• Delegado de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el movimiento, estuvo preso en el Campo Militar Número 1, donde, al igual que muchos otros estudiantes, fue torturado.
Ciudad de México (apro).- A nueve días de conmemorarse el 53 aniversario de los trágicos acontecimientos registrados en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, la mañana de este jueves se dio a conocer la noticia del fallecimiento de uno de los líderes del Movimiento Estudiantil del 68, Sócrates Campos Lemus, quien residía en Monterrey, Nuevo León.
“Con gran dolor compartido con su esposa Aurora y sus hijos Sócrates y Karisma informamos del fallecimiento de nuestro amigo-hermano Sócrates Amado Campos Lemus. Agradezco al Gral. Tomás Ángeles Dauahare la confirmación del deceso. Abrazo fraterno y solidario (sic)”, escribió en su cuenta de Twitter, el director de la revista Mujeres, Alfredo Martínez.
Ya el propio Martínez había anticipado el quebrantado estado de salud en que se encontraba Campos Lemus, al clamar al cielo por la salud de su amigo.
“Con los brazos en alto y postrado de hinojos, clamo al cielo por la salud de mi amigo-hermano Sócrates Amado Campos Lemus, líder histórico del 68, movimiento estudiantil usado y traicionado por el grupo político encabezado por Echeverría al igual que hoy en la 4T (sic)”, posteó el 16 de septiembre último.
Delegado de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el Movimiento Estudiantil del 68, Sócrates Campos estuvo preso en el Campo Militar Número 1, donde, al igual que muchos otros estudiantes, fue torturado
A él se le atribuye aquel grito de “¡No corran, compañeros! ¡Es una provocación!”, cuando el cielo se iluminó al estallar una bengala roja, la señal para el ataque.
En su expediente personal también sobresale el hecho de que fue señalado como delator al prestar ayuda a las autoridades para identificar a los estudiantes detenidos en las galeras del Campo Militar Número 1.
Pero Campos Lemus siempre negó dicha versión. “¿A poco ellos creen que el Ejército no sabía ya sus nombres y los tenía ubicados?”, declaró a El Financiero en 2018.
Además, dijo que no se trató de un movimiento clandestino, pues “todo mundo sabía quién era cada quién, de qué escuela era, tenían las fotos de todos nosotros”.
Y más:
“Tengo mi frente en alto, tengo la conciencia tranquila, puedo ver a mis hijos”, remachó.
También lo acusaron de prestar servicios a la CIA y esto fue lo que respondió a Televisa hace tres años: “Dizque fui agente de la CIA. Que me la hagan buena, ¿verdad?; es decir, los de la CIA. Los de Selecciones dicen que soy agente de la KGB. Pues cuando menos que me hagan buenos los sueldos, cuando menos, ¿no?”.