
- En el marco del acuerdo de estabilización cambiaria por 20 mil mdd que Estados Unidos firmó con Argentina para superar su crisis económica, el Presidente Donald Trump afirmó que el país sudamericano está muriendo, lucha por sobrevivir y que no tienen nada.
Ciudad de México, 20 de octubre (SinEmbargo).– “Argentina está luchando por su vida. Nada los está beneficiando. ¿Entiendes lo que significa? No tienen dinero, no tienen nada, están luchando duro por sobrevivir, están muriendo”. El Presidente de Estados Unidos definió así a Argentina: un país que “no tiene dinero, no tienen nada, están luchando fuerte para sobrevivir”. Donald Trump agregó: “Si puedo ayudarlos a sobrevivir en un mundo libre… el Presidente de Argentina está haciendo lo mejor que puede, pero están muriendo”.
“Podríamos comprar algo de carne de Argentina. Si lo hiciéramos, los precios bajarían”, explicó el jefe de Estado a la prensa a bordo del avión Air Force One de camino a Washington.
Hoy el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la suscripción de un acuerdo de estabilización cambiaria con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, por un monto de hasta 20 mil millones de dólares. Más dinero, más deuda. La autoridad financiera dice que Estados Unidos busca “contribuir a la estabilidad macroeconómica de la Argentina, con especial énfasis en preservar la estabilidad de precios y promover un crecimiento económico sostenible. El acuerdo establece los términos y condiciones para la realización de operaciones bilaterales de swap de monedas entre ambas partes”.
Dinero, dinero. Toneladas de dinero que ha invertido Washington en su socio, pero no se sabe si realmente va a funcionar. “No tienen dinero, no tienen nada, están luchando duro por sobrevivir, están muriendo”. La frase de Trump es brutal. Pero le ha ganado fuertes críticas.
“En su segundo discurso inaugural, en enero, Donald Trump no podría haber expresado sus intenciones más claramente: ‘Durante cada día de la Administración Trump, simplemente pondré a Estados Unidos primero’. Pero la semana pasada, cuando Trump se reunió con Javier Milei para discutir el paquete financiero de 20 mil millones de dólares que el Departamento del Tesoro ha propuesto para estabilizar el peso argentino, el Presidente tocó una melodía diferente. Milei, un aliado de Trump y conservador de extrema derecha que se dedica a recortar programas gubernamentales y hacer una hoguera de regulaciones, ha apostado mucho por mantener el valor de la moneda de su país. ‘Solo ayudar a que una gran filosofía se apodere de un gran país’, dijo Trump. ‘Argentina es uno de los países más hermosos que he visto, y queremos verlo triunfar, muy simple’”, dice John Cassidy, redactor de The New Yorker desde 1995, autor de una columna regular sobre economía y política: «The Financial Page».
Al día siguiente, el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, reiteró el compromiso de Estados Unidos con Argentina que, a pesar de su atractivo, también está muy endeudada, enfrenta constantes problemas y no es un socio comercial importante de Estados Unidos. Cassidy da un dato: El año pasado, Estados Unidos exportó bienes y servicios por valor de 16 mil 500 millones de dólares a Argentina, en comparación con 384 mil 400 millones a México y 78 mil 700 millones a Brasil. Bessent afirmó estar trabajando en otro paquete de apoyo de 20 mil millones de dólares, financiado en este caso por bancos y fondos de inversión, en lugar del contribuyente estadounidense, que es independiente de los 20 mil millones ya entregados.
“Milei, elegido en noviembre de 2023, es una figura clave en la política latinoamericana. Al igual que Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, llegó al poder presentándose como un populista descarado y antisistema. Aunque a veces se le compara con Trump, Milei se identifica más como un economista de libre mercado de la escuela austriaca, comprometido con el libre comercio, los mercados sin restricciones y el desmantelamiento del Gobierno. [Se ha descrito a sí mismo como un ‘anarcocapitalista’]. Para algunos conservadores estadounidenses, es una figura inspiradora”, explica el periodista de The New Yorker.
