• La guerra entre cárteles en municipios de Zacatecas ha dejado por lo menos 62 policías asesinados desde 2018 hasta la fecha. Además, los multihomicidios son tan frecuentes como los asesinatos unitarios. Un capacitador del INE, un fotoperiodista y una defensora de derechos indígenas, también fueron víctimas de la violencia.
Tijuana, 29 de agosto (Zeta).- La violenta batalla territorial entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa (CS) en Zacatecas no da tregua, sin importar que entre las víctimas haya personas inocentes o ajenas al conflicto, como mujeres y niños. La sangría ha alcanzado, desde 2018 a la fecha, a 62 policías municipales y estatales, además de una activista y un fotorreportero.
La última escena de terror fue observada el jueves 11 de agosto al amanecer, en un puente vehicular de la Carretera Estatal 120, que va de la Capital zacatecana a la comunidad El Orito, donde fueron colgados los cadáveres de seis personas, dos de los cuales cayeron cuando la soga utilizada no soportó el peso. Durante los últimos dos meses, suman 14 los cuerpos abandonados en diversos puentes.
Los sobresaltos por las balaceras, falsos retenes policiales, levantones y fosas clandestinas se registran lo mismo en la ciudad de Zacatecas que en Fresnillo, Pánuco, Sain Alto, Calera Río Grande o Tepetongo, en el centro del Estado. En los municipios de Juan Aldama o Sombrerete, en los límites con el Estado de Durango. Valparaíso o Nochistlán en la frontera con Jalisco; o Villa de Cos, Guadalupe, Ojocaliente, Trancoso o Pinos, en la vecindad con San Luis Potosí.
En 2021, Zacatecas ocupa el deshonroso primer lugar que antes tuvieron Colima y Guanajuato con la mayor tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, según los indicadores criminales oficiales. El hallazgo de personas asesinadas a tiros, estranguladas, decapitadas o incineradas es frecuente. Atados de pies y manos, en despoblado, encobijados o dentro de vehículos, son los modos de la delincuencia organizada. Las mayores matanzas han ocurrido durante enfrentamientos entre grupos de narcotraficantes o contra policías.
Desde principios de julio, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que en algunos estados disminuyó el índice de homicidios a pesar de la existencia de cárteles de la droga, pero reconoció que eso sucede porque existía hegemonía de algún grupo criminal y por ello no se están enfrentando; sin embargo, reconoció que en casos donde se registran balaceras -como en Zacatecas-, hay enfrentamientos entre grupos, situación que calificó como una herencia de administraciones anteriores.
Otro fenómeno que se presenta en esa entidad federativa, es la localización de narcofosas en por lo menos cinco municipios en los últimos dos años. El 13 de mayo de 2020, en Francisco R. Murguía, fue hallada una fosa con cuatro cadáveres; otra el 30 de junio siguiente en Fresnillo, con tres cuerpos; el 2 de julio, otro sepulcro con cinco personas en Sombrete; y al cierre de ese año, el 17 de diciembre, una fosa con osamentas en Luis Moya. El 23 de enero de 2021, se reportaron tres fosas en Villa de Cos con 18 cuerpos; y el 10 de abril último, un cadáver en otra sepultura falsa.
MUERTE DE POLICÍAS
Después de que el Cártel del Golfo perdiese los territorios que había ganado en una guerra contra “Los Zetas”, en Zacatecas, durante los primeros cinco años de la década anterior, la aparición del Cártel de Sinaloa disminuyó temporalmente los conflictos al pactar con los tamaulipecos. Sin embargo, el CJNG comenzó su incursión a la entidad minera por las fronteras de Guanajuato, Jalisco y Nayarit en 2018, consiguiendo el retiro de los del Golfo.
El descaro del Cártel Jalisco con vehículos rotulados con sus siglas y la difusión de videos anunciando su presencia, encendió la mecha para la conflagración con los sinaloenses. La disputa por controlar los favores y protección de los cuerpos policiales estatales y municipales, ha llevado a la muerte a 62 policías. Nueve de ellos en 2018; nueve en 2019; 26 en 2020; y 18, en lo que va de 2021.
Entre los eventos más recordados, está la ejecución a balazos de cuatro uniformados en Sombrerete el 21 de marzo de 2020, dos eran hombres y dos mujeres. Ocho días después, fueron asesinados otros tres policías en Nochistlán. El 19 de septiembre de ese año, un comando armado atacó la Comandancia de Seguridad Pública del municipio de Juan Aldama, con saldo de tres oficiales muertos, entre ellos el titular, Ricardo Barrón Guzmán, y otro gendarme lesionado.
