Voz Autorizada… Elecciones Intermedias en EEUU: Biden a dos meses de enfrentar la historia.

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Por Saul Vazquez Torres 

El entendimiento clásico de la política electoral en Estados Unidos es que las elecciones intermedias funcionan como un péndulo que tras la victoria del partido del presidente ponen un freno a su poder y en la segunda mitad de su mandato lo obligan a negociar con el partido de oposición. Esta lógica ha funcionado sin fallas salvo por un par de fallas en los últimos 100 años. En 1998 un popular Bill Clinton con una economía superavitaria logró mantener la mayoría contra los republicanos de Newt Gingrich que habían saboteado el presupuesto. En 2002 tras los ataques terroristas del 11 de septiembre un popular George W. Bush logró unir a los norteamericanos entorno a la agenda de la “Guerra contra el terrorismo”. Sin embargo, hay una serie de factores que abren la esperanza de que Biden y su partido logren aferrarse a las mayorías que tienen en ambas cámaras del congreso de los EEUU. 

 

1. El calendario de Renovación del Senado

     En Estados Unidos el Senado se vota de manera escalonada. Los padres fundadores diseñaron el sistema para que los “caprichos del momento” modelaran lo menos posible la política nacional y uno de los candados a la popularidad de movimientos políticos para tomar la cámara alta de este país es el sistema de renovación escalonada. Cada dos años se vota por solamente un tercio de los 100 escaños. Actualmente los demócratas cuentan con una mayoría en el Senado sólo porque la vicepresidenta Kamala Harris tiene voto de calidad en los empates en su calidad de presidente pro tempore de este cuerpo legislativo. Empero, el calendario de renovaciones les permite no sólo aspirar a mantener esta mayoría sino a prescindir del voto de calidad de la vicepresidenta en la próxima legislatura

   Hay 34 asientos en disputa, lo que da un escenario con 44 asientos seguros o fuera de elecciones por partido, 9 monedas en el aire, 1 que tiende a los demócratas y 1 a los republicanos. Por los demócratas Colorado es muy probable que se mantenga de azul, mientras que en Pensilvania, un clásico estado vaivén (vota en ocasiones por Republicanos y otras por Demócratas) la competencia entre el conductor de televisión Mehmet Oz y el ex vicegobernador John Fetterman, estrella del ala progresista de los demócratas parece más inclinada por el segundo. En contraparte, en Missouri, el asiento abierto en un estado que poco a poco empieza a mandar más demócratas al congreso, parece aún seguro para el republicano Eric Schmitt.  

 

    De costa oeste a este los estados en disputa son: Nevada, actualmente en posesión de la demócrata y primera senadora latina, Catherine Cortés – Masto. Este estado fue clave para la victoria de Biden en 2016. Sin embargo, la senadora apenas tiene una ventaja de menos de un dígito. Arizona, otro escaño en control demócrata, el astronauta Mark Kelly se enfrenta a un outsider de la política el empresario Blake Masters, figura de las startup es apoyado por el empresario Peter Thiel, uno de los principales financiadores de políticos libertarios, considerados una derecha minimalista que buscan la menor cantidad de participación del Estado en asuntos públicos. Kelly no debería tener problemas, más, su margen de ventaja aún lo pone como estado en disputa. En Wisconsin uno de los estados del llamado Cinturón del Óxido que dio el triunfo a Trump en 2016, los demócratas han venido de atrás con su candidato Mandela Barnes que actualmente tiene ventaja de un dígito en la mayoría de las encuestas. Ohio es el primero de los estados en disputa que luce más cerca de los republicanos, el autor de la novela Hillbilly, una elegía rural (Adaptada al cine por una famosa cadena de streaming), J.D. Vance pasó a ser uno de los principales críticos de Trump, a recibir su apoyo en su elección primaria, con ello, rebasó a los favoritos en su partido y las encuestas lo ponen 5 puntos sobre el congresista demócrata Tim Ryan que también busca el escaño. 

