- No existen registros en México sobre el uso del fentanilo, una droga introducida ilícitamente desde Asia hasta México por el Cártel de Sinaloa; la DEA ubica a Ovidio Guzmán, el hijo de Joaquín Guzmán Loera que fue liberado por el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como el principal contrabandista de fentanilo. Ninguna autoridad, ni de salud ni de seguridad, lleva un recuento de los casos de sobredosis por la potente droga.
Tijuana, Baja California, 1 de diciembre (Zeta).- El fentanilo, una droga sintética familiar de la heroína y la morfina, está causando la muerte e intoxicación de mexicanos en las principales ciudades de la frontera norte, sin que ninguno de los tres niveles de gobierno contemple un registro oficial de los cadáveres que deja a su paso.
Este opioide sintético, 100 veces más poderoso que la morfina y 50 veces más que la heroína, es conocido entre los usuarios de drogas con diversos nombres como China White, M-30 o polvo blanco; el cual consiguen en pastillas, en polvo o mezclada con heroína, cristal, metanfetaminas y cocaína.
No hay pruebas con reactivos para detectar si la persona tuvo contacto con esta sustancia previo a sufrir una intoxicación. Sin embargo, en los últimos cuatro años diversos estudios practicados por asociaciones civiles en la frontera de México con Estados Unidos, han reportado un incremento hasta el 300 por ciento en sobredosis por opioides sintéticos relacionados al fentanilo.
Según datos de distintas asociaciones civiles que trabajan con usuarios de drogas en situación vulnerable, como Prevencasa y Verter en Tijuana y Mexicali, Baja California; San Luis Río Colorado (SLRC) y Nogales, Sonora; el número de casos reportados de sobredosis en estas ciudades aumentó casi el triple de los últimos dos años a la fecha.
Ante esta problemática, ZETA buscó a las secretarías de Salud de Baja California y Sonora para conocer la cifra exacta de muertes por sobredosis de opioides, y en específico de fentanilo en cada uno de los estados fronterizos.
El resultado fue que ninguna secretaría cuenta con las cifras de personas fallecidas por sobredosis de fentanilo; el caso se replicó a nivel municipal en Tijuana, Mexicali, San Luis Río Colorado y Nogales. También se solicitó información al respecto con el Gobierno Federal, pero éste tampoco cuenta con un registro de muertes relacionadas con este opioide.
Ante la inacción gubernamental, la sociedad civil comenzó a realizar sondeos y testeos (pruebas) para detectar la presencia de la nueva sustancia que está causando la muerte a decenas de personas.
El resultado de los estudios realizados por Prevencasa, en conjunto con el Instituto de psiquiatría Juan Ramón de la Fuente, fue positivo a la existencia de fentanilo en las dosis de personas que sufrieron una intoxicación.
En el estudio se recabaron datos desde diciembre del 2018 a abril del 2019, donde el grupo de investigadores presenció 20 casos de sobredosis en Tijuana, de los cuales pudieron rescatar los artículos con los que consumieron la droga cinco de estas personas intoxicadas.
Al realizarse la prueba para ver qué droga se habían inyectado, el resultado fue positivo a fentanilo en los cinco casos. Los usuarios creían haberse inyectado heroína, reportó el estudio.
Datos proporcionados por Cruz Roja Tijuana muestran que de enero a octubre de 2019, se reportaron 90 casos de sobredosis por opioide sintético; mientras que en el mismo periodo, pero de 2020, se han contabilizado 328.
Ante este escenario, el encargado del programa de reducción de daños de Prevencasa en Tijuana, Alfonso Chávez, aseguró que en una semana hay en promedio de dos a cuatro sobredosis al día en la Zona Norte y Centro de Tijuana.
Por otra parte, la directora de Verter, asociación civil localizada en Mexicali que trabaja en otras ciudades como SLRC y Nogales, Sonora, María de Lourdes Angulo Corral, informó que en la asociación sí han registrado un mayor número de sobredosis en comparación con el año pasado.
