Hablan las Familias Mexicanas a las que Philips Regaló… “Ventiladores de la Muerte” - Lacallelibre

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  •  Familiares de pacientes que murieron durante la pandemia de COVID-19 presentaron en México una demanda colectiva contra Philips por los ventiladores defectuosos que, según alertas internacionales, liberaban partículas tóxicas. Jesús y Miriam son dos de los demandantes que perdieron a un ser querido. Ellos ahora exigen justicia y reparación, mientras la multinacional neerlandesa insiste en que ha hecho un retiro voluntario de los equipos desde 2021.

 

Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).- Cuando Miriam Vivanco tuvo que internar a su padre, Gabriel Vivanco López,  le repetían por teléfono que todo iba bien, que su salud era estable, que los médicos lo tenían controlado e incluso que ni siquiera tendría que estar hospitalizado. No obstante, 10 días después le informaron que debía ser intubado, pero que en ese hospital no había personal que hiciera el procedimiento. Miriam tuvo que moverlo por sus propios medios al hospital de especialidades en San José, donde lo intubaron. Al paso de 12 días, Miriam recibió una llamada cerca de la medianoche: su padre había muerto.

El padre de Miriam fue uno de los miles de pacientes intubados en 2021, durante la segunda ola de COVID-19, cuando los hospitales del país estaban saturados y los ventiladores mecánicos se habían vuelto el recurso más preciado. Para ese entonces ya existían las alertas sanitarias emitidas desde 2021 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), sobre las deficiencias y riesgos de esos aparatos de la marca Philips. En México había al menos unos 5 mil 500 en todo el país; 2 mil donados por la empresa neerlandesa al Gobierno y 3 mil 500 colocados a través de su entonces distribuidora: Healthcare Systems.

Miriam se enteró años después que algunos de los ventiladores utilizados en hospitales mexicanos presentaban defectos de fabricación: una espuma usada para reducir el ruido se degradaba y liberaba partículas tóxicas y gases cancerígenos. Esa información trascendida en medios, junto con el hecho de que en otros países la empresa ya había sido sancionada, la llevó a contactar a los abogados que hoy encabezan una demanda colectiva contra la multinacional neerlandesa.

Abogados mexicanos, encabezados por el abogado Eduardo Fuentes Celestrín preparan una serie de demandas colectivas contra la empresa. La primera fue presentada el pasado 6 de octubre de 2025 y reúne a 43 víctimas directas e indirectas, de las cuales 27 corresponden a familiares de personas fallecidas. Sin embargo, los abogados informaron que ya suman 70 personas interesadas en integrarse a nuevas demandas colectivas, y estiman que el 80 por ciento de los casos registrados corresponde a muertes atribuidas al uso de estos equipos.

Miriam no puede comprobar si el ventilador que usaron con su padre fue uno de esos modelos, pero se unió a la demanda colectiva porque considera que la empresa debe asumir su responsabilidad “Obviamente ellos como personal médico no te van a entrar en detalles ni te van a decir con qué marca intuban. Eso ya le correspondía a la empresa. Lamentablemente estamos en un país donde la corrupción impera. Es lamentable que lucren con la salud de las personas, narró la mujer en entrevista.

El señor Gabriel Vivanco, padre de Miriam, enfermó en la segunda ola de contagios de COVID-19, en abril de 2021. Primero lo internaron en el hospital de La Margarita, en Puebla, y luego fue trasladado por el IMSS a la clínica 6, en Plaza San Pedro. Por vía telefónica, los médicos le decían que no estaba tan grave, sin embargo, días Después le informaron que tenía que ser intubado.

Ahí permaneció entre diez y doce días. “El pronóstico era bueno porque no se iba complicando”, contó. Ella incluso ofreció llevar medicamentos si los necesitaban, pero los médicos le respondían que todo estaba bien. Hasta que, una noche, recibió la llamada que confirmaba su muerte.

“Todo fue tan rápido porque por la pandemia no te permitían contacto con el paciente, había mucha restricción. En mi caso fue casi casi: ‘aquí te lo entregamos y ve y lo entierras’”, narró en entrevista. El acta de defunción, destacó la familiar, indicaba complicaciones por COVID e intubación.

 

La historia de Miriam no es aislada.

Jesús Ramírez Solvera también perdió a su esposa, María Teresa Enríquez Salazar, en los primeros días de 2021, cuando la saturación hospitalaria hacía casi imposible conseguir atención médica y cuando ya existía la alerta de la FDA sobre los ventiladores Philips: “No había hospitales, estaba colapsado el sistema hospitalario del país”, recuerda.

Después de varios días de buscar un lugar, consiguió ingresarla al Hospital Ángeles de la colonia Roma el 12 de enero. “Iba muy mal, lamentablemente falleció el 13 de enero, un día después”, narró.

