Cuentas y Cuentos… El Consenso de Washington.

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Por Joaquín H. Vela González.

El consenso de Washington, es la biblia de modelo Neoliberal. Sin embargo fue acordado hasta 1989, muchos años después del inicio de aplicación práctica de muchas de estas medidas del neoliberalismo. En realidad este concepto organiza un buen resumen de las medidas de políticas públicas recomendadas por los ideólogos y operadores del modelo neoliberal, Fondo Monetario Internacional (FMI), Organización Mundial de Comercio (OMC) y Banco Mundial (BM),a los gobiernos capitalistas del mundo. También se pueden encontrar los ingredientes recetados en los llamados Planes de Estabilización (shock) a los que se obliga establecer a las economías subdesarrolladas que caían en crisis y solicitaban auxilio a algunos de estos organismos. Esta era la condición para aprobar cualquier crédito o financiamiento para superar la crisis.

También es un catálogo de los planes de estudio en el que fueron educados muchos de los tecnoburócratas mexicanos  que al regresar de estudiar en Universidades de EUA se incorporaron en los gobiernos neoliberales de Miguel de la Madrid hasta Peña Nieto.

El neoliberalismo que estos operadores vinieron a aplicar a Mexico tutoriados por estos organismos internacionales, constituye la etapa del peor capitalismo salvaje mexicano, de concentración del ingreso y empobrecimiento general de la gran mayoría de la población, y enriquecimiento de un reducido grupo de oligarcas que siguen ejerciendo el poder económico en nuestro país.

La coyuntura propiciada por la crisis del modelo keynesiano   que se manifestó durante la llamada (stagflation) estancamiento con inflación de 1973-1974, que significó el fin del boom de la posguerra 1948-1973, que ha sido la etapa de mayor crecimiento del capitalismo en la historia. En esta crisis se intentó seguir aplicando las medidas contracíclicas de corte keynesiano, después del éxito de estas: antes; en la guerra; y después de la misma. Fué el momento propicio para el regreso de las teorías de corte neoclásico, que habían estado en desuso durante largos años. Los primeros en ser utilizados fueron los monetaristas de la Escuela de Chicago liderada por Milton y Rose Friedman.

A partir del golpe de Estado a Salvador Allende en Chile, el gobierno golpista con el general Pinochet a la cabeza, empezaron a aplicar las recetas monetaristas de la escuela de Chicago, asesorados por ellos. También en la Argentina del mismo corte militar. De igual manera en 1980 con la llegada de Ronald Reagan a la Presidencia de EUA, hicieron su aparición la corriente denominada como ofertistas, que sostienen  que se puede alcanzar el crecimiento económico con mayor eficacia con medidas que incrementen la oferta agregada mediante una reducción de impuestos. Es decir lo contrario a la teoría de la demanda agregada de Keynes. Por cierto su experiencia en el gobierno de Reagan resultó poco exitosa, más bien desastrosa, porque aumentó el déficit fiscal a niveles desproporcionados.

El consenso de Washington, como tal se configuró hasta 1989, por John Williamson en una conferencia en Washington (EE.UU).  Desde su creación ha sido una forma de exponer las prácticas neoliberales en una forma sencilla y práctica.

“Compuesto por diez recomendaciones básicas, el Consenso de Washington se ha convertido en toda una antología del pensamiento económico neoliberal, que defiende una mínima intervención del Estado en los mercados. Algunos de sus pilares son la estabilización macroeconómica, la disciplina fiscal, la privatización y el énfasis en el libre comercio.” (1)

Estos son los 10 puntos que constituyen el famoso Consenso de Washington

1.- Disciplina Fiscal.

El debate sobre la disciplina fiscal es combatir las políticas de corte Keynesiano. Se trata de impedir que los Estados usen el aumento del gasto público como práctica como mecanismo de reactivación económica, porque argumentan que esto conduce a desequilibrios en el conjunto de la economía. Recordemos que Keynes aseguraba que el capitalismo por sí mismo genera desequilibrios y el Estado debe intervenir para corregirlos.

2.- La inflación como parámetro central de la economía.

La obsesión por combatir la inflación es para evitar desajustes en los mercados internacionales. La idea fundamental de este pensamiento es contraer la economía y así controlar la crisis. A diferencia de Keynes que es aumentar la producción para generar mayor demanda. Por ello la estabilidad de los precios es fundamental.

3.- Prioridades en el gasto público.