“Nos han venido a pedir ayuda o nos cuentan los mismos usuarios que ya se dobló (murió por sobredosis) tal; nos piden apoyo, a veces vamos a apoyarlos con naloxona, proporcionada por asociaciones civiles de EU; tanto aquí (Mexicali) como en San Luis y Nogales hemos registrado un incremento de sobredosis”, comentó la directora de Verter.
María de Lourdes Angulo explicó que no tiene un número concreto de muertes por sobredosis de fentanilo porque sus datos radican en lo que comentan los usuarios que atienden o que ellos mismos han presenciado.
Agregó que en las calles de estas ciudades se habla de una nueva sustancia, “más fuerte”, y según las pruebas que han realizado en utilería de personas que consumen drogas inyectables, han detectado que los vendedores de esta droga mezclan el fentanilo con otras sustancias como la heroína y el cristal.
Dijo que han acudido a las autoridades, para pedir información sobre las muertes por intoxicación de fentanilo; hasta han realizado peticiones de información vía transparencia, pero no les han respondido. Al igual que a las solicitudes que ha generado ZETA desde enero de este año y aún no hay respuesta.
“Hemos tenido acercamientos con el Semefo, con los médicos, y cómo están registrando las muertes; porque para todo le ponen en verano ‘muerte por golpe de calor, o frío’, pero realmente no están reportando cuándo son sobredosis, ni especificando por qué tipo de sustancia. No hay registros o datos claros de muertes por sobredosis”, aseguró la activista.
Otro organismo consultado fue el Centro de Integración Juvenil (CIJ), Tijuana-Soler, quienes tienen programas para la atención a usuarios de drogas, ahí el director Raúl Rafael Palacios informó que en la ciudad tienen reportadas solo cuatro personas que han tenido contacto con el fentanilo de manera “oficial”.
El doctor Raúl Rafael señaló que cuando los usuarios compraron la droga, esta no fue vendida como fentanilo, sino como heroína blanca o como China White, y supieron que se trataba de la sustancia porque los usuarios así la reportaron por los efectos que tuvieron con ella.
El CIJ, al igual que las dependencias municipales, estatales y federales de estos estados, indicaron no contar con los reactivos para hacer pruebas y determinar qué sustancia se está consumiendo. Solo Prevencasa y Verter en la frontera, cuentan con estos reactivos gracias a donaciones de asociaciones civiles de Canadá y EU.
“Los adictos no saben qué les están vendiendo, no saben lo que consumen; con tal de quitarse la malilla (síndrome de abstinencia) compran lo que sea. Se habla de personas con intoxicaciones por opioides, pero no sabemos qué opioide era; debemos poder detectar esta nueva droga en el mercado”, comentó el director del CIJ.
Rafael Palacios indicó que en Tijuana se maneja un aproximado de seis mil usuarios de heroína, mismos que están vulnerables a encontrarse con un escenario de intoxicación por fentanilo sin saber lo que se inyectaron. Indicó que a nivel nacional los Centros CIJ realizaron un censo en el que detectaron que en 2019 hubo 152 casos de posibles consumidores de opioides, entre los cuales se encuentra el fentanilo.
También mencionó que en el último informe sobre la Situación del Consumo de Drogas en México se reveló que en tres años hubo 67 casos reportados de consumo de fentanilo; seis en 2015; 24 en 2016; y 37 en 2017. Teniendo una curva ascendente de casos oficiales registrados, sin embargo, no hay datos estadísticos actualizados.
En dicho estudio puntualizan que para la obtención de estos datos se tomó en cuenta únicamente lo referido por el paciente; “ninguna prueba biológica fue realizada para identificar metabolitos en fluidos o muestras biológicas y tampoco se realizaron pruebas químicas para caracterizar la sustancia”.
