Crónica… El Sol de Mediodía no Impide que Miles Tomen Zócalo en Protesta/Celebración

Crónica CLAUDIA 2
  • La Presidenta Claudia Sheimbaum inició, en punto de las 12 horas, el único discurso que coronó la movilización en la pletórica Plaza de la Constitución, que originalmente ella convocó para darle respuesta a Trump por la imposición del 25 por ciento de aranceles a los productos mexicanos, que al conjurarse hasta el 2 de abril se transformó en un festejo que también ratificó convicciones.

 

Por Álvaro Delgado Gómez

Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).- Victoria Matías Saldívar se levantó temprano, desayunó a la carrera y tomó un camión hasta el Metro Ermita y luego a la estación Bellas Artes. Bajo el sol cruel del mediodía, su figura menudita se abrió paso entre el gentío procedente de todo el país para caminar un kilómetro hasta el Zócalo y llegar, puntual, al mitin de la Presidenta Claudia Sheinbaum con un fin preciso: Respaldarla, con su presencia y su voz, ante las agresiones de Donald Trump a México.

“¡No estás sola, no estás sola!”, fue la voz de Victoria y de miles de compatriotas que desbordaron el Zócalo, provistos de miles de banderas nacionales y en un ambiente festivo, en una unión inequívoca del pueblo con su Gobierno.

Y ya de regreso a su casa en el Metro, después de caminar otra vez del Zócalo a Bellas Artes, Victoria no dejaba de abrazar a su bandera nacional y portar con orgullo una cachucha con el símbolo patrio, mientras evaluaba el mitin de la Presidenta de México:

—Estupendo, muy unido el pueblo.

—¿Ante quién?

—Ante el Trump. Que vea que estamos unidos. El apoyo para Claudia.

Como Victoria, otras asistentes mujeres —muchas, muchas mujeres—regresaban exhaustas y acaloradas, pero felices de la primera movilización a la que convoca la Presidenta de México ante las acechanzas de Trump, un vecino hostil con el que México deberá lidiar los siguientes cuatro años o más.

Entender la historia: ¿cómo se creó la Constitución de Estados Unidos?

—Valió bastante la pena —decía Ruth Arroyo—, porque nos unió más la Presidenta. Como que sentimos esa fuerza de defender a nuestro país, de defender a nuestra gente de ese país tan terrorífico. Es un país invasor, atropella a todos lo que puede, los valores de los demás países. No, no, no, es horrible ese país.

A su lado, María Luisa Cruz reivindicaba también su patriotismo: “Yo soy migrante, pero prefiero estar aquí en México. Por múltiples razones me tuve que ir, pero yo vivo mejor en México. Mi familia sigue allá, mis hijos ya crecieron, pero estoy feliz apoyando a la Presidenta”.

Sheimbaum inició, en punto de las 12 horas, el único discurso que coronó la movilización en la pletórica Plaza de la Constitución, que originalmente ella convocó para darle respuesta a Trump por la imposición del 25 por ciento de aranceles a los productos mexicanos, que al conjurarse hasta el 2 de abril se transformó en un festejo que también ratificó convicciones.

“A México se le respeta”, decía un gigantesco letrero colocado en uno de los edificios que rodean el Zócalo, y que fue colocado por los trabajadores petroleros, con una enorme fotografía de la Presidenta Sheinbaum, quien reivindicó la defensa de México con un mensaje inequívoco a Trump.

“Nosotros no somos extremistas, pero tenemos muy claro que hay principios irrenunciables —enfatizó—. No podemos ceder en nuestra soberanía ni puede resultar afectado nuestro pueblo con decisiones que tomen gobiernos o hegemonías extranjeras. En ese caso, siempre actuaremos de inmediato. Como lo mencioné, tenemos plan y estrategia”.

Un trabajador petrolero, Ricardo Mendoza Rodríguez, improvisó en una cartulina una reivindicación laboral y su adhesión a Sheinbaum, razón de su presencia en el Zócalo.

“(Vine) a apoyar a mi presidenta, que también es mi compañera de lucha. Se la debemos por el 2008, por la lucha por la defensa del petróleo, estamos en deuda con Claudia”, decía el petrolero.

—¿Qué importancia tiene venir al Zócalo?

—Ahora más que nunca, porque se concita la unidad nacional. Creo que fue un error de Estados Unidos, porque cohesiona a un pueblo, y el obradorismo estamos hechos en la lucha y la resistencia. Entonces más que nunca apoyamos a nuestra Presidenta.

Uno de los gremios que se movilizó fue justamente el de los petroleros, encabezados por el secretario general del sindicato, Ricardo Aldana, el sucesor del priista Carlos Romero Deschamps que se convirtió a la Cuarta Transformación.

Como Aldana, tesorero impune del sindicato cuando Ernesto Zedillo ordenó el desvío de más de mil millones de pesos a la campaña del priista Francisco Labastida, en el año 2000, otros conversos presentes en el Zócalo son el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuyo dirigente Alfonso Zepeda ofreció indebidamente a Morena una afiliación corporativa, y el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), del cacique también priista Víctor Fuentes del Villar.Con los mismos métodos que las con añosas organizaciones laborales prianistas, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), del diputado Pedro Haces, manos derecha de Ricardo Monreal, movilizó agremiados, algunos de los cuales sostenían globos gigantes con el nombre de la central morenista atada a una bandera nacional.

En el reacomodo de los grupos de presión con quienes ostentan el poder público, antes con el prianismo, luego con Andrés Manuel López Obrador y ahora con Sheinbaum, también aparecieron los gobernadores de los partidos opositores y los empresarios.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el organismo que agrupa a todos las organizaciones productivas del país, Francisco Cervantes, aseguró que se invitó a medio millar de miembros de la iniciativa privada, pero salvo él y la asesora Altagracia Gómez ningún otro dirigente fue colocado en el escaparate de la élite gobernante.

Como los gremios sindicales, los empresarios siempre se acomodan a quien gobierne y ahora, sobre todo, tiene sentido ante la conducta agresiva de Trump contra México, cuya respuesta de la presidenta de México en la plaza pública explica por qué las encuestas registran un apabullante respaldo popular.

“Se ha demostrado que el amor a la patria siempre llama. Hemos demostrado que el pueblo de México es mucha pieza, y que juntas y juntos somos más, hacemos más y llegamos más lejos. Y aquí en plaza pública, en el corazón de la República, siempre diremos con orgullo y amor: ¡México es un país, libre, independiente, soberano, y democrático!”

Y en la rúbrica de su mensaje, Sheimbaum reitero su misión: “Tengan la certeza de que su Presidenta, con temple y corazón, nunca les va a traicionar y que siempre pondré mi corazón, mente, energía y hasta la vida misma, por nuestro querido y amado México. ¡Que viva el pueblo de México!”

En punto de las 12:45, la Presidenta de México concluyó su discurso, con una ovación de la plaza pública que nadie, ni sus más enconados opositores, pueden ignorar a riesgo de seguirse consumiendo hasta la insignificancia.

Una vecina ya mayor de Ecatepec, Estado de México, se marchaba feliz de haber asistido al Zócalo. Sobre el Eje Central y Tacuba, apurada por su marido, no tenía duda: “Valió la pena venir para pelear lo que ella está exigiendo ante Trump exactamente”.

Y así están las cosas con Sheimbaum con apenas cinco meses de gobierno y Trump no cumple ni dos…

Carlos H.


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