Violencia Familiar, Narco y Trata. Baja California Observa a más de sus Niños Morir por la Violencia

BAJA CALIFORNIA 3
  • Las niñas y niños son otras víctimas de la violencia en Baja California. Durante el año que acaba de concluir, las víctimas menores de edad detectadas en las estadísticas de la Fiscalía General del Estado (FGE) fueron 51: del total, 39 en Tijuana, siete en Mexicali, cuatro en Tecate y una en Rosarito.

 

 

Tijuana, Baja California, 12 de enero (ZETA).- Con 2 mil 003 homicidios perpetrados en 2020, y 2 mil 209 el año anterior, Tijuana refleja una reducción de 9 por ciento en la incidencia mortal. Sin embargo, el fiscal central Hiram Sánchez reconoce el aumento de muertes violentas entre menores de edad. De 51 asesinatos de ese sector de la población, 39 ocurrieron en Tijuana el año pasado. Y en la primera semana de 2021, cuatro menores han sido asesinados y dos resultaron lesionados.

De acuerdo con la autopsia forense, los menores tenían entre 7 y 10 años de edad. Sus cadáveres calcinados se localizaron la noche del 2 de enero de 2021 sobre una superficie de terracería a un costado de un montón de basura en la colonia Aguaje de la Tuna en Tijuana.

Estos niños no identificados, a cuyos cuerpos las autoridades aún le realizan estudios para clarificar la causa de muerte y saber si los quemaron vivos o muertos, son dos de los cuatro menores de edad acribillados en Tijuana -y en Baja California- en la primera semana de 2021.

Durante el año que acaba de concluir, las víctimas menores de edad detectadas en las estadísticas de la Fiscalía General del Estado (FGE) fueron 51: del total, 39 en Tijuana, siete en Mexicali, cuatro en Tecate y una en Rosarito.

“Definitivamente ha habido un aumento de víctimas de homicidios niños, porque son niños hasta los 18 años, menores de edad y mujeres”, expuso Hiram Sánchez, fiscal central de Baja California.

Entrevistado por ZETA, detalló que los orígenes de los homicidios de menores de edad en el Estado van en tres vertientes:

  1. Violencia intrafamiliar.
  2. Circunstancial: son hijos, sobrinos o nietos de personas que se dedican a delinquir, en la mayoría de los casos relacionados con la venta de droga al menudeo. No son el objetivo del ataque, pero resultan como daño colateral, “no es poco común que las personas que están cometiendo homicidios lo hagan bajo el influjo de alguna droga”.
  3. Adolescentes que ingresan a la actividad delictiva a muy corta edad. “Hemos detectado un patrón, normalmente empiezan con robo de auto, después pasan al robo con violencia, después al secuestro o levantones y de ahí al homicidio. Fue el caso de los muchachos integrantes de la banda de secuestradores detenidos en abril (2020), los más jóvenes tenían entre 21 y 23 años, pero todos tenían antecedentes por robo cuando eran menores. Y ahora se les está investigando por más de una decena de homicidios”.

El fiscal se refirió al operativo en el que una víctima fue rescatada y nueve jóvenes, incluidas cuatro mujeres, todos entre 21 y 37 años, fueron capturados en Tijuana el 22 de abril de 2020 (otros dos en San Diego, California), tras haber asesinado a un hombre y tirar su cadáver en el Parque Industrial Florido. La madre de uno de los plagiarios también esta presa por secuestro.

– ¿Cuál ha sido la versión de los homicidas detenidos, cuando hay niños como víctimas colaterales?, preguntó ZETA al fiscal Sánchez.

“Es complicado escuchar la versión de los homicidas, porque normalmente se reservan declarar en los hechos que se les imputan, pero la dinámica la mecánica de los hechos nos hace ver que la agresión no iba dirigida a los niños, pero con homicidas bajo los influjos de droga, disparan a todo y a todos, sin mediar si hay familia”.

