Carlos H.
Opinión
Por Cecilia Hernández Anaya
Recordar el 18 de agosto de 2000, es recordar a los 10 mártires que ofrendaron su vida por el progreso de Chimalhuacán: todos ellos soñaban con la transformación de nuestro municipio. Ese 18 de agosto, pasó de un festejo popular a un suceso trágico. El cacicazgo de Guadalupe Buendía Torres, alias «La Loba» se resistía a aceptar su derrota electoral, su grupo de pistoleros accionaron sus armas de fuego contra la población que se encontraba en la Plaza Zaragoza, hirieron a un centenar de personas y 10 simpatizantes del equipo de Jesús Tolentino Román Bojórquez, presidente municipal electo, fueron asesinados en el tiroteo.
EL PROGRESO INICIÓ
Con Tolentino Román, Chimalhuacán comenzó a transformarse Chimalhuacán: de ser considerado el municipio más pobre y marginado del país, pasó a ser una localidad con altos índices de desarrollo social, lo cual fue el resultado del trabajo de la población organizada con un gobierno de continuidad, de un gobierno con políticas públicas que beneficiaron a todos sus habitantes gracias a la lucha social que emprendieron las organizaciones del Proyecto Nuevo Chimalhuacán y el Movimiento Antorchista.
Desde hace varios años, loschimalhuacanos disfrutan servicios básicos que eran casi impansables en sus colonias como: agua potable, drenaje, electrificación, pavimentos, etc., así como áreas recreativas, teatros, plazas cívicas, educación, deporte y cultura. Con el trabajo y la lucha organizada, se lograron ocho universidades, un hospital general, dos auditorios, el centro recreativo El Chimalhuache, que alberga, el planetario, alberca olímpica y recreativa, juegos infantiles, aviario, una granja didáctica, canchas de futbol, basquetbol, beisbol, voleibol y muchas obras más que mejoraron la vida de la gente.
Todo esto fue posible con la gestión y participación de la población junto con un gobierno que verdaderamente trabajó por sus intereses; el trabajo y la lucha ha sido un distintivo desde el año 2000, Chimalhuacán creció y se embelleció gracias al trabajo de todos los chimalhuacanos.
SU MUERTE FUE LA
SEMILLA DEL PROGRESO
Rendir homenaje a los 10 hombres y mujeres que perdieron la vida el 18 de agosto del año 2000 que soñaban con un municipio de progreso, es recordar sus anhelos, es vislumbrar un país de oportunidades, donde el ser humano se libere de la pobreza y la marginación. Ahora sabemos que, para lograrlo, debemos dejar atrás la ignorancia y la desigualdad social; debemos luchar por cambiar la vida de miles de ciudadanos, porque vivir mejor es posible.
A lo largo de 36 años, Antorcha ha cambiado la vida de miles de personas: la creación de escuelas cambió la calidad de la gente, pues si antes la mayoría de la gente apenas había concluido la primaria y la secundaria; ahora ya hay miles de profesionistas que ostentan diferentes carrerasuniversitarios, quienes disfrutan de centros culturales, recreativos, servicios públicos y miles de acciones, Chimalhuacán dejo de ser un basurero y pasó a ser una ciudad de progreso y oportunidades.
Falta mucho por hacer en el municipio; más aún porque el partido que gobierna ahora el municipio, está dejando en el abandono toda la infraestructura instalada durante 21 años; por eso debemos trabajar y gestionarlos servicios que faltan en el Ejido de Santa María, y luchar por mantener en buenas condiciones lo logrado en cada una de las comunidades del municipio. Por eso es necesario seguir organizados y luchar para que la gente viva mejor, no solo en el municipio de Chimalhuacán, sino en todo México.
El próximo 18 de agosto, los Antorchista del Estado de México recordaremos a nuestros héroes civiles y les rendiremos homenaje.
Los Mártires antorchistas del 18 de agosto de 2000 son un recordatorio de todos los pendientes que tenemos como ciudadanos organizados. Organizarse y luchar, sigue siendo una necesidad del pueblo humilde.
Los militantes del Movimiento Antorchista seguimos luchando por el desarrollo y el progreso de nuestro municipio, seguimos los mismos principios de nuestros Mártires: Unión, Fraternidad y Lucha.