“TAMPOCO HAY SUFICIENTE MEDICAMENTO
PARA ATENDER SOBREDOSIS”
Rafael Palacios, informó de la existencia de una “cura” para contrarrestar las intoxicaciones de la heroína y el fentanilo, llamada naloxona; un medicamento controlado con receta que ayuda a contrarrestar el colapso del cuerpo durante una sobredosis.
“En general, con todos los opioides se utiliza un antídoto, con esta sustancia pudiéramos revertir el efecto de intoxicación extrema. Sobre la naloxona sabemos de antemano que los servicios de urgencias y las ambulancias tendrían que tenerlo dentro de su stock para estas sobredosis que se presentan por el consumo de heroína y el fentanilo”, explicó.
Sobre este medicamento las asociaciones civiles consultadas por este Semanario, Prevencasa y Verter, señalaron que no hay en las ciudades fronterizas que presentan estos problemas de sobredosis en aumento por el fentanilo; es más, que ni en las ambulancias de Cruz Roja el personal cuenta con este medicamento.
Indicaron que reciben donaciones de naloxona por medio de asociaciones civiles norteamericanas y canadienses como Sonora Prevention Works, ya que el Gobierno Federal no cuenta con el medicamento suficiente.
“No hay naloxona en la ciudad. En las instituciones de salud como Cruz Roja, no siempre tienen. En el Hospital General tampoco, aunque está dentro del cuadro básico. La misma Cruz Roja nos ha dicho ‘no tenemos naloxona’. Esto representa un riesgo para la salud de los usuarios porque a falta del medicamento algunos usan métodos muy fuertes, desde quemarles las plantas de los pies, aplicarles hielo en los testículos hasta inyectarles agua con sal”, dijo el coordinador de Prevencasa.
Ambas asociaciones reparten el medicamento y enseñan a los usuarios de drogas en zonas marginadas de las distintas ciudades fronterizas a usar y administrar la naloxona, para que ellos también puedan ayudar a quien sufra una sobredosis y no pierda la vida.
“Una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud es proveer de naloxona a las comunidades, a la gente que está siendo afectada por sustancias o por opioides sintéticos o no sintéticos para prevenir muertes por sobredosis; es un medicamento costoso, son alrededor de 500 pesos por aplicación en México”, comentó Alfonso Chávez.
“La última vez que vinieron los paramédicos, que ya les habíamos dado el medicamento en alguna ocasión y otra vez les volvimos a dar naloxona porque nos dicen ‘Nosotros la necesitamos cuando nos llaman de emergencia para alguna sobredosis y no la tenemos’”, dijo María de Lourdes Angulo, de la asociación civil Verter.
De acuerdo con la misma Cruz Roja, cuando un individuo sufre una sobredosis de sustancias cómo la heroína o el cristal, se ocupa una sola ampolleta de este medicamento para revertir los efectos negativos, mientras que cuando los mismos usuarios les reportan que combinaron dichas drogas con fentanilo, llegan aplicar hasta cinco ampolletas para evitar la muerte del paciente por una sobredosis.
La falta de un registro oficial de muertes por sobredosis de fentanilo, la ausencia de naloxona para revertir las intoxicaciones extremas por opioides, no son las únicas problemáticas que enfrenta esta población destinada a la invisibilización de las autoridades y la sociedad.
El acoso policiaco, la pobreza, la violencia, la criminalización al consumidor, la discriminación, la negación al acceso a los servicios de salud y el desplazamiento son otras de las problemáticas que afectan a miles de consumidores de drogas inyectables olvidados por los gobiernos federales, estatales y municipales.
“ME HE DOBLADO COMO OCHO VECES DESDE QUE LLEGÓ EL FENTANILO”
Domingo González de 48 años, es usuario de drogas desde los ocho años. Su primer contacto fue con la marihuana, a los 14 se enganchó con la heroína. Aseguró haber tenido intoxicaciones por fentanilo: “me he doblado como ocho veces desde que llegó la China”.