– Los niños como víctimas colaterales no eran tan comunes en otros años…

“No, pero es parte de la evolución en la comisión de delitos, antes no había este tipo de homicidios por motivos de la lucha por el control de una calle en la venta de droga al menudeo. No había el homicidio por deudas con cantidades tan bajas por droga. Esta involución de los delincuentes de tan bajo nivel que estén armados, ha generado esta violencia”.

 

CUATRO INFANTICIDIOS EN 2021

Alejandro Said tenía 9 años. La madrugada del sábado 2 de enero descansaba en su cama. Dormía boca arriba cuando su madre, Zayra Viridiana Leyva Avilés (Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP), se colocó sobre él y le oprimió una almohada contra la cara. El niño intentó defenderse, su cuerpo presenta evidencias, pero fue inútil. La madre lo superó en fuerza.

Naara Melissa, su hermana de 4 años, presentó menos complicaciones como víctima. Con la niña bocabajo, la mujer solo oprimió su cara contra la cama, con tanta fuerza que el cuerpecito quedo marcado.

Las autoridades ignoran si fue antes o después, pero la mujer escribió dos cartas, una dirigida a su mamá, y otra para Miguel, el padre de los niños, de quien tenía dos meses separada. En ambas refería más o menos lo mismo: que sabía que no entenderían por qué lo hizo, que los quería tener para siempre con ella, que lamentaba lo que había hecho y ella era la púnica culpable.

Varias horas después -los peritos no lo pueden precisar-, la mujer se hizo unos cortes superficiales en las muñecas -aplicó mucha menos fuerza que para asfixiar a los niños- y se ignora si minutos antes o después, llamó al padre de sus hijos -evidenciando que no quería morir-, quien al llegar y encontrar la dantesca escena llamó a los números de Emergencia que recibieron el reporte a las 13:43 horas del sábado 2 de enero.

Las autoridades llegaron al domicilio ubicado en el número B-17 de la Privada Dante en el fraccionamiento Villa Fontana. Paramédicos confirmaron que los hermanos tenían horas de haber muerto, y los policías informaron que a un costado de la cama donde yacían los cadáveres de los niños, encontraron un cuchillo de cocina.

Vecinos entrevistados por ZETA informaron que la madre era una persona reservada y amable, que trabajaba como maestra y nunca se comportó como alguien que pudiera dañar a sus hijos. Impartía clases en la Preparatoria 257 del Valle de Las Palmas.

Casi ocho horas después de este incidente, las autoridades recibieron otro reporte a las 21:09 horas, en este caso se informó que en “la calle Guillermo Prieto a un costado del arroyo, entre Calle Lerdo de Tejada y Calle Río Hondo de la colonia Aguaje de la Tuna, Delegación Sánchez Taboada, oficiales del Grupo de Delitos contra la vida de la Agencia Estatal de Investigación localizaron, sobre superficie de terracería y basura, al lado del arroyo, dos cadáveres calcinados”.

Al día siguiente, desde el Servicio Médico Forense empezó a circular la versión de que se trataba de dos menores de edad, “… no hay seguridad, debemos recordar que cuando calcinan un cuerpo, este se encoge”, argumentaban desde la FGE.

Sin embargo, para el 6 de enero, la fiscalía recibió la confirmación. Los cuerpos quemados pertenecían a dos menores de entre 7 y 10 años. Debido a la edad, ya habían revisado y comparado datos con los reportes de niños desaparecidos, pero al cierre de esta edición, jueves 7 de enero, aún no encontraban datos que coincidieran.

 

MENORES Y NARCOMENUDEO

Entre los 39 menores de edad asesinados en Tijuana durante 2020, tres ocurrieron entre octubre y diciembre, en dos de los casos, las víctimas fueron mujeres.

