La Justicia Debe ser el Escudo de los Débiles, no el Privilegio de los Poderosos: Ricardo Sodi Cuellar - Lacallelibre

CANDIDATO Ricardo Sodi
  • El candidato a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), expuso su visión sobre la justicia, los retos del Poder Judicial, y la necesidad urgente de una reforma estructural que sirva al pueblo ciudadano, no al concepto ideológico del «pueblo» que, según sus palabras, solo perpetúa simulaciones democráticas*

 

Por: Ana Valeria Castro

Toluca, Méx.- La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO_SERVyTUR) del Valle de Toluca se convirtió en el escenario de una disertación profunda y provocadora, donde Ricardo Sodi Cuellar, exmagistrado, expresidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, y ahora aspirante a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ofreció una conferencia que combinó historia, crítica política, ironía y una defensa férrea del Estado de Derecho.

«Para mí siempre es un placer venir a la Cámara de Comercio del Valle de Toluca. Me siento en casa», inició con familiaridad, antes de abrir paso a una exposición que no dejó indiferente a nadie.

Sodi Cuellar no dejó lugar a dudas, ya que indicó que la reforma judicial no es opcional, por ello, con el término coloquial “impepinable”, enfatizó que esta transformación ya está en curso y que ahora el reto es sacarla adelante. “Ya no se trata de discutir si es buena o mala. Ya está. Y tenemos que hacerla funcionar.”

Aunque reconoció que la actual propuesta solo modifica el método de designación de jueces, magistrados y ministros, el candidato advierte que eso no resolverá los problemas estructurales que enfrenta la justicia en México. Lo que sí ha logrado, sin embargo, es poner al Poder Judicial en el centro del debate nacional. “Por primera vez estamos hablando seriamente de justicia”, dijo. “Y eso es una gran oportunidad.”

Recordando la caricatura “La ley del monte” publicada en Reforma en 1995, ofreció un análisis histórico sobre cómo las reformas judiciales suelen ser presentadas como “definitivas”, aunque en la práctica, ninguna lo ha sido. En su opinión, México sigue gobernado en gran medida por “leyes no escritas”: los usos, costumbres y simulaciones que imperan en la política y la vida pública.

“El dedazo, el tapado, la mordida… todo eso supuestamente ya no existe. Pero lo cierto es que todo sigue igual. Solo cambian los nombres: ahora les llamamos ‘corcholatas’”, ironizó ante las risas del auditorio.

Uno de los momentos más lúcidos del discurso fue cuando distinguió entre justicia y derecho. “La justicia es un ideal. El derecho es la realidad. Los jueces solo podemos aplicar el derecho, aunque esté lejos del ideal de justicia”, expresó.

Comparó al juez con un árbitro de fútbol, pues indicó que cuando hace bien su trabajo, nadie lo nota; cuando se equivoca, todos lo atacan. Así, explicó, el trabajo judicial no está hecho para complacer ni para buscar aplausos. “Los jueces somos instrumentos antimayoritarios. Estamos para proteger a las minorías, no para complacer a las multitudes.”

Para Sodi Cuellar, México enfrenta una serie de males crónicos y profundos que minan su desarrollo: pérdida de valores, desigualdad extrema, violencia, inseguridad y corrupción.

Criticó la constante invocación del “pueblo” como un concepto ideologizado que sustituye a la ciudadanía activa. “No aterrizamos al mundo real. Decimos que somos una república democrática, pero en un país con tanta desigualdad, la democracia puede ser fácilmente manipulada.”

Apuntó directamente a los “factores reales de poder”, las Fuerzas Armadas, Estados Unidos, el crimen organizado y las redes sociales, como los verdaderos operadores del país. “Hoy vivimos en un mundo de posverdad, donde las redes sociales fabrican realidades y premian la excentricidad por encima de la verdad”, manifestó.

Sodi enfatizó que esta reforma judicial, centrada en la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros, no resolverá los verdaderos problemas del sistema judicial. Pero sí representa una oportunidad para iniciar un verdadero cambio.

Reconoció que tanto el Poder Judicial federal como los tribunales estatales han caído en la soberbia, en el aislamiento de la sociedad y en el formalismo excesivo. “Muchas veces, a la gente simplemente se le entregaba una resolución incomprensible. Y si la entendías, bien. Y si no, también. Eso tiene que cambiar.”

Es por ello que, de cara a las elecciones del 1 de junio, lanzó una llamada a la acción: “Hoy vamos a votar por personas, no por partidos. Eso es completamente diferente.”

Insistió en la necesidad de un voto informado, consciente y responsable. Propuso que las organizaciones sociales, como la Cámara de Comercio, se reúnan para definir el perfil del juez, magistrado o ministro que desean, y que lo promuevan entre sus círculos.

Advirtió, no sin preocupación, que la mayoría de los ciudadanos no sabe cuándo se vota, cómo se vota ni por quién votar. “Estamos a menos de tres semanas de la elección y la desinformación es alarmante.”

Pese a su tono crítico, se definió como un optimista. Afirmó que los momentos de crisis son también momentos de oportunidades. “Tenemos una sociedad participativa. Tenemos la oportunidad de corregir, de debatir, de construir un sistema judicial cercano, justo y eficiente.”

Y cerró con una reflexión sobre el papel del juez: “El poderoso no necesita protección. El débil, sí. Por eso necesitamos jueces valientes, comprometidos, y conscientes de que la justicia no es para complacer a las multitudes, sino para defender la ley.”

Ricardo Sodi Cuellar no solo busca un cargo; busca una transformación del sistema judicial mexicano. Su mensaje, entre el realismo, el derecho y la ética, deja en claro que la justicia, la verdadera, no puede construirse sobre simulaciones, sino sobre la conciencia y participación de todos.

Carlos H.


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