
- En entrevista con «Los Periodistas», Brenda Quevedo Cruz quien está a punto de cumplir 18 años presa, sin sentencia, por su presunta participación en el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda ocurrido en julio de 2005, aseguró que a pesar de que ella no fue liberada, por primera ocasión hubo un cambio significativo en el escenario procesal con el amparo concedido a Juana Hilda Gómez Lomelí. «Se trata del principio del fin», dijo.
Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).- Brenda Quevedo Cruz, señalada por su supuesta participación en el caso Wallace, expresó su alegría por la liberación de Juana Hilda González Lomelí, otra de las acusadas del presunto secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace, y aseguró que habrá justicia cuando todas las víctimas estén libres, incluida ella, y haya una reparación del daño por parte de las autoridades.
En entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado en el programa de «Los Periodistas» que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire, Quevedo Cruz señaló que hoy se dio un paso importante en el caso, pero mencionó que será complicado reparar tanto dolor provocado en todos estos años.
«Que alguien de la investigación ya haya tenido la libertad, creo ya empezó la justicia. Espero que yo próximamente pueda ser ya liberada. No sé si podría decir que ya se hizo justicia. La justicia para mi no podría llegar hasta que no sea reparado y no creo que haya algo que pueda reparar completamente tanto dolor, tanta corrupción yo, mi familia y los demás imputados.»
Brenda indicó que ya se ha empezado a hacer justicia, sin embargo, en su caso ella podrá darlo por hecho cuando sea liberada y tenga la oportunidad de rehacer su vida.
«La justicia no sé si es absoluta, pero creo que ya se está empezando a hacer justicia. Al ver la cara de mi mamá hoy llena de emoción que empieza a ver los resultados de su trabajo, que no se rindió, esta parte ya la empiezo a ver como una parte de la justicia que ya se empieza a asomar. Creo que cuando ya pueda ver mi vida hecha, ver a mi familia junta, poder tener un proyecto de vida. Es un parteaguas este fallo.»
Esta tarde, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concedió un amparo y con ello ordenó la liberación inmediata de Juana Hilda González Lomelí, tras 19 años y cinco meses presa. Se trata de la primera de los seis acusados del secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace en ser detenida.
Con cuatro votos a favor y uno en contra, la Primera Sala de la Corte aprobó el proyecto para conceder la libertad inmediata a González Lomelí, sentenciada a 78 años de prisión por el secuestro de Hugo Alberto Wallace, debido a graves violaciones al debido proceso y a que las pruebas clave del caso fueron obtenidas mediante tortura.
La Corte consideró que, como lo argumentó la defensa del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), la confesión de Juana Hilda González Lomelí no fue libre ni voluntaria, sino obtenida mediante presiones, intimidaciones y amenazas, en un contexto de arraigo. Por ello, se declaró la nulidad de su declaración y de cualquier otra prueba derivada con violación a sus derechos humanos.
A partir de esta nulidad, la Primera Sala consideró que las pruebas restantes, ofrecidas por el Ministerio Público y no afectadas por dichas violaciones, resultan insuficientes para demostrar la responsabilidad penal de Juana Hilda en el secuestro de Hugo Alberto Wallace, más allá de toda duda razonable.
A la par, señaló que esta resolución debe tener efectos inmediatos en los casos de las personas coprocesadas: César F., Albert y Tony C., cuyos juicios de amparo directo estaban suspendidos en espera de esta decisión; así como de Brenda Q. y Jacobo T., quienes continúan procesados.
El testimonio de González Lomelí, obtenido bajo tortura, fue determinante para que todos los involucrados en el caso se encuentren en prisión, entre ellos Brenda Quevedo, quien también denunció haber sido sometida a torturas y quien está a punto de cumplir 18 años presa, sin sentencia.
Al respecto, Brenda Quevedo relató que por muchos años había soñado con este momento. Dijo que a pesar de que ella no fue liberada, por primera ocasión hubo un cambio significativo en el escenario procesal.
«Estoy con un mar de emociones. Fue una emoción grandísima, esto lo soñé, lo idealicé, era mi fantasía que sucediera algo así, aunque no fue para mi la libertad como tal, evidentemente cambia el escenario procesal ya hay criterios a favor y de la Suprema Corte».
Brenda aseguró que se trata del principio del fin, y expresó su deseo y confianza porque finalmente se haga justicia para así poder cerrar este capítulo en su vida.
«Vamos a ver qué sigue, cual es la estrategia, pero bien esperanzada que comienza el principio del fin, así lo veo. Este caso ha sido lleno de efectos corruptores, me lastima el alma recordar todo lo que hemos vivido, todo lo que hemos pasado no nada más nosotros, la familia rota, la señalización de una sociedad entera que no nos abría puertas a nada, instituciones coludidas. Esto es algo que llega a mi vida y lo abrazo con todo el amor y toda la esperanza de que esto ya termine, de ya cierre con esto.»
Finalmente, Brenda Quevedo expresó su confianza porque los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia resuelvan el caso a su favor y dicten la sentencia que la libere.
«Yo lo que puedo entender es que esto cambia el panorama. Estoy esperanzada que los que quedamos en espera de sentencia que somos Jacobo Tagle y yo no se tarde lo mismo que ha sido el talón de Aquiles de esto que han sido años y años. Esperamos de verdad que los nuevos jueces que entren resuelvan conforme al criterio de la Suprema Corte que ha decidido desechar todo este tipo de pruebas basándose en las torturas y fabricaciones.»