“A las 15:05 horas del 14 de octubre de 2020, en Calle Guadalajara #4114, Colonia Chamizal, Delegación Mesa de Otay, agentes del Grupo de Delitos contra la Vida de la Agencia Estatal de Investigación, refieren se localiza un cadáver de sexo femenino en posición decúbito dorsal con manchas pardo rojizas en región cefálica”, indicó el reporte oficial.

La víctima fue identificada como Nahomi Vanessa Farías Figueroa, de 16 años. La madre de la menor cruzó a Estados Unidos a trabajar y al dejó encargada con una amiga que vive en la colonia Buena Vista.

De acuerdo a lo dicho por los familiares de la menor, tenía problemas de adicción, y de hecho había estado internada más de una vez en algún centro de rehabilitación. A últimas fechas había tenido varios trabajos como mesera, y hasta antes de su deceso, era empleada en un restaurante de comida china.

El día de su muerte, minutos antes de ser asesinada, a Nahomi le habían dado permiso de quedarse a dormir en el domicilio donde la mataron. Testigos aseguraron haberla visto ingresar a la casa con un hombre desconocido. Pese a que han transcurrido casi tres meses del homicidio, la carpeta no registra avances ni sospechosos.

El cadáver de Karla Melisa Rodríguez Pérez, de 15 años, fue reportado “a las 8:05 horas del 12 de noviembre de 2020 en instalaciones de Hospital General Regional No. 1 del IMSS, oficiales del Grupo de Delitos contra la Vida de la Agencia Estatal de Investigación, refieren que se localizó en el interior del cuarto mortuorio, sobre una plancha metálica, en posición decúbito dorsal, un cadáver del sexo femenino con hematoma en región frontal izquierdo, hematoma bipalpebral bilateral, 2 herida en región cefálica, producida por proyectil de arma de fuego”.

La menor había sido baleada la noche del 4 de noviembre en su domicilio, ubicado en Calle Galileo de la colonia Horóscopo, Delegación El Florido.

Los homicidas se dedican a vender droga, al igual que la madre de la menor. Sabían que esa noche la mujer no estaba y entraron a robar dinero; la menor opuso resistencia a ser asaltada y le dispararon en la cabeza.

“El Lupillo” y sus cómplices son delincuentes conocidos en la colonia y fueron video grabados por cámaras de vigilancia, razón por la cual ya son buscados con orden de aprehensión.

El último menor asesinado el año pasado fue Carlos Santiago Contreras Palafox, de 3 años.

“A las 17:08 horas del 10 de diciembre de 2020, en instalaciones de Hospital General Regional No.20 del IMSS, oficiales del Grupo de Delitos contra la Vida de la Agencia Estatal de Investigación, refieren que se localiza un cadáver del sexo masculino en posición decúbito dorsal, el cual se encuentra en una bolsa para cadáver sobre una camilla metálica, al cual se le aprecian 3 heridas parecidas a las producidas por proyectil de arma de fuego en región de abdomen, 4 excoriaciones y 4 heridas suturadas”.

Al pequeño le dispararon el 27 de noviembre, cuando estaba en el patio de su casa en la calle Josefa Ortiz de Domínguez de la colonia La Cima en Tijuana, la cual ya ha sido investigada por temas de drogas.

El ataque iba contra su padre, quien ya había sido agredido con anterioridad, al igual que un amigo que vive con la familia, identificado como Luis Enrique, a quien le habían disparado cuatro días atrás mientras estaba en una tienda de la colonia.

De acuerdo con la versión de los testigos, dos sicarios y una mujer llegaron bordo de un auto, el padre estaba con sus siete hijos en el patio cuando empezó la balacera y les gritó que entraran a la casa a protegerse

Carlos Santiago no pudo correr, casi de manera inmediata le dijo a su padre que lo habían herido, lo llevaron a la Clínica 33 del fraccionamiento Soler, donde lo estabilizaron y después lo trasladaron a la clínica del IMSS, donde murió.

En este caso, los homicidas también fueron video grabados e identificados, y los buscan con una orden de aprehensión en su contra.

