Carambola de tres bandas La Guerra de Trump con China se Agravará, y México Podría Salir Ganador. Ya Sucedió

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  • Hoy, Donald Trump dio a conocer que los aranceles del 25 por ciento, pospuestos durante un mes para Canadá y México, entrarán en vigor el próximo 2 de abril y el 4 de marzo, como se tenía previsto.

 

Ciudad de México/Washington, 26 de febrero (SinEmbargo).– El Presidente de Estados Unidos parece estar decidido otra vez a imponer un arancel del 25 por ciento a todas las exportaciones mexicanas y canadienses a partir del próximo 2 de abril, pero si la historia del periodo anterior de Donald Trump se repite, y todo parece caminar hacia allá, lo que viene es una mezcla de golpes de incertidumbre por sus decisiones caóticas con largos periodos de enormes oportunidades de corto y largo aliento para México.

Los mexicanos se convirtieron en el mayor socio comercial de los estadounidenses en los últimos dos años, bajo los mandatos de Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, pero esto fue potenciado, en realidad, por decisiones tomadas por Trump. Desde 2009 y hasta 2021, China fue el mayor exportador de bienes y servicios a Estados Unidos, y luego fue desplazado por México como consecuencia de una guerra de aranceles entre las dos naciones y un brinco en las exportaciones desde el sur de la frontera estadounidense.

Donald Trump ejerció como Presidente entre 2017 y 2021. Amenazó a México con aranceles y luego emprendió una disputa sector por sector y kilómetro por kilómetro con China. Fue lo segundo lo que afianzó a México. Ahora, en el segundo periodo, Trump parece más decidido a mantener su enfrentamiento con los chinos; la amenaza a México y Canadá se mantiene, pero la esperanza es que una vez superado –como en el pasado– este primer entendimiento con Washington se abra un periodo poderoso de crecimiento compartido.

Porque el pleito Estados Unidos-China se profundizará. De acuerdo con los analistas internacionales, Trump busca acercamientos con Rusia y Corea del Norte para aislar el ataque comercial en China, que esta vez será más amplio.

“El discurso duro del Presidente Trump sobre China suele centrarse en los aranceles, pero un análisis más detallado de las decisiones que ha tomado desde que asumió el cargo muestra que el Presidente está considerando un conjunto mucho más amplio de restricciones económicas contra Pekín, que podrían acelerar la separación de Estados Unidos de un socio comercial fundamental”, dice esta mañana The New York Times.

Hasta ahora, agrega, el Gobierno de Trump ha propuesto ampliar las restricciones a las inversiones que fluyen entre Estados Unidos y China. “Ha nombrado a funcionarios que, debido a preocupaciones de seguridad nacional, probablemente presionen para que se impongan más restricciones a las inversiones chinas y las ventas de tecnología a China. Y Trump ha introducido un arancel del 10 por ciento a las importaciones chinas, una medida que calificó de ‘salva de apertura’”.

Donald Trump, Presidente de Estados Unidos.

Imagen del 19 de febrero de 2025 del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, caminando por el Jardín Sur a su regreso a la Casa Blanca, en Washington DC, Estados Unidos. Foto: Hu Yousong, Xinhua

“Después de años en los que los funcionarios de ambos partidos redujeron gradualmente la relación económica de Estados Unidos con China, las medidas de Trump sugieren que está preparado para cortar los lazos de manera más agresiva”, reporta New York Times. Cita a Samm Sacks, investigador principal del Centro Paul Tsai China de la Facultad de Derecho de Yale: el memorando de inversión que la administración emitió el pasado viernes se lee como “un llamado a terminar la tarea inconclusa de deshacer por completo los lazos comerciales con China”.

“Hasta ahora, los pragmáticos han prevalecido en la obtención de una versión más estrecha de la disociación”, dijo Sacks. Consideró que los pronunciamientos podrían ser “una herramienta de negociación” para que Trump inicie las pláticas con el líder chino, Xi Jinping. “Pero si eso fracasa o no funciona –que es probablemente lo más probable– veo esto como el plan para terminar el trabajo de disociación».

The New York Times dice que “el principal factor impredecible en cuanto a hasta dónde llegará Estados Unidos parece ser el propio Trump. El Presidente está interesado en llegar a un acuerdo con Xi, en parte debido a que China no cumplió con los términos de un acuerdo que ambos líderes firmaron a principios de 2020. Los asesores actuales y anteriores dicen que Trump tiene una visión más transaccional sobre cuestiones como la inversión china que muchos de sus asesores más agresivos, una posición que podría resultar en la continuación de los vínculos económicos a cambio de un acuerdo que, en su opinión, beneficia a Estados Unidos”.

El Ministerio de Comercio de China dijo a finales de enero que los aranceles contra las importaciones a su país asiático “no benefician ni a China, ni a Estados Unidos, ni al mundo». He Yadong declaró en una rueda de prensa que su país “siempre ha mantenido una postura coherente con respecto a las medidas arancelarias”, y que China “está dispuesta a trabajar con la parte estadounidense para promover las relaciones económicas y comerciales entre los dos países en una dirección estable, saludable y sostenible”.

Pero el pleito parece ir a una profundidad mayor.

Ayer, Trump ordenó a sus asesores que consideraran la posibilidad de ampliar las restricciones a China a las tecnologías emergentes, así como la posibilidad de aplicar límites a más tipos de inversiones, como los fondos de pensiones y las donaciones universitarias. También les ordenó que revisaran la estructura especial que suelen utilizar las empresas chinas para cotizar en las bolsas de valores de Estados Unidos, que, según los críticos, limita los derechos de propiedad y las protecciones para los inversores estadounidenses.

“Los críticos dicen que los flujos de inversión entre los países han ayudado al Gobierno y al ejército chinos, incluso financiando actividades contrarias a la seguridad nacional de Estados Unidos y ayudando a que la tecnología estadounidense fluya a China. La Coalición para una América Próspera, un grupo comercial que apoya las medidas proteccionistas, elogió el memorando presidencial. En una declaración, dijo que el dinero de los inversores estadounidenses había permitido a China ‘financiar su genocidio patrocinado por el Estado, la agresión militar, el aparato estatal de vigilancia y otras actividades malignas’”, dice el texto de The New York Times.

“Esperamos que el Congreso haga su parte para ilegalizar una serie de prácticas de inversión imprudentes e indefendibles de Wall Street que benefician a malos actores corporativos controlados por el Estado chino en nuestro detrimento”, declaró Roger Robinson Jr., un asesor principal del grupo.

Carlos H.


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