
- Una peregrinación para sembrar su legado de lucha y esperanza
Por Luz del Alba BELASKO
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Octubre 2025. – Un año después de su partida física, la figura del Padre Marcelo Pérez Pérez, el sacerdote tsotsil que se convirtió en un faro de fe y resistencia para los pueblos indígenas de Chiapas, sigue más viva que nunca. Bajo la consigna “Un Año de Luz y Esperanza”, el Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal convoca a una masiva peregrinación este 20 de octubre para conmemorar el primer aniversario de su “Pascua” – término teológico que se refiere a su paso a la vida eterna.
La cita es a las 9:00 de la mañana en el Crucero de San Andrés Larráinzar, comunidad con la que el Padre Marcelo mantuvo un vínculo profundísimo. A las 10:00 horas, los miles de fieles esperados iniciarán una caminata simbólica que culminará con una Eucaristía por la paz y la unidad, dos de los anhelos que marcaron la labor pastoral del sacerdote.
¿Quién Fue el Padre Marcelo? Más Allá del Sacerdote
Marcelo Pérez Pérez no fue solo un líder religioso. Nacido en la comunidad tsotsil de Chicumtantic, municipio de San Juan Cancuc, su ministerio estuvo intrínsecamente ligado a la defensa de los derechos de los pueblos originarios y a la denuncia profética de las injusticias.
- Discípulo del Espíritu de Samuel Ruiz: Fue un fiel continuador de la teología y pastoral impulsada por el obispo Samuel Ruiz García, basada en la «opción preferencial por los pobres» y la teología indígena. Bajo este marco, trabajó incansablemente por una iglesia «con rostro indígena», donde las comunidades pudieran vivir su fe sin renunciar a su cultura y lenguas.
- Mediador en Tiempos de Guerra: Durante el conflicto zapatista de 1994 y en los años posteriores, el Padre Marcelo, junto con otros sacerdotes y la diócesis, jugó un papel crucial como mediador y constructor de paz. Recorrió comunidades desplazadas, abogó por el diálogo y se erigió como una voz de razón en medio de la polarización.
- Defensor de los Derechos Humanos: Su compromiso lo llevó a denunciar constantemente la militarización, los grupos paramilitares, la pobreza estructural y la desaparición forzada. Fue un pilar para organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), al que apoyó desde sus inicios.
- Párroco del Pueblo: En su labor como párroco en comunidades como San Andrés Larráinzar, fue conocido por su sencillez, su cercanía con la gente y su capacidad para escuchar. «Sembró esperanza y dignidad», como lo expresa la convocatoria, empoderando a las comunidades para que fueran protagonistas de su propio destino.
El Contexto Actual: Una Peregrinación con Sentido de Urgencia
La convocatoria a esta peregrinación no es solo un acto de memoria, sino también una acción con profundo significado político y social en el Chiapas actual.
La Diócesis de San Cristóbal, ahora bajo el liderazgo del Obispo Rodrigo Aguilar Martínez, ha mantenido una postura crítica ante el recrudecimiento de la violencia en el estado. El aumento de los grupos armados, los conflictos territoriales, la migración forzada y la crisis humanitaria en varias regiones hacen que el mensaje del Padre Marcelo sea hoy más relevante que nunca.
La caminata y la Eucaristía por la paz son una clara interpelación a las autoridades y a la sociedad en general, recordando que la solución a los conflictos no está en la fuerza, sino en la justicia, el diálogo y el respeto a los derechos de los pueblos.
Un Legado que Camina
«Actuemos y oremos juntas y juntos, como Pueblo de Dios», es el llamado final. Esta frase encapsula el espíritu del Padre Marcelo: la fe puesta en acción. La peregrinación del 20 de octubre no será solo una marcha de luto, sino una afirmación colectiva de que su lucha por un Chiapas más justo y humano continúa. Sus pasos, ahora, serán los de miles, llevando su luz y su esperanza por los caminos que él tanto recorrió.