Carlos H.
Por Joaquín Vela
El tema de la recesión mexicana ocupa planas y planas de periódicos, así como amplios espacios en las redes sociales. La mayoría de ellas son deducciones derivadas de acontecimientos económicos recientes y en el mejor de los casos de ajustes de modelos matemáticos apoyados en datos históricos.Según esto, esta proyección determinará los montos de inversión para nuestro país en el periodo inmediato. Eso es falso, la inversión productiva nacional esta paralizada desde hace tiempo. La que está jugando con la predicción es la inversión financiera de carácter especulativo, la que gana sin producir, sino solo cobrando intereses. En lugar de utilizar tanta energía en prever una recesión y crisis que tenemos estacionada en el garaje desde hace mas de 15 años, esta energía sería más útil si se utilizara en propuestas concretas orientadas a reactivar esta bestia estancada que es el capitalismo mundial y nacional por extensión . Porque mientras la economía productiva no prenda motores el capital financiero sigue haciendo de las suyas y continúa sumando y acumulando riquezas con artificios financieros producto exclusivamente de la actividad especulativa. Se dedican a crear burbujas ficticias y a vender bonos basura sobre bienes inexistentes y arrebata por estos medios a pequeños productores y trabajadores su poca riqueza generada en este escenario de recesión, en lugar de aumentar la producción global y de beneficiar a todas las cadenas productivas.
Efectivamente durante todos estos años de crisis las cuentas de la deuda pública de todos los países deudores, incluyendo el nuestro sigue un silencioso proceso de sumar los intereses, los cuales tendrán que ser sin duda liquidados puntualmente, aunque la economía no crezca. Estos pagos al capital financiero que se cubren en gran medida con impuestos que pagan los pequeños productores y trabajadores, además significan recortes a los programas de inversión en beneficio del país y de carácter social para la población. Los inversionistas especuladores y rentistas nunca pierden.
De igual manera los fondos de inversión que manejan los dineros de los supermillonarios tanto nacionales como internacionales están especulando y comprando acciones para terminar de desmantelar la economia alemana que anteriormente era la locomotora de la economia europea. Es decir el capital financiero internacional cumple funciones de servir a la economía norteamericana y poner todos los activos mundiales a su servicio, aun cuando la producción planetaria se derrumbe. Estos “bancos a la sombra” que se han multiplicado, se escudan ahora como administradores de fondos de inversión tipo BlackRock, antiguo aliado de los demócratas desde Clinton hasta Biden, pasando por Obama, sin el menor sonrojo ahora es fervientemente partidario de Trump. Estos fondos de inversión permiten a estos megamillonarios evadir impuestos en sus países de origen y hacer mil artimañas para asegurarles ganancias aunque no haya aumento de la producción global ni crecimiento económico, son los fieles y eficientes operadores del gran casino mundial, que maneja el capital financiero internacional.
El capitalismo es depredador y explotador por naturaleza, sin embargo, esta vertiente financiera que funciona hace más de 30 años, posterior a la desregulación financiera es particularmente nociva. Por eso abogamos por la reactivación de la economía capitalista de carácter productivo que es la que genera riqueza y valor social nuevo. Esta vive de la plusvalía pero no de la ilusión de la especulación, pero al menos crea empleos productivos para nuestra gente.
A esa reactivación es a la que debería avocarse toda la energia que se dedica a especular y predecir recesiones en nuestro país. Repito, en recesión ya estamos desde la crisis inmobiliaria de 2007-09 de origen norteamericano que sumió a toda la economia mundial en esta crisis de sobreacumulación que ha concluido en especulación financiera y descomposición social.
Sobre este tema particular es importante citar a Alejandro Nadal quien desde 2019, antes de su muerte puntualizaba:
“Las señales del fracaso y ruina del neoliberalismo se encuentran en todas partes. La creciente e intensa desigualdad es, quizás, la señal más poderosa. Proviene de muchas causas, entre las que destaca la contracción en los salarios desde la década de los años setentas. El estancamiento económico en que ha caído la globalización neoliberal es otro signo de que algo está muy mal en las entrañas del capitalismo mundial. Ponerle la etiqueta de “estancamiento secular” a este proceso de ralentización puede servir para calmar las conciencias y ayudarlas a ahuyentar los malos augurios. Pero cuando uno pregunta por las causas de este fenómeno, casi nadie se atreve a poner el dedo en la llaga: el estancamiento secular se debe a una caída en la inversión que, a su vez, está ligada a una baja en la tasa de ganancia….El sector financiero, que en las primeras etapas del capitalismo le fue aliado fiel, hoy se ha convertido en una máquina que impone su racionalidad a la economía real y mantiene su rentabilidad a través de la especulación. La masa de liquidez que hoy ocupa su espacio de paraísos fiscales rebasa los 22 billones (castellanos) de dólares. Las prioridades de la política macroeconómica obedecen a los mandatos del capital financiero, mientras el desempleo y subempleo son la cicatriz de estas políticas. El deterioro de los servicios de salud y educación en la mayoría de los países desarrollados es un hecho bien documentado. Finalmente, todo esto se acompaña de un proceso destructivo en todas las dimensiones del medio ambiente. Cambio climático fuera de control, pérdida de biodiversidad, erosión de suelos y contaminación de acuíferos son sólo algunos de los aspectos más claros de este deterioro que hoy es una amenaza para toda la humanidad.” *
Abundando, sobre su pensamiento, decía el mencionado economista mexicano Alejandro Nadal que superar esta crisis requiere transformar de fondo las formas actuales de como se esta produciendo, pero principalmente las formas en las que se esta distribuyendo el producto generado y nosotros coincidimos totalmente con él.
Desafortunadamente Alejandro Nadal no podrá observar el desenlace de la crisis actual, en virtud de que él murió el 17 de marzo de 2020.
Por todas estas razones concluimos, que más que poner atención a las predicciones de recesión que pronostican los organismos internacionales o las agencias financieras, el gobierno mexicano debería orientar todo su esfuerzo y recursos hacia la reactivación de las diversas regiones de nuestro territorio y en lugar de permitir que se pueda especular, y enriquecer a los bancos extranjeros, orientar sus esfuerzos para facilitar créditos accesibles a los productores mexicanos que tanto lo necesitan , porque esta banca internacionalizada que tenemos no apoya a los productores mexicanos, solo busca el lucro y aumentar sus ganancias como lo viene haciendo de manera escandalosa desde hace varios años. Esperemos que esto cambie de manera verdadera.
*Alejandro Nadal. El fracaso histórico del capital. Revista sin Permiso. España. 4 de diciembre del 2019.
velagj@economia.unam.mx
