Carlos H.
Por Joaquín H.Vela González
La geopolítica actual y el futuro inmediato nos lo hacen patente, es urgente y necesario fortalecer nuestro desarrollo interno, para no estar en condiciones de vulnerabilidad. Las señales son claras: las amenazas de Donald Trump; el agonizante ciclo de expansión capitalista y; con las experiencias exitosas de los países del sudeste asiático, todos indican una misma conclusión, es necesario e imprescindible pensar en la necesidad de consolidar nuestro proyecto de fortalecimiento de la planta industrial de origen nacional. No podemos ni debemos estar sujetos a intereses y caprichos externos.
Es imprescindible hacer un recuento de las etapas que han transcurrido, desde el inicio de nuestra transición de ser un país agro exportador, a la incipiente industria desde inicios de la segunda guerra mundial; las experiencias del proceso de sustitución de importaciones y sus resultados, (buenos y malos); las enseñanzas de cerrar nuestra economía y obviamente a donde nos condujo y sus resultados analizados con visión autocrítica.
Hasta donde se avanzó con el modelo de fomento a las industrias nuevas y necesarias. Los logros del impulso del Proyecto Nacional y qué faltó y que se hizo mal. Porque este modelo del que fuimos pioneros, en este nivel, en otros países del sudeste asiático ha sido exitoso. Porqué ellos ahora tienen un nivel aceptable de desarrollo y nosotros no ?. Que hicimos mal o que nos faltó?.
Fueron excesivos los subsidios a los productores nacionales, o estos abusaron de ellos y no se alcanzaron las metas de aumento de la producción y la productividad. La maquinaria a la que tuvimos acceso en esa etapa, no era la adecuada para el despegue económico que teníamos proyectado?
Debemos también analizar el abuso de la utilización del gasto público que se hizo en los gobiernos de Luis Echeverria y de José López Portillo, así como el uso y abuso de los contratos otorgados a empresarios, con el objeto de amortiguar la caída de la tasa de ganancia, que es una tendencia natural del capitalismo y con ello distorsionamos el proceso. Tal vez hubiera sido más recomendable dejar que el ciclo tocara fondo e iniciara una nueva fase de ascenso de manera natural y no estar haciendo lo imposible por evitar que el ciclo tocara fondo con el uso y abuso por demás artificial del excesivo gasto público, que además nos dejó una herencia de abultadas cuentas de deuda que actualmente seguimos padeciendo, tanto por sú pago como por enseñar a los gobiernos posteriores de usar el camino fácil de endeudarse y dejarle la responsabilidad a los gobiernos futuros.
Mención especial debe ser el análisis de la aplicación del modelo neoliberal y sus consecuencias. El servilismo de los tecno burócratas para aplicar con todas sus implicaciones los planes del capital financiero internacional; el saqueo del aparato productivo de las empresas paraestatales que se auto asignaron con una secuela enorme de corrupción y que sirvió para iniciar muchos de ellos sú proceso de acumulación originaria y hoy son florecientes empresarios, con el soporte del saqueo de nuestro patrimonio nacional. El propio FMI que originalmente les autorizó a usar esos bienes públicos, se sorprendió de la forma en la que se manejaron.
Se corto de tajo con el incipiente desarrollo industrial nacional, se retiraron abruptamente todos los subsidios y muchos pequeños, medianos e incluso algunos grandes empresarios se fueron lenta, pero inexorablemente a la quiebra.
La apertura comercial, que significó abandonar la economía cerrada para proteger a nuestros productores nacionales, en corto tiempo se desmantelaron los aranceles del 100% a 14% y luego a 0. Fue la apertura del mercado mexicano a los productos de origen extranjero que en poco tiempo inundaron nuestro mercado, un importante número del productores nacionales fueron expulsados y excluidos de la economía de manera implacable.
Las franquicias extranjeras sustituyeron a nuestros pequeños negocios nacionales. Generando con ello: quiebras masivas de empresas; desempleo en gran escala; menores salarios e ingresos; migración; precariedad y descomposición social. Derivó en rompimiento del tejido social, y la aparición del crimen organizado y su secuela de terror que aún seguimos padeciendo el conjunto de la sociedad mexicana.
Con el neoliberalismo se abandonó el crecimiento hacia adentro y se fomento a las grande empresas exportadoras para promover el crecimiento hacia afuera, donde pocas empresas mexicanas pudieron incorporarse.
Es necesario un gran esfuerzo de la sociedad mexicana, para superar esta obscura, perversa y regresiva fase del desarrollo nacional. Por ello, llegó el momento de retomar nuestro crecimiento interno y pensar en un proyecto de desarrollo nacional de gran visión y de largo alcance. Para los mexicanos de a pie.
Que son los que han pagado los saqueos, los abusos y enriquecimientos a sus costillas de uno numero pequeño de mafiosos multimillonarios.
velagj@economia.unam.mx
