
- Uno de los problemas más graves es la “mala gestión” del agua a todos los niveles de gobierno.
El diagnóstico de la situación hídrica en México no es “nada bueno”, afirmó la doctora Judith Domínguez, profesora e investigadora de El Colegio de México (Colmex) en Aristegui En Vivo y advirtió que el país está en riesgo de inseguridad hídrica.
“Estamos en un riesgo de inseguridad. Creo que los últimos años (2023 y 2024), se nos ha mostrado crudamente con temperaturas muy elevadas y sequías que ya venimos arrastrando desde hace mucho”.
En 2024, específicamente, el país se enfrentó una sequía muy severa, que afectó a gran parte del territorio mexicano, incluyendo la Ciudad de México, donde “todo el territorio estuvo en sequía severa” en el mes de abril, explicó.
Este fenómeno de sequía, más intenso de lo usual, significa que las fuentes de agua no están siendo recargadas adecuadamente, lo que genera un desequilibrio entre la oferta y la demanda del recurso hídrico. La inseguridad hídrica también implica la dificultad para hacer frente a estos desafíos, ya sea por la falta de infraestructura adecuada, la sobreexplotación de los acuíferos o la incapacidad de los gobiernos para gestionar el agua de manera eficiente.
Uno de los problemas más graves que señaló la doctora Domínguez es la “mala gestión” del agua a todos los niveles de gobierno. En particular, la gestión municipal fue identificada como la más crítica debido a las limitadas capacidades de los municipios para enfrentar estos desafíos.
Según la doctora, “el 80% de los municipios actualmente tiene un problema vinculado al agua”, y la situación no es mucho mejor para el 20% restante, que apenas logra gestionar el recurso.
Además de la escasez, Domínguez advirtió sobre la explotación desmedida de los recursos hídricos.
Estamos utilizando en una cantidad mucho mayor de la que se puede renovar.
La doctora Judith Domínguez también destacó el tema de la gobernabilidad y la corrupción en la gestión del agua. Mencionó que hay “problemas de corrupción” y “de falta de vigilancia e inspección” en el manejo del agua, lo que agrava aún más la situación.
“Gestionar sin datos es un grave problema”, aseguró la doctora, asegurando que la falta de información y la falta de especialistas en los municipios afecta la tomar decisiones sobre el abastecimiento y la calidad del agua.
Señaló que la mala gestión del agua es un problema generalizado a nivel nacional, estatal y municipal, siendo los municipios los más afectados debido a su limitada capacidad de gestión.
En cuanto a las tarifas del agua, Domínguez subrayó que uno de los principales problemas es que los municipios no tienen la capacidad para implementar tarifas que cubran los costos de extracción, tratamiento y distribución del agua.
“No saben explicar por qué suben las tarifas, y eso genera descontento en la población”, comentó.
Explicó que es crucial que las autoridades logren comunicar de manera clara a la población los retos que enfrenta la ciudad en materia hídrica, incluyendo la escasez y la calidad del agua.
Ciudad de México, ejemplo de que Sí y que No hacer
Respecto a la Ciudad de México, la doctora Judith Domínguez señaló que uno de los grandes errores ha sido la forma en que se ha manejado el agua, específicamente en relación con las aguas negras.
“Uno de los grandes errores de la Ciudad de México fue sacar las aguas negras sin tratar y mandarlas al valle de Tula”, afirmó la investigadora. Este proceso, que en su momento fue considerado una solución, pero aseguró que ha generado graves consecuencias para la salud y el medio ambiente.
Además, la doctora señaló que, aunque en algunos casos el agua tratada se utiliza para riego agrícola, la resistencia por parte de los agricultores a adoptar agua tratada debido a sus propiedades ha sido un desafío importante.
“Si tradicionalmente durante muchos años ellos reciben aguas negras que permiten que los cultivos florezcan, de pronto, cuando les dices agua tratada, ya no lleva esa carga nutriente, pues no quieren”, declaró.
Sobre los esfuerzos actuales para mejorar la calidad del agua, la Dra. Domínguez resaltó la importancia de los programas de tratamiento y reutilización de aguas. “El Gobierno federal y el de la Ciudad de México tienen iniciativas para tratar las aguas y reutilizarlas”, aseguró. Sin embargo, destacó que el costo de remediar los errores del pasado es elevado, aunque no imposible de corregir.
La Dra. Domínguez mencionó la posibilidad de seguir el ejemplo de Monterrey, donde se trata casi el 100% de sus aguas para distintos usos.
“En Monterrey se trata casi el 100% de sus aguas, las venden para uso industrial y agrícola”.
Aunque reconoció los esfuerzos del gobierno de la Ciudad de México para instalar sistemas de captación de agua en hogares, especialmente en alcaldías como Tlalpan, Xochimilco y Tláhuac, donde el acceso al agua potable es limitado, aseguró que esta no cumple con los estándares de calidad y no es apta para el consumo humano.
“Hubo una acción para captar estas esta agua a nivel hogar […] pero el problema es la calidad. Al recolectar agua en grandes cantidades, quizá no van a cumplir con los parámetros de calidad que se requieren para que sea agua potable”.
Especificó que esta agua se puede usar para regar pero no para el consumo humano.
No para beber, no para uso humano. Eso sí, sería una irresponsabilidad.