• El Presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra “bien” y “fuerte” tras dar positivo al coronavirus SARS-CoV-2 y sigue “en pleno ejercicio de sus funciones como presidente”, reveló la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Ciudad de México, 25 de enero (EFE/AP/SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta a una enfermedad difícil, la COVID-19, pero lo hace cuando los científicos, quienes llevan casi un año estudiándola durante el día y la noche, presentan eficaces estrategias para combatirla.
El mandatario mexicano, quien según la calculadora de riesgo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene un nivel muy alto, “para cuadro grave” de la enfermedad, debido a su edad, a su peso y a comorbilidades como el alta presión, se sumó el domingo a la lista de al menos 14 líderes mundiales que contrajeron el SARS-COV-2, entre los que destacan dos casos que muestran las diferentes formas en que el virus puede atacar un cuerpo humano: El Primer Ministro británico, Boris Johnson, y el expresidente estadounidense Donald Trump.
En abril, cuando el mundo llevaba pocos meses estudiando al virus que se habría originado en Wuhan, China, Boris Johnson permaneció varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en un hospital de Londres, luego de que los síntomas de COVID-19 se agravaran.
Johnson reveló en mayo que el deterioro de su salud por la COVID-19 a principios de abril llevó a su Gobierno a diseñar una estrategia para afrontar su posible muerte. “Fue un momento muy duro, no lo voy a negar. Tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo muerte de Stalin”, afirmó el jefe de Gobierno en una entrevista para The Sun On Sunday. A Johnson, de 55 años de edad, los médicos le administraron “litros y litros de oxígeno”.
Algo muy distinto vivió Donald Trump, quien en octubre, cuando el mundo ya esperaba por las vacunas y la ciencia ya conocía mucho más de la COVID-19, insinuó tras dejar el hospital que ya era inmune al coronavirus y hasta animó a la gente a salir y no temerle a la enfermedad al escenificar un regreso triunfal a la Casa Blanca.
Si bien el ahora exmandatario estuvo internado en un hospital, su recuperación fue veloz. El trato especial que recibió Donald Trump y que le dio acceso a una medicina experimental para combatir la COVID-19 planteó en ese momento interrogantes acerca de la calidad de los servicios médicos que recibe el estadounidense común.
El laboratorio Regeneron Pharmaceuticals Inc. reveló lo inusual que es que alguien reciba la medicina que se le dio al entonces Presidente sin haberse completado los estudios de rigor. Se cree que la medicina, que genera anticuerpos que ayudan al sistema inmunológico a combatir el coronavirus, es muy prometedora. Trump también recibió el antivírico remdesivir y el esteroide dexametasona, pero es imposible saber si alguna de esas medicinas funcionó.
En diciembre de 2013, el ahora Presidente de México fue sometido a una cirugía coronaria, luego de presentar un infarto de miocardio. En ese entonces, el cardiólogo Patricio Ortiz expuso que el resultado de la intervención fue exitoso.
“Fue posible destaparse [la obstrucción] exitosamente antes de la primera hora en el hospital”, dijo el médico, quien además refirió que el paciente llegó con molestias en el pecho, síntomas de esta afección.
La arteria afectada presentaba placas de colesterol y coágulos que generaron el episodio cardíaco, dijo Ortiz el 3 de diciembre de 2013.
AMLO ESTÁ BIEN
El Presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra “bien” y “fuerte” tras dar positivo al coronavirus SARS-CoV-2 y sigue “en pleno ejercicio de sus funciones como presidente”, reveló este lunes la Secretaria mexicana de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
“Creo que podemos decir con toda sinceridad y franqueza que se encuentra bien, se encuentra fuerte y se encuentra resolviendo y al pendiente de todos los asuntos públicos y atenderá de manera remota algunas reuniones”, explicó Sánchez Cordero, encargada de sustituir al presidente en sus conferencias de prensa matutinas.
López Obrador, de 67 años, anunció el domingo que dio positivo al coronavirus y que tiene síntomas “leves” tras una gira por San Luis Potosí y Nuevo León, mientras que algunos miembros de su gabinete, como el Canciller, Marcelo Ebrard o la Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, se confinaron por haber estado en contacto con el mandatario.
Sánchez Cordero confirmó este lunes que el Presidente ha desarrollado “síntomas leves”, por lo que “es de esperarse una recuperación pronta y satisfactoria”. Asimismo, subrayó que ella sustituirá al mandatario “exclusivamente” en las conferencias de prensa matutinas que éste ofrece cada día a las siete de la mañana.
“El Presidente de todas y todos los mexicanos es uno, el Presidente López Obrador, y debe quedar claro que se encuentra en pleno ejercicio de sus funciones como Presidente de la República”, aseguró.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, López Obrador se encuentra “estable” y “resguardado en su domicilio”, ubicado en el Palacio Nacional, donde vive con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. Un equipo multidisciplinario de especialistas en inmunología e infectología, liderado por el secretario de Salud, el doctor Jorge Alcocer, está al pendiente del jefe del Estado. Asimismo, se está rastreando a los contactos que estuvieron recientemente con el presidente a menos de dos metros y durante un lapso mínimo de 20 minutos.
López Obrador, reacio al uso del cubrebocas en público, estuvo el fin de semana en una gira por el norte del país, donde coincidió de cerca con el Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez; el de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, y varios miembros de su gabinete.
La misma Sánchez Cordero estuvo el sábado con el Presidente y el domingo dio negativo a la prueba rápida, mientras que entre hoy y el martes tendrá el resultado de una PCR.
“Como otros miembros del gabinete, estaré a la espera de resultados de prueba PCR. Si resultase negativa, deberemos realizar otra el miércoles próximo, por ello estaré trabajando desde casa hasta conocer resultados”, anunció este lunes el Canciller Ebrard.
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