- La mandataria mexicana aseguró que en la reunión con las y los gobernadores buscará acordar «cómo recibir a nuestros paisanos» en caso de que el Presidente electo de EU, Donald Trump, efectúe deportaciones masivas en dicho país.
Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo/AP).- La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo adelantó que sostendrá una reunión con las y los gobernadores de estados fronterizos con Estados Unidos ante la posibilidad de que haya deportaciones masivas con la entrada del Presidente electo Donald Trump.
Durante la conferencia de prensa matutina de este jueves, la mandataria mexicana señaló que junto con el Consejo de Seguridad, contemplará un encuentro con las y los gobernadores de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas para acordar «cómo recibir a nuestros paisanos y paisanas en caso de que haya una deportación masiva».
«Esperamos que no ocurra, pero si llega a ocurrir, pues [vamos a] estar preparados para recibirles», comentó Sheinbaum Pardo desde Palacio Nacional.
La Presidenta detalló que respecto a la repatriación de migrantes de otras nacionalidades, existe un acuerdo actual en la Administración de Joe Biden con el que Estados Unidos se encarga directamente de enviar a migrantes deportados de algunas naciones.
Sin embargo, también señaló que en donde no hay una relación directa, hay un acuerdo para que se contribuya, desde México, a enviar a las personas a sus países de origen.
«Evidentemente, nosotros somos solidarios con todos y con todas, pero nuestra principal función es recibir a las y los mexicanos y esperamos tener un acuerdo con la Administración Trump en caso de que haya estas deportaciones para que ellos también envíen a sus países de origen a las personas que vienen de otros países», agregó.
Apenas ayer la Presidenta Sheinbaum dio a conocer que el Canciller Juan Ramón de la Fuente visitará varios consulados en Estados Unidos para agilizar la puesta en marcha de acciones destinadas a atender mejor a los mexicanos que pudieran verse afectados por las deportaciones anunciadas por Donald Trump.
Aunque no dio detalles, apuntó que, de forma paralela, la Secretaría de Gobernación (Segob) coordinará el diálogo con los gobernadores de los estados fronterizos “porque, si se llegan a dar estas deportaciones, nosotros tenemos que recibir bien a nuestros connacionales”.
Entre las acciones adelantadas por Sheinbaum en los últimos días está la contratación de más abogados en los consulados así como la reducción y digitalización de los trámites para que la atención de los mexicanos sea más fácil, rápida y personalizada.
De hecho, ante estas previsiones y dado que los presupuestos de 2025 están actualmente en debate en el Congreso, la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados aprobó el miércoles un incremento de 300 millones de pesos a los fondos destinados previamente por el Ejecutivo a atención consular.
La red consular en Estados Unidos es la más grande de México, con 50 oficinas.
Desde mediados de noviembre, los albergues de migrantes del norte de México también anunciaron sus preparativos para recibir a los potenciales deportados, facilitar su reintegración laboral y registrar abusos contra migrantes que se puedan cometer a ambos lados de la frontera.
La promesa de Donald Trump de deportar durante su segundo periodo como Presidente de Estados Unidos a millones de migrantes podría provocar una serie de efectos negativos en la economía norteamericana, inclusive, originar una recesión, sobre todo por la importancia que tiene este sector poblacional en economía de ese país a la que contribuyen con 2.2 billones de dólares anualmente.
Especialistas y analistas consultados por el académico Ernesto Castañeda, para un artículo en The Conversation, coincidieron en octubre pasado, previo a la elección que ganó Donald Trump, en que la inmigración, tanto documentada como indocumentada, estimula en realidad el crecimiento económico de la Unión Americana.
Aunque apuntaron en que es complicado obtener un cálculo preciso de a cuánto contribuyen los migrantes a la economía estadounidense —sobre todo porque se desconoce cuál es el ingreso que tiene cada trabajador migrante— establecieron una serie de cálculos, de acuerdo con los cuales se estima que los migrantes agregaron un total de 2.2 billones de dólares a la economía estadounidense anualmente.
Para esta estimación calcularon indirectamente el valor económico total de la mano de obra migrante en Estados Unidos a través de revisar las remesas, es decir, el dinero que envían a sus países de origen, el cual según un reporte del Banco Mundial (BM) alcanzó los 81 mil millones de dólares en 2022.
Según diversos estudios, las remesas constituyen el 17.5 por ciento de los ingresos de los migrantes. The Conversation tomó estos datos como referencia y estimó que los migrantes que enviaron remesas en 2022 tenían salarios netos de más de 466 mil millones de dólares.
“Suponiendo que sus salarios netos sean alrededor del 21 por ciento del valor económico de lo que producen para las empresas en las que trabajan (como los trabajadores en empleos similares de nivel inicial en restaurantes y construcción), entonces los migrantes agregaron un total de 2.2 billones de dólares a la economía estadounidense anualmente”, señala.
Esta cifra representa aproximadamente el ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos y casi el total del de Canadá, la novena economía más grande del mundo, señalan estos cálculos.
La cifra, de acuerdo con esta estimación, es mayor a la señalada por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien durante una conferencia de prensa expuso que es del tres por ciento del PIB de ese país.
«Las y los trabajadores del campo son de primera, hasta el científico que trabaja en un lugar, porque todos nuestros connacionales que están del otro lado de la frontera contribuyen a la economía de Estados Unidos. Y a todas y todos los vamos a defender y a reivindicar, porque los mexicanos y las mexicanas somos trabajadores de primera», expuso la Presidenta.