El 12 de septiembre del mismo año, se anunció la presunta detención del Jefe de la Unidad Antisecuestros de la Fiscalía de Zacatecas, Gustavo Domínguez Saldívar, cuando intentaba cruzar la frontera entre Matamoros, Tamaulipas y Brownsville, Texas. Se dijo que contaba con orden de aprehensión por los delitos de enriquecimiento ilícito, asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita. El exfuncionario, que también fungió como director de la Policía Ministerial, fue denunciado públicamente en 2018 a través de narcomantas de recibir dinero del narcotráfico. Nunca se conoció su destino legal.
La muerte de policías continuó ese año, y el 25 de octubre, fueron acribillados cuatro uniformados en el municipio de Pinos, Zacatecas. El 12 de diciembre, en la municipalidad de Tepetongo, fue encontrado el cuerpo mutilado y decapitado del director de la Policía Municipal, Armando Cuevas Rocha, junto con un mensaje firmado por el CJNG.
En el año en curso, el 12 de marzo fueron asesinados y calcinados cuatro elementos de la Policía Estatal tras el ataque de un grupo armado en Villa de Cos. El 31 de mayo, cerca de la Comisaría de Seguridad Pública Municipal de Zacatecas, fue acribillado el subdirector Juan Manuel de la Rosa Revilla, quien se encontraba franco y circulaba a bordo de un vehículo Chevy color gris. Y el 23 de junio reciente, dos policías, pero del vecino Estado de San Luis Potosí, fueron hallados sin vida en el puente del Arroyo de las Sirenas en Zacatecas; ambos estaban reportados como desaparecidos.
CRÍMENES MASIVOS
En Zacatecas, los multihomicidios son tan comunes como los asesinatos unitarios. En 2020 se cuentan los siguientes: 21 de marzo, cinco personas torturadas, sin vida sobre un camino de terracería en Fresnillo; 15 de junio, cinco fallecidos a tiros con huellas de tortura dentro de bolsas negras, en la carretera federal de Fresnillo; 25 de junio, seis presuntos delincuentes abatidos durante un enfrentamiento en Juan Aldama.
El 26 de junio de ese año ocurrió el hallazgo de 14 cadáveres apilados a las orillas de la carretera federal 45, en Fresnillo, cerca de la comunidad de Cerro Gordo, en el tramo que conduce a Cañitas de Felipe Pescador. Las víctimas presentaban impactos de bala fueron atadas y amortajadas en cobijas con cinta plateada. Otros cuatro cuerpos fueron localizados en la comunidad de Río Florido, municipio de Fresnillo; y otros seis en Juan Aldama.
El 29 de agosto fueron hallados de nueva cuenta cinco cuerpos envueltos en cobijas en Fresnillo. El 12 de octubre, un comando atacó a elementos de la Policía Estatal Preventiva en la comunidad de Río Frío, municipio de Calera, cn un saldo de tres agentes lesionados y 14 presuntos delincuentes muertos. Como resultado de la acción policial, se aseguraron tres vehículos, ocho armas de fuego largas, 23 cargadores calibres 7.62 y .223), además de droga. El año cerró con la localización de cinco cadáveres con huellas de tortura, el 31 de octubre; y otros cinco ejecutados el 16 de diciembre, ambos casos en Fresnillo.
En lo que va de 2021 se han documentado multihomicidios como el ocurrido el 18 de enero, cuando ocho personas fueron asesinadas durante la madrugada en El Salto, Zacatecas, dentro de dos domicilios. Los sicarios que tomaron por asalto los inmuebles, utilizaron armas de fuego calibres .223 (AR-15), nueve milímetros y 7.62 (AK-47) para consumar los crímenes, También incendiaron tres viviendas.
El 17 de junio, la rivalidad entre CS y CJNG los llevó a enfrentarse en la sierra alta, en los límites de Zacatecas y Jalisco. Fue una balacera que duró once horas. El primer encontronazo ocurrió a las 18:00 horas en la comunidad de San Juan Capistrano, por el camino a El Tulillo, municipio de Valparaíso, y continuó hasta las proximidades de Huejuquilla El Alto, en Jalisco. Concluyó a las 05:00 horas del viernes 18, con el saldo de 18 personas muertas que quedaron tendidas a lo largo del trayecto, entre camino y laderas.
MUJERES Y MENORES
En Zacatecas, los asesinatos de mujeres y menores de edad son extremadamente crueles, con saña. Basta echar un vistazo a los casos. En 2020, el 18 de febrero, fueron encontrados los restos de tres hombres y una mujer al lado de una carretera en Sain Alto; el 4 de marzo, en una casa en obra en Fresnillo, se localizó el cadáver de una mujer torturada; el 2 de mayo, en el mismo municipio fueron hallados los cuerpos semidesnudos de dos mujeres y un hombre torturados, con un narcomensaje encima; misma fecha, pero Sain Alto, encuentran a tres mujeres degolladas, también con un mensaje.