Durante su primer año en el cargo, Milei introdujo una “terapia de choque” económica, recortando el gasto público en aproximadamente un 30 por ciento, en parte mediante el recorte de las pensiones y la reducción de los salarios de los empleados públicos. Estas políticas de austeridad extrema ayudaron a Argentina a registrar un superávit presupuestario en 2024 por primera vez en catorce años. La tasa de inflación ha bajado de aproximadamente un ciento sesenta por ciento a menos del cincuenta por ciento.
Y en febrero, “Milei apareció en Maryland en la CPAC, la reunión anual conservadora, donde le regaló una motosierra a Elon Musk. En abril, el Fondo Monetario Internacional, que durante décadas ha promovido versiones de las políticas de austeridad y desregulación que adoptó Milei, recompensó a Argentina con un nuevo préstamo de 20 mil millones de dólares. Un comentarista comprensivo aclamó el ‘milagro económico de Milei’”, dice el periodista.
Pero “cualquier esperanza de que el nuevo préstamo del FMI pudiera poner fin a la necesidad de Argentina de apoyo externo se desvaneció rápidamente. Los recortes de gastos de Milei impusieron fuertes costos a jubilados, empleados públicos y otros que dependían del Estado. Prometió que sus duras políticas desatarían una ola de inversión y expansión, pero en el primer semestre de este año, la incipiente recuperación económica del país se estancó. El desempleo comenzó a aumentar de nuevo. Las empresas también sufrieron, y la popularidad de Milei disminuyó”, dice el autor de la columna «The Financial Page». “A principios de septiembre, tras la derrota de su partido en las elecciones locales en la provincia de Buenos Aires, los comerciantes abandonaron el peso, que el Gobierno había vinculado al dólar para contener la inflación. [Cuando el valor de una moneda cae, las importaciones se encarecen, lo que impulsa el alza de los precios generales]. Hasta que la Administración Trump llegó al rescate, Milei se enfrentaba a la perspectiva de una crisis monetaria como la que Argentina ha experimentado en muchas ocasiones”.
El periodista dice que, en las últimas dos semanas, Estados Unidos “ha entrado en los mercados y comprado pesos por cuenta propia en dos ocasiones. Bessent también ha sugerido que el Tesoro podría comprar bonos del gobierno argentino, aunque no parece haber dado este paso hasta ahora. Existe un precedente de la administración Clinton que utilizó el FSE en 1995 para apoyar a una economía mexicana en crisis después de que el Congreso se negara a aprobar un rescate. Pero ese paquete de rescate fue para un importante socio comercial, se coordinó con el FMI e impuso condiciones estrictas al gobierno mexicano. Una de ellas fue que México comprometiera parte de sus ingresos petroleros como garantía para el préstamo estadounidense, que finalmente se pagó antes de lo previsto. El rescate de Argentina es puramente estadounidense y, al menos públicamente, no parece tener ninguna condición”.
“En términos políticos, el paquete de rescate para Argentina podría terminar siendo un albatros alrededor del cuello de Trump. Incluso algunos de sus aliados republicanos lo han criticado”, agrega. En efecto: la congresista de Georgia Marjorie Taylor Greene dijo: “Los estadounidenses están siendo diezmados con el alto costo de vida y los costos de los seguros por las nubes… Díganme cómo es que Estados Unidos primero rescata a un país extranjero con 20 mil millones o incluso 40 mil millones de dólares de los contribuyentes”.
Pero Bessent insiste en que el rescate no es un rescate financiero porque, según el acuerdo de swap de divisas, Argentina intercambia pesos por dólares. “Pero el gobierno estadounidense no necesita pesos. Espera que se le devuelva eventualmente en dólares, y no está claro cuándo, o si, el gobierno de Buenos Aires estará en una posición lo suficientemente fuerte como para hacerlo. En una admisión tácita de que apoyar a Milei podría resultar costoso, Bessent ha argumentado que vale la pena hacerlo por razones estratégicas”.