Cuentas y Cuentos… Uso y Abuso de la Deuda Pública

VELA

Por Joaquín H. Vela González

Si hay temas polémicos en economía, la deuda es uno de ellos, sin duda. La gran mayoría de las economías capitalistas están endeudadas en exceso, incluso muchas de las más desarrolladas, combinan el doble carácter de ser fuertes potencias económicas, con ser también economías con grandes deudas.

Solo existen 10 economías en el mundo que no tienen deuda: Suiza; Suecia; Noruega; Dinamarca; República Checa; Estonia; Singapur; Taiwán; Corea del Sur y Rusia. Aunque 4 de ellas sí tienen deudas manejables, las reservas que tienen en oro y valores son mayores que su deuda. Cada una de ellas tiene características particulares, pero como no es el objeto de este escrito, no lo abordaremos en esta entrega.

El  concepto económico de deuda pública es un  tema siempre vigente en las economías capitalistas. Es la fuente principal de riqueza y acumulación de capital por parte del  Capital Financiero Internacional. Esta actividad improductiva es la hegemónica en la determinación del rumbo económico futuro en todo el mundo. Aquí se expresa de manera diáfana y sin el velo que oculta cotidianamente el poder del dinero transformado en capital.

El volumen del pago de la deuda pública ha crecido de  manera acelerada durante el periodo neoliberal, desde la crisis capitalista mundial de 1973-74, a la fecha. La principal causa de este crecimiento fue la llamada desregulación de los mercados  financieros realizada por los EUA en los años ochenta y noventa del siglo pasado. Esta consistió en quitar las regulaciones impuestas por el Presidente Roosevelt después de la gran depresión de 1929-33, que funcionaron exitosamente a lo largo de 50 años, durante el boom de la posguerra. Esta liberalización de los mercados financieros del orbe mundial realizado con el principio de que estos eran capaces de autoregularse, a partir de la operación de la libre competencia, desató en realidad una etapa de crecimiento sin precedente de la deudas de casi todos los países del mundo.

Ha sido un festín de saqueo de dinero y riqueza social. Todas crecieron, desde EUA, hasta las economías más pobres, todas han aportado a la concentración del capital financiero internacional. Esta es la causa de fondo que condujo a la crisis de 2007-2009, que actualmente tiene paralizada a la economía mundial. El objetivo del lucro por el lucro mismo, traba el funcionamiento del sistema de producción mundial al conducir a una crisis de sobreacumulación que hoy no permite al sistema garantizar una ganancia atractiva al capital productivo y en consecuencia, el capital solo especula en los circuitos financieros o es depositado en paraísos fiscales.

Contradictoriamente al principio básico del Consenso de Washington, de dejar fuera al Estado, para dar juego al mercado, pregonado por el neoliberalismo, han sido los Estados nacionales los que proporcionan los fondos para esta farsa del “libre mercado” de la concentración de la riqueza en manos de los que deberían ser sólo intermediarios de las transacciones económicas. El capital, se encuentra en los paraísos fiscales en lugar de estar invertidos productivamente por el Estado o inversionistas privados que generarán empleos e ingresos para la gente. Está en manos del capital financiero improductivo. Esto explica la crisis actual.

México es un caso patente. Si no tuviéramos que pagar la cantidad de intereses actuales, que siguen creciendo como la espuma y amenazan con duplicarse, el país estaría en condiciones de invertir en la infraestructura necesaria para su desarrollo nacional o en inversiones importantes para generar los empleos y los ingresos que tanto necesitan toda nuestra población, pero principalmente los jóvenes, que han  sido los que más han sufrido esta situación.

“De diciembre de 2018 a abril de 2024 México solicitó créditos por 175,767 millones de dólares (MD): para amortizar o refinanciar deuda fueron 155,187 MD y 20,580 MD fue nueva deuda. El resultado final es el aumento de la deuda externa bruta a 221,495 MD.

Además en ese mismo período se pagaron de intereses y comisiones de la deuda externa 62,869 MD con dinero del presupuesto público.”

Datos de la Promotora por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública. Junio del 2024

Necesitamos que muchos recursos, que actualmente se pagan como intereses al capital financiero internacional y nacional, se destinen a realizar un programa de inversiones bajo el principio de la rectoría estatal, diseñado por el estado para atraer capital privado, que está actualmente improductivo o en paraísos fiscales para invertirlo en actividades estratégicas para el desarrollo regional o sectorial necesarios en el país. Estas inversiones podrían ser las palancas para desatar nuevos centros y actividades que inicien y propicien nuevas iniciativas del desarrollo nacional tan necesario para el bienestar de nuestra gente.

La deuda es un grillete que obstruye el desarrollo nacional e impide ejercer plenamente nuestra soberanía. En México seguimos pagando deudas ilegales e ilegítimas, como el Fobaproa y se la estamos trasladando a las próximas generaciones. La deuda del Fobaproa-Ipab es casi 1.1 billones de pesos: más del doble que la deuda original. Pero,  seguramente no son estos los únicos pagos ilegales e ilegítimos que seguimos cubriendo. Esperamos que el nuevo Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo pueda tener una propuesta para darle una solución de fondo a este problema. Es urgente y necesario. No puede sólo seguir pateando el bote.

Proponemos por el bien del país realizar un proceso transparente de auditoría de la deuda pública y sólo seguir pagando la deuda legítima y auténtica.

velagj@economia.unam.mx

Carlos H.


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