    En Georgia el reverendo Raphael Warnock cuya victoria sorpresiva logró la mayoría demócrata en el senado en el pasado 2020, tiene que enfrentar de nuevo una elección, puesto que llegó por una especial. Enfrenta al ex jugador de la NFL Herschel Walker, ambos afroamericanos se enfrentan por el escaño y aparecen alternadamente a la delantera por el margen de error de las encuestas. En este estado que también reedita la elección a gobernador entre la activista Stacey Abrams, demócrata y el gobernador Brian Kemp. Carolina del Norte estuvo cerca de ser ganado por Biden en 2020, la diferencia fue sólo del 1%, las elecciones al senado de este año marcan márgenes muy similares entre la jueza Chery Beasley, demócrata, y el congresista republicano, Ted Budd. Mientras que Florida es el estado en vaivén más cercano en convertirse en tendencia republicana con el senador Marco Rubio en ventaja en la mayor parte de las encuestas sobre la congresista Val Demings, demócrata que fuera actriz clave en el proceso del impeachment de Donald Trump. Con todo esto podemos prefigurar que de los 9 estados en disputa 7 lucen más cerca de los demócratas, por lo cual el mapa de la renovación podría darnos un escenario con 52 o 53 senadores demócratas. Según el analista de datos de The Economist, Elliot Morris, aún con un sesgo del 4% en las encuesta a favor de los demócratas la mayor posibilidad hoy en día del Senado está del lado del control demócrata. 

 

2. Factor Trump: El cambio de 

prioridades del electorado estadounidense.

    Hablamos de cómo en 1998 el presidente Clinton aún en el contexto de su juicio político por su amorío con Mónica Lewinsky, logró mantener la mayoría en el congreso de los Estados Unidos, su asesor, George Stephanopoulos lo resumió con un icónico slogan: ¡Es la economía, estúpido! Es decir los escándalos de la vida del presidente eran irrelevantes mientras el bienestar siguiera en el bolsillo de los norteamericanos. No obstante estas elecciones son históricas en más de un sentido. Tras el cateo a la propiedad de Trump en Mar-a-Lago y las investigaciones del comité sobre el ataque al capitolio en el 6 de Enero de 2020, Trump se ha convertido en un activo tóxico para el partido republicano. Analistas dicen que su presencia en la boleta y centralización en el debate público resta de 5 a 9 puntos a sus candidatos al congreso.

    El controvertido discurso del presidente Biden donde llamó cuasi-fascistas a un sector importante del partido republicano ha tenido eco. En un país donde se desarrollo el teorema del votante mediano, la moderación en la política siempre había sido vista como virtud, a pesar de ello desde los 90’ los republicanos han venido sufriendo un proceso de radicalización, donde una minoría ultraconservadora está tomando control del partido. Aunado al reciente fallo de la Suprema Corte de los Estados Unidos (SCOTUS) que removió la protección constitucional al acceso al aborto, derecho que dos terceras partes del electorado norteamericano favorecía, han activado a sectores amplios del electorado a registrarse para votar y frenar la amenaza autoritaria que representa esta facción del partido republicano. 

 

3. Un cambio de narrativa para la administración Biden.

    Hace un año tras la desastrosa retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, todos daban por descontado la victoria republicana en las elecciones intermedias del 8 de noviembre de este. El bloqueo de los senadores demócratas Joe Manchin III y Kristen Sinema de la iniciativa Build Back Better y el regreso de la pandemia a pesar de la llegada de las vacunas tenían al presidente Biden contra las cuerdas. Sin embargo en los últimos meses los demócratas han ganado elecciones especiales en Nueva York y Alaska, esta por primera vez en 40 años contra nada más y nada menos que la ex gobernadora Sarah Palin. El presidente logró que el Senado aprobara su plan contra la inflación, su iniciativa de impulso a la industria americana y tomó acciones para liberar de la deuda a 50% de los tenientes de créditos estudiantiles, principalmente beneficiando a poblaciones afroamericanas y latinas. Hoy el presidente Biden dice en sus discursos: He cumplido mis promesas y no es una mentira. La tasa de desempleo en Estados Unidos es la más pequeña en 35 años y es el presidente que más empleos ha generado en las últimas 5 administraciones. 

 

Considerandos.

    60 días, o dos meses son una eternidad en tiempos políticos. En Julio de este año los republicanos aún tenían la mayoría en las encuestas y podría recuperarla. La ventaja de los demócratas en la encuesta genérica al congreso, tampoco es hoy una garantía porque el trazo de los distritos suele favorecer a los republicanos por una práctica denominada gerrymandering que consiste en trazarlos para beneficiar a una población en particular. Se estima que para una mayoría azul en la cámara de representantes, estos necesitan una ventaja de entre 3 y 4 puntos en la encuesta genérica. La amenaza de las inundaciones en la costa este de Estados Unidos representa un reto mayor en una zona donde se encuentran 6 de los 9 estados que tienen un escaño del Senado den disputa y si la administración Biden no da respuesta rápida a los damnificados puede perder votos en esta zona. Más considero que hoy por hoy los demócratas están en posición de hacer historia como lo hicieron en 1998 con el presidente Clinton y salir de las elecciones de medio término con bancadas mayores y no menores en al menos una de las dos cámaras. Al tiempo.

@Sawie

Frida C.


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