Cuentas y Cuentos… Neoliberalismo: Mercado Versus Estado

OPINION vela

Por Joaquín Vela González

A más de 40 años de aplicación del modelo neoliberal y de los resultados que éste arrojó, sigue vigente la pregunta de su ocaso o agotamiento total o definitivo. Es indudable que la promesa original de sus promotores, de que éste a través del libre mercado, iba a promover el crecimiento económico y beneficios para la población; tanto para empresarios como para trabajadores. No se cumplieron y se construyó una pirámide en la que solo los de hasta arriba y muy pocos por cierto, fueron los beneficiados. A estas alturas ya cualquier propuesta de desregulación económica o financiera tiene nula credibilidad, igual creer que los aumentos salariales generan inflación y así como muchas de su propuestas doctrinarias. Sin embargo, muchos de los principios neoliberales siguen vigentes y la mayoría de los gobiernos los mantienen dentro de sus márgenes posibles de aplicación. Al parecer estamos ante la situación de que  lo vigente no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer, que es una característica obligada en cualquier proceso de transición.

Las tasas de crecimiento de la economía mundial se han mantenido prácticamente estancada desde la irrupción de la crisis inmobiliaria norteamericana del 2008. El sistema capitalista dentro de su etapa neoliberal desde entonces ha sido incapaz de reactivar el aparato productivo. Parece que la recesión llegó para quedarse y no hay muestra de que el sistema reinicie su marcha, como en el pasado con ciclos cortos de recuperación, auge, depresión y crisis. Estamos en una especie de estancamiento secular. En la que los empresarios no invierten porque no encuentran una expectativa de ganancia atractiva y estable en el corto, mediano y/o largo plazo. Los ideólogos neoliberales “no dan pie con bola”como decimos los mexicanos y ésto ha conducido a la pérdida de confianza y descrédito de este modelo. Al grado de que el actual Gobierno Norteamericano anunció la aplicación de una nueva generación de políticas industriales desde finales del 2022 e inicios de 2023. Con lo cual se regresa al papel activo del Estado en la economía, que era uno de los temas básicos intransitables del ideario neoliberal. “La nueva era de políticas industriales estadounidenses”. (El Economista. 12 de enero 2023). De esta manera se pueden observar acciones económicas en muchas de las economías del mundo tendiente a reforzar la presencia estatal, necesaria para mantenerse a flote. Durante la pandemia el Fondo Monetario Internacional, hizo el llamado a sus países miembros a contratar créditos para activar sus economías. Lo cual son muestras claras de que ya el instrumental neoliberal no estaba siendo útil. Una muestra más lo constituyen los famosos Tratados Comerciales Bilaterales o Multilaterales, que se firmaron durante la etapa neoliberal, los cuales en las condiciones económicas actuales no se respetan o son pasadas por alto para garantizar los intereses de sus respectivos países.

 

Todos estos ejemplos reafirman la existencia de una agotamiento evidente del neoliberalismo, pero aún son insuficientes para asegurar la existencia de un retorno a las prácticas keynesianas como en el periodo de la segunda posguerra, o que estamos en tránsito hacia una  nueva etapa que nuestro fallecido maestro Alejandro Dabat denominó como transición del “Agotamiento del Neoliberalismo, hacia un mundo multipolar, inclusivo y sostenible”,como tituló su último libro con el que concluyó su brillante obra académica.

Lo que si es innegable es que el futuro de la economía a nivel mundial es muy difícil de predecir con un cierto grado de certeza. Lo único que podemos asegurar con veracidad es que el modelo neoliberal, está viviendo un desgaste evidente, y que aparecen signos cada vez mayores de la necesidad de reactivar la economía global y el instrumental teórico y práctico del todavía modelo hegemónico, no da muestras de vida o renovación. Mientras tanto las acciones de mayor presencia del Estado en la actividad económica se fortalecen  y la credibilidad del  libre mercado y sus supuestos beneficios, siguen en caída libre. Sin embargo, ni unos, ni otros elementos son suficientes aún para poder determinar o proyectar un pronóstico certero.

velaj@economia.unam.mx

Carlos H.


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