
Por Ana Valeria Castro
Toluca, México a 10 de Julio de 2025.- En medio del proceso de selección para la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), el activista y abogado José Humberto Pérez Espinosa, conocido como “Hubertus”, al presentar su comparecencia ente los legisladores, indicó que para lograr una verdadera transformación en la Codhem, su plan propone integrar una red de visitadurías con tres áreas estratégicas como la defensa de derechos políticos y civiles; la vigilancia sobre los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales (DESC); y una tercera enfocada en grupos vulnerables como mujeres, niños, personas LGBTIQ+ y víctimas de violencia estructural.
Uno de los aspectos más contundentes de su propuesta es el combate frontal a la fabricación de delitos por parte de las autoridades judiciales. En su exposición denunció que miles de personas están siendo procesadas injustamente por acciones irregulares de la Fiscalía del Estado. Como respuesta, propuso la creación de una visitaduría especial dedicada al sistema penal acusatorio, con la participación de especialistas nacionales e internacionales.
Esta instancia dijo, revisaría los procesos desde la detención hasta la integración de las carpetas, para verificar si se cumplieron los protocolos adecuados y si los derechos humanos de los imputados fueron respetados. Aseguró que, si se demuestra una investigación mal fundamentada, debería impedirse el avance a juicio, lo cual representaría un freno a la criminalización injustificada de personas inocentes.
La comparecencia no estuvo exenta de momentos tensos. Legisladores cuestionaron por la existencia de una carpeta de investigación en su contra por presunta violación, derivada, según explicó el propio aspirante, de una campaña orquestada por funcionarios de la Fiscalía mexiquense tras su participación en la defensa de familias despojadas de sus terrenos.
Negó categóricamente los señalamientos y sostuvo que ya había sido exonerado, presentando documentación ante la Junta de Coordinación Política y asegurando que incluso la embajada estadounidense le otorgó una visa tras una investigación exhaustiva. Afirmó que se trató de un intento de represalia por su activismo, y que confía en que la verdad y el debido proceso prevalecerán.
“Me investigaron sin avisarme, con irregularidades procesales evidentes. La justicia no puede utilizarse como arma política para callar voces incómodas”, señaló con firmeza.
Por otro lado, Osiris Ramírez Prado presentó un ambicioso proyecto que plantea un giro total en el actuar de este organismo. En una comparecencia marcada por firmeza y señalamientos, el aspirante sostuvo que la Codhem necesita pasar de ser una institución meramente observadora a convertirse en un actor activo, con verdadera capacidad para transformar la realidad social desde una perspectiva cercana, jurídica y comunitaria.
Durante su intervención ante las y los legisladores, Ramírez Prado propuso una estrategia de campo basada en el involucramiento directo de la Comisión con la ciudadanía, desplazando la tradicional visión burocrática que, aseguró, ha mantenido a la Comisión como un ente subordinado al poder político estatal. A su juicio, es imprescindible que la Comisión recupere su autonomía real y se sacuda de prácticas de subordinación al Ejecutivo.
El exdefensor de los derechos universitarios planteó como eje rector la necesidad de que el organismo salga de sus oficinas y establezca contacto directo con la gente en calles, colonias, centros educativos, y espacios públicos.
“No se trata solo de estar cerca de la sociedad, sino de involucrarse en su dolor, en sus batallas diarias, en los abusos que enfrentan a manos de autoridades o por omisiones del Estado”, expresó.
Añadió que el nuevo rostro de la Codhem debe ser el de un organismo combativo, que defienda activamente a quienes sufren atropellos, sin temor a los intereses políticos.
De igual manera destacó que su visión no proviene únicamente del ámbito académico, aunque ha sido docente universitario por más de dos décadas. Subrayó que ha ocupado cargos clave tanto en la administración pública como en instituciones educativas y estuvo como defensor honorario de los derechos universitarios, una experiencia que, según él, le permitió comprender la complejidad de la defensa en contextos institucionales y con jóvenes en formación.
Finalmente, ambos reiteraron su compromiso de transformar a la Codhem en un organismo autónomo, combativo y profundamente ligado al sentir ciudadano. Propuso establecer una agenda legislativa conjunta con el Congreso local para impulsar reformas estructurales que garanticen la defensa efectiva de los derechos humanos en el Estado de México.
“Tenemos que dejar de simular. Ya basta de recomendaciones que no se cumplen, de visitadurías que no actúan, y de una comisión que calla ante el poder. Es hora de reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones”, coincidieron.