 

MENORES LESIONADOS

A una semana de iniciado el año 2021, otros dos menores fueron baleados y sobrevivieron al ataque en Tijuana.

Primero, el 3 de enero, en la delegación Centenario, en la calle Macedonio Alcalá, afuera de un casino en la Plaza California reportaron lesionado de bala a José Luis BA, alias “El Gato”, de 14 años.

De la escena, los peritos recolectaron 10 casquillos calibre 223 y siete de calibre .40; el menor dijo no haber visto a quienes dispararon y afirmó desconocer la causa del ataque. Testigos reportaron que los matones dispararon desde una camioneta panel color blanca con placas de California que minutos después fue abandonada en la calle Sor Juana Inés de la Cruz.

En el segundo caso, Jesús Guadalupe -sin antecedentes delictivos-, informó que la noche del 5 de enero, un hombre delgado llegó a las afueras de su casa en la calle Colombianos del Infonavit Latinos y gritó su nombre. Al salir, el delincuente le disparó estando de por medio una puerta del patio, lo hirió en una pierna, pero al entrar se dio cuenta que las balas habían alcanzado a su hija Yamilet (de 8 años) en el brazo izquierdo y pidió ayuda a los grupos de emergencia.

La víctima dijo desconocer el móvil, pero las autoridades ya identificaron al agresor y la orden de aprehensión está pendiente.

Caso aparte, es el de Gabriela Flores Vázquez, también atacada a balazos a las 15:36 horas del marte 5 de enero, cuando estaba a bordo de su auto y se encontraba en la gasolinera BP, ubicada en el acceso a la colonia El Mirador, Delegación Playas de Tijuana.

La mujer iba acompañada de dos menores y tuvo fuerzas para huir de la balacera en su contra, pero fue localizada minutos después, muerta. El Volkswagen Passat color negro que conducía estaba parado sobre la calle Prolongación Calle Segunda y Libramiento Salvador Rosas Magallón. Los niños resultaron ilesos.

 

MENOS HOMICIDIOS EN TIJUANA

Durante 2020, en Baja California se cometieron 2 mil 923 homicidios; 2 mil 003 de estos tuvieron lugar en Tijuana, y pese al alto número de muertes violentas, la ciudad registró una disminución del 9 por ciento, comparado con los 2 mil 209 homicidios de 2019, contrario a los expuesto en fechas recientes por el gobernador Jaime Bonilla Valdez.

“Se hizo un análisis y los números reflejan que hubo una disminución, definitivamente”, reiteró el fiscal central Hiram Sánchez.

“Es una estrategia integral en materia de seguridad, el fiscal, cuando llegó, proyectó un plan de persecución penal que se ha seguido, existe una coordinación con todas las autoridades, sin importar el orden de gobierno y por supuesto con la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional”, explicó el funcionario.

De las razones de la mejoría indicó: “Ha habido una mayor y mejor interacción entre los elementos policiacos y los agentes del Ministerio Público, de investigadores de forma conjunta, el primer respondiente y la fiscalía van juntos desde el principio del proceso penal hasta el juicio, eso da solidez y sustento al proceso, y permite que las personas que deban estar, estén en prisión. Más de 420 homicidas sujetos a proceso en prisión preventiva oficiosa, gente que ya no está en la calle cometiendo conductas delictivas, que sabemos que están vinculados con más de un homicidio, sacados de las calles.

“La disminución de la impunidad, necesariamente tiene que incidir en la disminución de esas conductas delictivas. Seguimos siendo la ciudad con más homicidios en el país, pero la tendencia ha sido a la baja. Tenemos que aumentar los esfuerzos”.

Para finalizar, Sánchez Zamora dijo que la Fiscalía General del Estado plantea mejorar los números en el año en curso, “esperemos que al controlar la pandemia puedan ya estar trabajando de tiempo completo todos los servidores de la FGE, nuestra efectividad tendrá que aumentar y disminuir la incidencia”.

Frida C.


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