Contó que ha presenciado cómo otros usuarios de heroína se han “doblado” por la China White, sustancia que asegura es más potente que la heroína de goma negra, al igual que el síndrome de abstinencia (malilla) es peor que el de la heroína.
Gilberto Castillo de 57 años, de SLRC y radicado en Mexicali, contó que inició su consumo de drogas a los 15 años; su primera sustancia fue el resistol, posteriormente fue experimentando con drogas más fuertes hasta llegar a combinar la heroína con cocaína o cristal.
Dijo haber probado la China White (fentanilo) en la búsqueda de heroína para inyectarse y bajarse la malilla, pero esto lo puso al borde de fallecer por una sobredosis.
“La China es como la heroína, son como unas piedras blancas y te las dan limpiecitas o las muelen, en polvo. A mucha gente no le gusta eso, una porque cuando llega eso aquí la gente quiere probar y la sustancia es muy fuerte y se malpasan; está muy peligrosa esa”.
“Justamente la semana pasada se me andaba pasando un camarada, lo traje para acá (Verter), porque aquí me dieron unas ampolletas de naloxona y con una de esas pues le di el masaje y respiración de boca a boca, todo eso y ya empezó a reaccionar”.
Gilberto contó que ha llegado a picarse en un día de 8 a 12 veces, para evitar la “malilla” y que requiere entre como mínimo un gramo de heroína o algún opioide, lo equivalente a dos o tres piquetes, lo que tiene un costo de 150 pesos.
“La malilla es un estado muy visceral, da diarrea, ansias, desesperación, irritabilidad y todo eso lo hacen a uno generar cosas indebidas, el querer conseguir de la manera que sea para la sustancia. Una dosis cuesta 50 pesos y alcanza para una, nada más, es un calmante como quien dice, porque yo para ponerme necesito de pérdida medio gramo, o sea dos o tres piquetes” indicó.
“Un piquete de la China, es equivalente a cuatro de heroína; el efecto me dura más y es más potente. Me he llegado a picar hasta 40 dosis en dos días, casi me doblo (sobredosis). Cada dosis me sale en 50 pesos”.
“Sí he conocido a varios que se han doblado por la China. No sabía que contiene eso que dices (fentanilo)”, respondió Omar, de 34 años, que usa de picadero junto con una decena de adictos un callejón en la Zona Norte de Tijuana, llamado “La Venada”.
Por otra parte, Luis, de 54 años, reportó que cuando probó lo que le vendieron como polvo blanco (fentanilo), casi fallece. Él ha visto en menos de dos semanas a dos personas fallecidas por sobredosis después de inyectarse dicha sustancia.
Juan Carlos, de 51 años, tiene heridas visibles en el cuello, brazos y piernas por los “cuerazos”, lesiones producidas por no inyectarse correctamente la sustancia; consume drogas desde los nueve años, Su primera sustancia fue la marihuana y el Resistol; a los 13 se enganchó con la heroína.
“Esta semana, se nos doblaron dos compas; sí le habían estado entrando a la china, al polvo blanco. Esa está muy fuerte y es que ya nos la venden así, luego ni nos avisan qué es y ya cuando nos mal pasamos nos damos cuenta que no era heroína, sino otra cosa”, aseguró.
Las asociaciones civiles consultas y el CIJ coincidieron en que no solo son las autoridades las que no saben qué está produciendo las sobredosis, sino que tampoco los usuarios de drogas saben lo que están consumiendo; solo 1 de cada 10 sabe qué consume.
EL FENTANILO EN SAN DIEGO
En San Diego, California, durante 2019 hubo 152 muertes por sobredosis relacionadas con el fentanilo en el condado. Mientras que en los primeros seis meses de este año, se contabilizan alrededor de 203 muertes relacionadas con el fentanilo, de las cuales 119 han sido confirmadas y otras 84 están pendientes de confirmación. El año pasado en este mismo periodo de tiempo se contabilizaron 84 decesos.