El 4 de mayo, fue hallado el cuerpo decapitado de una mujer en Guadalupe, Zacatecas; el día 20 de ese mes, reportan el cadáver de otra mujer semidesnuda decapitada y un narcomensaje, en Juan Aldama; el 28 de junio, una mujer fue descuartizada en represalia por pertenecer a una organización criminal rival, en Zacatecas; el 10 de julio localizan los cuerpos de tres hombres y de una mujer, cuya cabeza estaba colgando de un andamio dentro de un domicilio en Fresnillo.
La lista de hechos es larga: el 12 de julio de 2020, durante un ataque armado en Fresnillo, fueron asesinados dos hombres y dos mujeres, entre ellos una embarazada y un menor de edad; al día siguiente, tres mujeres fueron ejecutadas en Luis Moya; el 4 de agosto hallan los cuerpos de una mujer y cuatro hombres un pozo en Sain Alto; dos días después, acribillan a una madre y sus dos hijas cuando viajaban en un vehículo en Fresnillo; y el día 25, un joven de 17 años fue asesinado a tiros en Calera.
También en Calera, pero el 8 de septiembre, mataron a un adolescente; el día 14 del mismo mes, otro adolescente fue asesinado por un grupo armado que entró a su casa en Pánuco; el 25 de octubre, en un bar en la sierra de Jerez, ejecutaron a una mujer y tres hombres; el 5 de noviembre, matan a balazos a cuatro menores en Fresnillo; el 22 del mismo mes, una niña fue torturada y asesinada en Guadalupe y, en la misma fecha, pero en una casa de Fresnillo, cuatro hombres fueron ejecutados, uno de 13 años. El año cerró con la muerte de otro menor en Fresnillo el 12 de diciembre y de dos mujeres menores de edad tres días más tarde, en Benito Juárez, Zacatecas.
El 1 de enero de 2021 inició con el asesinato de una mujer y dos hombres en Vetagrande; el día 5, hallan muerto a balazos a un menor de edad en la Capital zacatecana; ocho días después, en un respiradero de una mina en Fresnillo, localizan los cadáveres de dos mujeres y cuatro hombres; el 19 del mismo mes, asesinaron a un niño en Guadalupe; y el 31 de enero, se reporta el hallazgo en Fresnillo de tres mujeres y dos hombres acribillados.
El 9 de febrero, un joven de 15 años fue asesinado en su casa en Fresnillo; el 6 de marzo, un grupo armado atacó a tiros a tres mujeres y un hombre, quienes fallecieron en Fresnillo; 22 del mismo mes, un adulto y un menor de edad fueron ultimados en Río Grande. El 6 de abril, hombres armados dispararon en contra de personas en las calles del centro de Jerez, asesinando a una mujer y dos hombres; mismo día, encuentran a dos menores de edad y un hombre asesinados en Fresnillo; y el 23 de julio, fueron masacradas dos niñas y su padre en el mismo municipio.
OTROS CRÍMENES
Además de los enfrentamientos y homicidios entre miembros de la delincuencia organizada, en Zacatecas ocurren otros tipos de asesinatos, como la muerte de 16 reclusos en el interior del Centro Regional de Readaptación Social de Cieneguillas el 1 de enero de 2020. También fue encontrada sin vida, en un hecho doloso, la activista defensora del territorio Wirikuta, Paulina Gómez, el 22 de marzo de ese año en El Salvador.
El 9 de diciembre pasado, el fotoperiodista Jaime Daniel Castaño Zacarías fue atacado a balazos después de cubrir el hallazgo de dos cadáveres, en una carretera a la altura del municipio de Jerez de García Salinas. Castaño detuvo su vehículo en el tramo Jerez-Fresnillo, de la carretera federal 23, a la altura de la localidad de San Juan. En ese lugar estaban dos cadáveres maniatados, torturados y con heridas de bala, dejándoles un narcomensaje encima.
Otros hechos que consternaron a la sociedad ocurrieron el 19 de febrero de 2021, cuando fue asesinado un capacitador del Instituto Nacional Electoral (INE) en Fresnillo y el 29 de junio al reportarse el homicidio de un médico y del chofer de una ambulancia que habían realizado el traslado de una mujer embarazada desde una clínica del Sector Salud de Huejuquilla El Alto, Jalisco, hacia Fresnillo, Zacatecas. En el camino fueron interceptados por un retén de criminales que les obligaron a identificarse.
El chofer paramédico y el joven galeno Luis Fernando Montes de Oca, de 25 años, egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara, lograron internar a la parturienta en un hospital, pero al regresar a Jalisco -de noche- y cruzar por Valparaíso fueron perseguidos y ejecutados por sicarios, quienes todavía prendieron fuego a la ambulancia que los transportaba. Un crimen atroz que motivó la manifestación de jóvenes médicos en la Perla Tapatía.