El crecimiento del gasto público es  un enemigo central para esta corriente porque genera inflación y déficit fiscal que tiene que ser cubierto con nueva deuda. Sin embargo a pesar de la aplicación de lo planes de estabilización los países latinoamericanos están mucho más endeudados y pagando nuestros Estados mayores volúmenes de intereses. Para complacencia de los acreedores del capital financiero internacional, que de esa manera nos tiene más subordinados

La intención desde el origen es que se contraiga el gasto público, principalmente el destinado a programas sociales.

4.- Reforma Tributaria.

El aumento del ingreso vía impuestos se considera una alternativa a la reducción del gasto público para paliar déficits fiscales. Obviamente que las Reformas Fiscales o Hacendarias que proponen son como las que se han realizado en México, donde los que contribuyen más son los ciudadanos y no los grandes potentados y oligarcas.

5.- Tasas de interés.

Las tasas de interés deben ser determinadas por el mercado. Por eso defiende con todo la famosa “autonomía” del Banco de México. Con ello impiden que el Estado Mexicano pueda establecer tasas que beneficien a los productores nacionales. Los Bancos Nacionales de propiedad extranjera prestan poco y a tasas altas, para inhibir el crecimiento.

6.- Tipo de cambio.

También el tipo de cambio según los neoliberales lo debe establecer el mercado. Es decir los grandes capitales especuladores nacionales e internacionales que determinan el precio de nuestra moneda y la de todas las naciones. El capital financiero internacional es el principal instrumento con el que se establece el poder y la hegemonía del gran capital.

7.- Política comercial.

La liberalización del comercio exterior es una política que siempre beneficia a las naciones más desarrolladas y a sus empresas transnacionales. La apertura externa que realizaron los neoliberales en 1986 al ingresar primero al GATT y luego a la OMC, significó la quiebra de miles de empresas nacionales, anulando con ello el modelo de desarrollo nacional.

8.- Inversión Extranjera Directa (IED).

Una forma típica de colonialismo, es establecerse en países subdesarrollados, para beneficiarse de sus riquezas naturales y de su mano de obra barata, lo que profundiza el atraso. En México, la experiencia más clara son las maquiladoras.

9.- Privatizaciones.

Con el viejo dogma de que la empresa privada es más eficiente que la estatal los neoliberales promueven que los gobiernos con problemas de liquidez, rematen sus empresas estatales para salir en el corto plazo de su crisis. Esto sugirió el FMI a México en la crisis de 1982. El resultado lo vemos ahora, como la nueva oligarquía es resultado de ese proceso, ya que utilizando los recursos estatales se volvieron súper millonarios.

10.- Desregulación.

La desregulación es quitar todo tipo de trabas al desarrollo del capital privado. No establecer ninguna regulación por parte del Estado. Las únicas regulaciones las establece el mercado. La desregulación del mercado financiero establecida por Bill Clinton, lo único que ha generado es un enriquecimiento brutal de los banqueros, un mayor endeudamiento de los Estados nacionales y mayores riesgos de crisis de pago, es decir, como señaló Keynes que el capitalismo tiende de manera natural al desequilibrio y el Estado lo corrige.

Recientemente han aparecido publicaciones que señalan que el consenso de Washington está a punto de ser sustituido por un nuevo Consenso de Berlín. En el mes de mayo último, se reunieron en Berlín economistas que trabajan en construir un nuevo Pliego de políticas públicas orientadas a superar la desconfianza de los ciudadanos, precisamente con una propuesta en favor de los ellos. “Con este imperativo en mente, muchos economistas y profesionales destacados se reunieron en Berlín a finales de mayo para una cumbre organizada por el Foro Nueva Economía. La cumbre Recuperar al Pueblo condujo a algo parecido a un nuevo entendimiento que puede reemplazar el Consenso de Washington liberal de mercado, que durante cuatro décadas enfatizó la primacía del libre comercio y los flujos de capital, la desregulación, la privatización y otras medidas promercado…La Declaración de Berlín publicada al final de la reunión ha sido firmada por docenas de destacados académicos, entre ellos el premio Nobel, Angus Deaton; Mariana Mazzucato y Olivier Blanchard, así como por Thomas Piketty, Isabella Weber, Branko Milanovic y muchos otros”. (2)

Esperamos que esta propuesta avance lo suficiente para efectivamente sustituir al Consenso de Washington y superar esta negra fase de la humanidad.

(1) blog selfbank. es

(2) Del Consenso de Washington a la Declaración de Berlín. Por Dani Rodrik, Laura Tyson y Thomas Fricke. El Economista. 3 de Julio de 2024

velagj@economia.unam.mx

Carlos H.


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