Jesús y Miriam forman parte de las 43 personas que presentaron la primera demanda civil y penal contra Philips en México. Aunque Jesús reconoció que nunca supo qué equipo se usó para intubar a su esposa sí destacó que precisamente ese es uno de los reclamos de las familias: “cuando tu enfermo entra al hospital, ya no sabes. Lo último que puedes revisar es con qué marca de equipo lo están atendiendo. Vas a que te atiendan un tema de salud, no a revisar las marcas”.

La pandemia finalizó, de acuerdo con la OMS, en mayo de 2023. En México, más de 420 mil personas murieron por COVID y cerca de 250 mil más por causas indirectas, relacionadas con la atención prioritaria de pacientes enfermos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de 2022.

Las historias de Jesús y Miriam comparten, al igual que miles, el dolor de haber perdido a un ser querido durante la pandemia de la Covid, pero además, en su caso, también comparten el mismo reclamo: justicia y reparación.

Ninguno puede afirmar con certeza que los equipos usados con sus familiares eran de Philips. Pero ambos saben que su dolor forma parte de un patrón más amplio, que desigualdad en la respuesta ante una tragedia compartida.

“Yo me quedé con dos niñas, de 8 y 9 años. Hoy tienen 13 y 14. Es una situación que te cambia la vida totalmente, algo con lo cual uno aprende a vivir. Pero también es algo por lo que pedimos justicia. Que se siente un precedente, que esto no vuelva a pasar”, destacó Jesús.

“Son pérdidas que no te que no te esperas. O sea, el hecho de que internes a alguien significa que van a tratar de que salga adelante, que vaya evolucionando su salud, no al contrario”, abundó Miriam

La demanda colectiva, en la que participan Jesús y Miriam, fue presentada en tribunales federales y ante la Fiscalía General de la República y su argumento tiene como base las alertas sanitarias emitidas desde 2021 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), que descubrió que la espuma de poliuretano PE-PUR usada para reducir el ruido en los ventiladores se degradaba con el tiempo, liberando partículas tóxicas y gases cancerígenos que podían ser inhalados por los pacientes.

Alejandro Rojas, abogado representante de la demanda colectiva, acusó que Philips desde el 2021 ya tenía pleno conocimiento de diversas afectaciones de estos respiradores y no hizo nada. “Seguían siendo utilizados en hospitales públicos, en hospitales privados. Aquí tenemos personas que acudieron a múltiples hospitales del sector público, militares, privados, a lo largo y ancho del país y no tenían ni siquiera la información al momento de haber sido atendidos de que esos respiradores tenían defectos y eso es algo que nosotros consideramos que debe de ser reparado”, dijo en entrevista.

La pandemia finalizó, de acuerdo con la OMS, en mayo de 2023. En México, más de 420 mil personas murieron por COVID, pero se desconoce la dimensión del número de víctmas que pudieron dejar los ventiladores dañados. Foto: Cuartoscuro

Una persona llega al Hospital de los Venados con posibles síntomas de Covid-19.

El abogado indicó que los principales afectados en México y que se busca incorporar en esta demanda son usuarios de distintas regiones del país, e incluso personas que residen en Estados Unidos pero fueron atendidas en hospitales mexicanos durante la pandemia.

“Aquí no se trata únicamente de reparar los daños de los familiares que fallecieron, también se trata de indemnizar a las personas que dependían económicamente de las víctimas”, añadió.

Asimismo, destacó que la demanda busca una reparación integral del daño conforme a lo establecido en la Ley General de Víctimas. “Son medidas de restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y no repetición. Eso es lo que se está solicitando a Philips México”, explicó.

Por su parte, Jesús –quien perdió a su esposa– insiste en que lo que reclaman no es algo extraordinario. “En Estados Unidos, Canadá y Europa, Philips ya pagó por los daños que causaron esos equipos. Entonces, ¿por qué en nuestro país no? Negociaron con la salud de muchísima gente. Y aunque los hayan donado, eso no los exime de responsabilidad”, puntualizó.

La empresa Philips emitió en septiembre pasado un comunicado en el que aseguró estar realizando el retiro voluntario de sus ventiladores modelo E30, aunque atribuyó la falta de cumplimiento total a factores ajenos a su control.

“Desde 2021, Philips ha trabajado de cerca con COFEPRIS, hospitales y distribuidores para garantizar que estas unidades E30 sean retiradas de manera segura; sin embargo, no controlamos las decisiones de inventario hospitalario, por lo que hemos instado de manera constante a los proveedores de salud a seguir las guías sobre suspender su uso y desechar las máquinas”, señaló la compañía en su comunicado.

Tras el anuncio de la nueva demanda colectiva, la propia COFEPRIS emitió el pasado 10 de octubre un boletín en el que solicitó a hospitales y centros de distribución inmovilizar y segregar los ventiladores Philips E30 que aún permanezcan en sus instalaciones, además de pedir a los proveedores que procedan con su retiro.