
- En la declaración de culpabilidad presentada en la audiencia de Joaquín Guzmán López, se detalla cómo se orquestó el secuestro de «El Mayo» Zambada.
Los Ángeles, 2 de diciembre (LaOpinión).- Tras declararse culpable por cargos de narcotráfico ante una Corte en Chicago, Joaquín Guzmán López admitió haber participado en el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada para entregarlo a las autoridades estadounidenses.
De acuerdo con la declaración de culpabilidad, Guzmán López confesó que citó a “El Mayo” Zambada, a quien nunca se refirieron por su nombre, sino con el apodo “Individuo A” para una reunión que, en realidad, era una trampa orquestada por «Los Chapitos».
Para convencer a Zambada de ir al encuentro el 25 de julio en Sinaloa, Guzmán López le comunicó que el objetivo de la reunión era “resolver un desacuerdo” en el que también estaban involucradas otras personas.
El objetivo del secuestro, según se explica, era “recibir un crédito de cooperación” con el gobierno de Estados Unidos, lo que podría traducirse en beneficios judiciales.
Sin embargo, los fiscales estadounidenses rechazaron la posibilidad de conceder cualquier beneficio, asegurando que Washington “no solicitó, indujo, sancionó ni aprobó” dicha operación, aunque tampoco colaboraron con las autoridades mexicanas en lo que claramente representó un delito.
El día del secuestro, Joaquín Guzmán le pidió al “Individuo A” que fuera a hablar con él en una sala privada del edificio, donde, sin que la víctima lo supiera, había quitado el cristal de una ventana que iba del suelo al techo.
Una vez que ambos hombres estuvieron solos en la sala, Guzmán López cerró la puerta con llave. En ese momento, bajo la coordinación de Guzmán López, varios hombres que trabajaban para él entraron en la sala por la ventana y esposaron a “El Mayo”, además de ponerle una bolsa en la cabeza, según se describe en la declaración.
Los hombres, que portaban armas de fuego, sacaron al “Individuo A” por la ventana y lo colocaron en el asiento trasero de una camioneta que los esperaba. Guzmán López también subió a la camioneta, que condujo de 10 a 15 minutos hasta una pista de aterrizaje donde los esperaba una avioneta.
Los hombres subieron al “Individuo A” a la avioneta, a la que también subieron Guzmán López y un piloto. “El individuo A” estaba atado con bridas a uno de los asientos. Después del despegue del avión, Guzmán López preparó una bebida con sedantes, algunos de los cuales bebió él mismo y otros se los dio.
Como Guzmán López había indicado previamente, el piloto voló el avión de México a Estados Unidos, y el avión aterrizó en Nuevo México. Guzmán López coordinó y cometió el secuestro del “Individuo A”, entre otras razones, con la esperanza de recibir crédito por cooperación del gobierno de Estados Unidos para él y su hermano.
De esta manera, se detalla cómo se orquestó un secuestro en México y se prolongó a territorio estadounidense, lo cual representó un delito flagrante que de alguna manera el gobierno estadounidense encubrió para su propio beneficio: tener finalmente a «El Mayo» Zambada detrás de las rejas.




