Opinión Reforma y Operativos en Aduanas: Liderazgo y Firmeza del Estado - Lacallelibre

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Por Emilio Ulloa

El rostro de un gobierno se mide en su capacidad para enfrentar los problemas que otros dejaron crecer. Hoy, México demuestra que la corrupción, el contrabando y el robo de combustibles ya no tienen cabida. La presidenta Claudia Sheinbaum ha dado un paso decisivo al anunciar una nueva Ley de Aduanas, diseñada para cerrar de una vez por todas las puertas por donde históricamente se fugaron recursos de la nación.

La contundencia de esta política no se limita al terreno legislativo: se refleja en los operativos que han comenzado a transformar la realidad. En Tampico, la incautación de 10 millones de litros de diésel robado y la detención de empresarios, marinos y funcionarios implicados constituye un hecho histórico. Es el mensaje de que el Estado ya no tolerará privilegios ni redes de impunidad.

Aquí destaca el papel del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien ha demostrado una vez más eficacia y firmeza en la coordinación de estas operaciones. Su estilo, profesional y sin concesiones, ha devuelto confianza a la ciudadanía en que la seguridad pública puede tener resultados tangibles.

Igualmente trascendente ha sido la labor de la Fiscalía General de la República, cuya autonomía y compromiso con la legalidad permiten que las investigaciones no queden en el aire, sino que se traduzcan en procesos judiciales claros. Su papel es la garantía de que no habrá impunidad.

Pero el cambio no solo se mide en operativos exitosos, sino también en resultados financieros inéditos. México ha superado por primera vez el billón de pesos en recaudación por impuestos de importación, lo que equivale a cerca del 35% del presupuesto federal de este año. Este logro se alcanza durante el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, que ha hecho del fortalecimiento del sistema aduanero una palanca estratégica para el desarrollo económico y la protección de las industrias nacionales.

De acuerdo con la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), esto representa un crecimiento del 28% respecto al año anterior: de poco más de 850 mil millones de pesos en 2024 a más de un billón en 2025, es decir, unos 200 mil millones de pesos adicionales para las arcas públicas. Uno de los factores clave ha sido la acción decidida de Alex Tonatiuh Márquez, Director de Investigación Aduanera, quien ha logrado reducir en más de 40% el ingreso de mercancía ilegal que antes evadía impuestos.

Esta recaudación histórica no es solo una cifra: es la posibilidad de financiar infraestructura estratégica —carreteras, transporte, conectividad regional, desarrollos industriales— que elevarán la competitividad de México y generarán empleos dignos. Además, el fortalecimiento del control aduanero protege sectores nacionales que antes sufrían la competencia desleal del contrabando, como el calzado (250 mil empleos directos), el textil (más de 500 mil) y el acero (más de 700 mil).

El gobierno de la presidenta Sheinbaum sostiene con razón que la recaudación aduanera no es solo cuestión de ingresos, sino de justicia económica: cada peso recaudado fortalece la capacidad del Estado para invertir en desarrollo y asegura que todos quienes participan en la economía lo hagan en condiciones de legalidad y equidad.

Alex Tonatiuh Márquez ha sido pieza clave en este resultado histórico, reconocido por su capacidad para coordinar operativos de alto impacto y por modernizar los esquemas de fiscalización en las aduanas.

Con esta nueva etapa, México redefine sus aduanas como un instrumento de competitividad, legalidad y desarrollo, y envía un mensaje claro: el Estado ha recuperado el control y defiende con firmeza los intereses de la nación.

Porque cuidar las aduanas no es un asunto técnico: es un acto de soberanía. Y hoy, bajo este liderazgo, el país camina con paso firme hacia un futuro de legalidad, desarrollo y justicia.

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