- “A largo plazo, López Obrador se juega además por una visión de desarrollar principalmente la energía hidroeléctrica junto con las otras energías limpias, un paso importante en la modernización de la producción de energía en México”, puntualizó La Opinión.
- “Las lecciones fueron que cuando las industrias energéticas están dirigidas sólo por entidades con fines de lucro, aumenta la amenaza de inestabilidad nacional. Todo lo cual lleva a justificar los esfuerzos del Presidente López Obrador”, finalizó.
Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo).- La reforma a la Ley Eléctrica que propuso el Presidente Andrés Manuel López Obrador busca proteger la producción del sector para que, en contra de lo que hizo la aprobada por el expresidente Enrique Peña Nieto que derivó en el enriquecimiento de algunas pocas personas y dejó un retroceso progresivo en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se genere un beneficio para la población mexicana. Así lo aseguró la editorial de este martes del periódico La Opinión.
En la edición de hoy el medio aseguró que las modificaciones aprobadas por el Congreso mexicano, sin cambio alguno a la propuesta presidencial, es un ejemplo de lo que ocurre en el territorio estadounidense: “del fracaso de la privatización de la energía”.
“Es simple: un gobierno tiene el derecho a priorizar los intereses de su población a los intereses lucrativos y de corto plazo de las empresas“, destacó el medio con sede en EU.
“A largo plazo, López Obrador se juega además por una visión de desarrollar principalmente la energía hidroeléctrica junto con las otras energías limpias, un paso importante en la modernización de la producción de energía en México”, puntualizó.
La recuperación del sector energético y, más allá, la independencia de México en este sentido es uno de los planes económicos más importantes del Gobierno de López Obrador. “Ello significa recuperar el control del sector eléctrico, algo que es estratégico para el país vecino, y ejercer un papel más importante del estado en la política energética”.
Hacerlo dejaría avances en la estabilidad económica y social el país “algo ausente por décadas y que es también un interés importante de Estados Unidos”.
La Opinión recordó que la reforma del 2013 permitió que compañías privadas de México, Estados Unidos, Canadá y Europa se convirtieran en las mayores proveedoras de electricidad para el país. Energético que después venden al gobierno en subastas. “Actualmente, de los 109 participantes en la generación de electricidad en México, 102 son compañías privadas de capital nacional y extranjero”, en tanto, las plantas que administra la CFE cayeron en una crisis e inversión y mantenimiento.
“Mediante la Ley de la Industria Eléctrica, recientemente sancionada, AMLO revierte esta situación y favorece la generación de energía a través de la CFE. Ahora la CFE elegirá libremente a quién comprarle la energía. Así cumple el actual presidente una meta largamente acariciada de anular los cambios de 2013, que había denunciado como reformas que privatizaban y desmantelaban al Estado”, aseguró el medio.
Para el periódico no es de sorprenderse que “lluevan” críticas de diferentes sectores. Al interior, porque “los muchos que perderán puestos de privilegio”. Entre las listas de quienes se verían afectaos están las empresas que operan, los cuatro partidos políticos de oposición (PAN, PRI, MC y PRD), así como la Cámara de Comercio de EU.
“Los oponentes lograron que un juez frene temporariamente la entrada en vigor de la ley, lo que sigue en tribunales”, recordó La Opinión. Para hacerlo, explicó, los argumentos son que puede incurrirse en violaciones al Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), porque este rechaza “la intervención gubernamental en el mercado energético”.
Sin embargo, México negó la interpretación porque su política es legal y que se requirió eliminar “todo un capítulo sobre energía” en el T-MEC desde 2018, con lo que la acción federal puede ocurrir.
PRIVATIZACIÓN EN EU
La Opinión recordó que en Estados Unidos la industria eléctrica está a manos de privados.
Puntualmente ejemplificó este tipo de acuerdos con lo ocurrido en el estado de California, entre los años 2000 y 2001, cuando los ejecutivos de la empresa energética, con sede en Houston, Enron Corporation tomó decisiones “sin escrúpulos que los beneficiaban personalmente”.
“En el entorno no regulado creaban interrupciones en el suministro eléctrico, perjudicando a millones de californianos y elevando artificialmente los costos de la energía”, lo que derivó en que California tuviera un déficit de 70 mil millones de dólares.
Lo ocurrido “estremeció a los mercados de todo el mundo y llevó a la destitución del entonces gobernador Gray Davis”.
“Otro fue el desastre energético en Texas” que ocurrió este 2021 durante las heladas que dejó el viento gélido polar en el mes de febrero. Este suceso climático dejó al descubierto “el poco control del estado”, dejando a 4.5 millones de habitantes de la entidad sin electricidad.
La entidad fronteriza aisló su red eléctrica de la nacional con el fin de evadir la supervisión federal y poder así desregular el sector para privilegiar a las empresas privadas, sin embargo, este hecho repercutió también en México, dejando apagones debido a un “déficit de generación” de energía que afectó a millones.
“Las lecciones fueron que cuando las industrias energéticas están dirigidas sólo por entidades con fines de lucro, aumenta la amenaza de inestabilidad nacional. Todo lo cual lleva a justificar los esfuerzos del Presidente López Obrador”, finalizó el medio.