Carlos H.Opinión
- El gran reto
- Doble triunfo
Por Jorge Luis Villa Acevedo
Sólo Alasraki, a las 3 de la tarde de este domingo 4 de junio, tenía la certeza de que la candidata a gobernadora Delfina Gómez Álvarez estaba perdiendo la elección y así lo dijo públicamente: “Parecer ser que ya está votando más del 60 por ciento de la población, también parece ser que el resultado nos está favoreciendo muy muy favorablemente. A raíz de esto, en la próxima hora, Morena va a salir a anunciar que ya ganaron la elección, esto es con el objetivo de que no salgan a votar por la madriza que les estamos poniendo. El favor que les pido es el siguiente, coman y por favor, salgan a votar, es la única forma que vamos a consolidar la victoria este domingo. Gracias”.
Y por supuesto Paulina Alejandra del Moral Vela, a la postre contendiente perdedora quien bien acompañada por los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD reunidos en algún hotel toluqueño en donde le brindaron apoyo y respaldo a la candidata, misma que apenas se enteró a las 18:00 horas del cierre de casillas de la jornada electoral, de inmediato cantó su triunfo virtual entre el numeroso grupo como lo hicieran en su momento sus coterráneos hace 6, 12, 18 o 30 años sin rubor alguno. Sólo que aquí después del prematuro anuncio de la priísta los aliancistas Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano la dejaron sola. Alito voló a Coahuila.
Las encuestas no votan… pero cuentan
Es el momento Delfina, sí, el del gran reto.
Hoy, como hace seis años, en 1988, se avizoró el anuncio del cambio urgente que por razones extralegales no se cumplió, así que el de ahora tiene el aire de un doble triunfo de la candidata en donde la ciudadanía volvió a marcar el paso en favor de su virtual gobernadora del estado de México, Delfina Gómez Álvarez.
Se asume así el gran reto de gobernar a una población de 18 millones de habitantes, de cogobernar con 125 municipios, de fijar nuevas rutas en las relaciones con un aparato administrativo de mil cabezas, anquilosado y con infinidad de ramales que en términos llanos conducen, como se ha ido documentando con investigaciones periodísticas de antes y ahora, por los caminos sinuosos de la corrupción que involucran a todos los niveles, donde convergen piezas fundamentales del engranaje que ha permitido a funcionarios y servidores públicos hacerse de los recursos públicos mexiquenses.
Amén de un punto entre los muchos, mencionado en campaña por la ex titular de Educación Pública en repetidas veces: “transformar a los cuerpos policiales, depurándolos y profesionalizándolos con una mejor capacitación que de igual manera contempla a custodios, ministerios públicos y peritos”.
Otro de los asuntos primordiales que no dejan lugar a duda será lidiar con la decimonónica Iglesia local en temas importantes de índole social como lo es el matrimonio entre iguales, a cuya legalización se oponía la jerarquía eclesiástica. Se actuó en combinación con casi todos los diputados del Partido Revolucionario Institucional que votaron en contra de su posible promulgación, e inclusive legisladores de Morena pensaban en un posible veto del decreto por parte del gobernador Alfredo del Mazo, de una iniciativa de hace 4 años y que ahora por mayoría de votos había sido aprobado en el Congreso local. Sólo es un ejemplo.
Ya luego la primera boda entre iguales en la entidad mexiquense fue certificada por el director general del Registro Civil en el Estado de México, César Enrique Sánchez Millán, el 2 de noviembre de 2022 en el municipio de Coacalco y un día después de que había entrado en vigor, evento que fue cubierto por Comunicación Social del Gobierno del Estado de México. (Junio V, MMXXIII).
