permanentemente a toda la población palestina del devastado enclave costero. Trump sugirió que el reasentamiento de los palestinos sería similar a los proyectos inmobiliarios de Nueva York sobre los que construyó su carrera.
“Si pudiéramos encontrar el terreno adecuado, o varios terrenos, y construir lugares realmente bonitos con mucho dinero en la zona, eso es seguro”, dijo. “Creo que sería mucho mejor que volver a Gaza”.
“Todos con los que he hablado adoran la idea de que Estados Unidos sea dueño de ese terreno”, añadió Trump, “desarrollando y creando miles de puestos de trabajo con algo que será magnífico”.