“Las muertes específicamente por fentanilo, en combinación con otras drogas en el condado de San Diego, han aumentado durante años -casi exponencialmente en realidad- desde 2016”, detalló la dependencia de seguridad norteamericana.
LAS RUTAS DEL TRÁFICO DEL FENTANILO
El fentanilo es traficado principalmente por el Cártel de Sinaloa desde que llega a los puertos de Ensenada, Manzanillo y Lázaro Cárdenas, proveniente de China, Hong Kong y Singapur, hasta que cruza por los estados de la frontera mexicana, principalmente Sonora y Baja California.
Así lo informó el departamento de Administración para el Control de Drogas (DEA), en un informe reciente al que tuvo acceso ZETA, donde se destaca el modus operandi del narco mexicano para traficar esta sustancia que ha causado la muerte de más de 80 mil personas por sobredosis en Estados Unidos.
Según las investigaciones de la DEA, el fentanilo y sus precursores cruzan México por las distintas rutas de trasiego de los cárteles mexicanos. Estos cocinan y mezclan el opioide con heroína, cristal, cocaína y metanfetaminas en laboratorios clandestinos, para abaratar los costos de producción.
Según datos de la DEA, el kilogramo de heroína cuesta 65 mil dólares al mayoreo, mientras que el de fentanilo cuesta aproximadamente 3 mil 500 dólares; se estima que de un kilo de China White pueden salir hasta medio millón de dosis.
Mismas que se venden en las calles en 20 dólares cada una; la DEA aseguró que con un kilo en polvo de fentanilo se pueden fabricar más de un millón de pastillas, conocidas como M-30, Dance Fever, Apache o China Girl en EU.
La DEA indicó que en EU existen tres formas de conseguir fentanilo: por receta médica, a través de pandillas como los Latin Kings (relacionados con el Cártel de Sinaloa) y por la Dark Web.
En un reporte de la DEA se lee que el Cártel de Sinaloa (CS), presenta la principal amenaza operativa para EU, ya que posee muchos recursos para distribuir, transportar y contrabandear grandes cantidades de metanfetamina, heroína, cocaína, marihuana y otros opioides sintéticos.
Asegura que el Cártel de Sinaloa explota rutas bien establecidas hacia Arizona y ha perfeccionado los métodos de contrabando para abastecer redes de distribución de drogas ubicadas en todo Estados Unidos.
En dicho, reporte el departamento de Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos señala al estado mexicano de Sonora como el hogar de las principales plazas de narcotraficantes controladas por el Cártel de Sinaloa.
Las plazas se utilizan para descargar, esconder y organizar drogas, dinero y armas; además, la influencia del CS en Arizona se está fortaleciendo a medida que continúa ganando el control de corredores y rutas adicionales de tráfico de drogas en Sonora y Baja California.
La DEA asegura que en los últimos 10 años, México ha aumentado significativamente la producción de heroína, lo que trae como consecuencia que se reduzca el precio de la droga en el mercado estadounidense.
LOS DECOMISOS
Desde enero de este año, en San Diego se han incautado más de 12 mil kilogramos de fentanilo y metanfetamina. Un aumento de más del 70 por ciento, respecto a 2016. Aproximadamente el 85 por ciento del fentanilo incautado (447 kilogramos de 524 kilogramos) que ingresó a los Estados Unidos fue a través de San Diego en 2017.
En México, de acuerdo con información otorgada por el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González, entre el 1 de enero y el 16 de septiembre del 2020, se han decomisado mil 40 kilogramos de fentanilo en México. Lo que refleja un aumento de 456 por ciento comparando lo decomisado en 2019 en ese mismo periodo de tiempo, que fue 184 kilos.
También expuso que Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, es uno de los principales exportadores de fentanilo y metanfetaminas a los Estados Unidos. Datos proporcionados por la misma secretaría, el 2 de abril del 2018, indicaron que la Corte Federal de Columbia, en Estados Unidos, giró una orden de aprehensión por los delitos de asociación delictuosa para distribuir drogas en su contra.