Frida C.
• El Atlas se tomó 71 años para volver a levantar un título liguero y, luego de ganar la segunda estrella de su historia, tomó apenas un torneo corto de seis meses para obtener la tercera corona de la mano del argentino Diego Cocca.
Ciudad de México, 29 de mayo (SinEmbargo).– El Atlas de Guadalajara, uno de los equipos con la sequía más larga de campeonatos, se coronó este domingo como bicampeón consecutivo de la Liga Mx, luego de vencer en el marcador global por 3-2 al Pachuca.
El equipo del argentino Diego Cocca rompió el torneo anterior una sequía de 71 años sin títulos. En esta ocasión necesitó apenas seis meses para pasar de la segunda a la tercera estrella de su historia, una llena de sufrimientos, derrotas y angustias que en el último año futbolístico ha borrado con grandes partidos y emocionantes partidos.
Atlas, un equipo de tradición derrotista, cantó bajo la noche de Pachuca con una importante movilización de su hinchada –quizá su activo más valioso en las décadas sin títulos–, “dale, dale, bicampeón”. El color rojinegro se diseminó desde temprano en el estadio Hidalgo, el llamado “Huracán”, y terminó por conquistar una cancha más en el fútbol mexicano.
El flamante campeón del Apertura 2021 y ahora del Clausura 2022 ganó 2-0 la ida en el estadio Jalisco y es por eso que la derrota 2-1 este domingo de visitante le sirvió para ganar el campeonato.
“La diferencia la hicimos en nuestra casa”, explicó el delantero argentino Julio Furch, autor del gol –de penal– hoy y quien había anotado la pena máxima decisiva hace un semestre para romper uno de los récords más largos sin ligas.
“Si pudiera, le daría un trofeo como estos a cada uno de mis compañeros”, añadió en entrevista con Fox Sports, después de haber sido declarado el jugador decisivo este domingo.
El partido había empezado mal para los rojinegros. El ecuatoriano Romario Ibarra, con un brillante desborde por izquierda, definió con clase ante la salida de Camilo Vargas para marcar el 1-0 para los locales apenas a los ocho minutos de juego, levantando a una afición que no ha visto a su equipo campeón desde 2016 y cerrando de local desde 2007.
Con un estadio enloquecido por la temprana ventaja, Atlas mostró sus mejores atributos: temple en la hora más difícil y sangre fría para desmoralizar a sus rivales con un esquema defensivo que desesperó a Pachuca.
Con el pasar de los minutos, Atlas comenzó a dominar el juego. Fue entonces que Furch marcó el 1-1 de penal –revisado en el VAR– ante su compatriota Oscar Ustari.
Antes del final del primer tiempo, que se alargó nueve minutos más debido a las constantes revisiones del VAR, Pachuca sorprendió a la impenetrable defensa atlista y dejó al argentino Nicolás Ibañez sólo para cabecear. El delantero cumplió y mandó la pelota al fondo de las redes.
