SUTIN, con la Responsabilidad de la Ciencia y la Tecnología

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• La revisión del contrato colectivo que debía haberse firmado desde el último de marzo, sigue pendiente a causa de medidas implementadas por la administración del ININ. Crecen las dificultades generadas por la falta de presupuesto.

• Los trabajadores nucleares legitimaron con el voto aprobatorio del 82% de los afiliados, el contrato colectivo que rige las relaciones laborales entre el ININ y sus trabajadores.

 

Después de dos cambios de fecha debidos a la pandemia y la negativa de la administración del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares a brindar las facilidades para su realización, este 26 de mayo los trabajadores nucleares legitimaron con el voto aprobatorio del 82% de los afiliados, el contrato colectivo que rige las relaciones laborales entre el ININ y sus trabajadores, integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, desde 1979, cuando se recuperó la contratación colectiva que había sido cancelada por los charros del SUTERM desde 1976, apenas dos años después de la firma del primer contrato colectivo de trabajo de los trabajadores nucleares.

No todos los trabajadores pudieron votar. Aún hay afectados por el Covid que no pudieron emitir su voto en la consulta realizada para cumplir con lo que mandata la reforma laboral del 1 de mayo de 2019, como una medida para combatir el sindicalismo de protección, verdadero cáncer que afecta a los trabajadores mexicanos.

Sobre la marcha, hubo una intensa discusión en la que salieron a relucir temas de la importancia de los anexos y convenios que forman parte del contrato, algunos de los cuales apenas en los últimos días tuvieron una mayor difusión. Se discutió también el incumplimiento de aspectos contenidos en la contratación a causa de la indebida intromisión de la Secretaría de Hacienda y de una crónica insuficiencia presupuestal. Lo mismo la contratación irregular de personal en violación al propio contrato colectivo y contra los lineamientos que al respecto se han planteado desde el gobierno federal. No quedaron al margen incluso las diferencias al interior del sindicato.

Lo que la mayoría puso por delante, sin embargo, fue la defensa del patrimonio colectivo expresado en el contrato colectivo de trabajo ININ-SUTIN que, a diferencia de muchos otros, no sólo recoge las condiciones laborales de los trabajadores nucleares, sino que integra aspectos fundamentales de la política del SUTIN ante su materia de trabajo, en un título dedicado a las actividades de investigación y desarrollo, donde se plasma la importancia que para esta organización tienen la ciencia y la tecnología y el papel de los trabajadores organizados en su impulso.

Este paso se dio mientras la revisión del propio contrato colectivo que debía haberse firmado desde el último de marzo, sigue pendiente a causa de medidas implementadas por la administración del ININ y mientras crecen las dificultades generadas por la falta de presupuesto y las consiguientes insuficiencias de personal, de recursos para los proyectos, la falta de medidas para salvaguardar el conocimiento y experiencia de una plantilla de personal cuya edad reclama con urgencia la renovación generacional. En el terreno sindical, hubo condiciones que impidieron durante la pandemia la renovación en las condiciones que dictan los estatutos y la reforma y que se deben atender. En fin, son muchos los temas de preocupación de los trabajadores nucleares, pero el resultado de la consulta de legitimación de su contrato, indica que siguen por el camino adecuado.

Frida C.


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