Por Joaquín H. Vela G.
El futuro de la evolución de la economía mundial para el corto y mediano plazo distan de ser optimistas. El largo plazo ni lo mencionamos haciéndonos eco de la famosa frase de John Maynar Keynes de que en “el largo plazo todos estamos muertos”.
La crisis que arrastramos desde 2007-2009, se ha caracterizado por una contracción del ciclo de crecimiento en todo el mundo incluyendo China, quien crecía a un ritmo promedio del 10% y bajó sensiblemente esa tasa. La llamada crisis inmobiliaria estallo en los EUA y de ahí se extendió a todo el mundo. Los efectos han sido reducir el crecimiento en el ciclo mundial, el cual históricamente, después de superar la crisis se vivía una fase de ascenso del ciclo prolongado hasta llegar hasta su punto más alto y ahí iniciar una nueva recesión y así, sucesivamente.
En los últimos 15 años el ciclo se ha vuelto más corto y de un promedio de crecimiento bajo que ronda alrededor del 2%. El “maldito” 2% como lo ha calificado el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La salida de esta crisis es incierta y se ha convertido en un dolor de cabeza para los organismos de carácter multinacional que actúan sobre ella como el propio FMI, el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC. El alcance de esta crisis es de gran calado y requiere cambios profundos al funcionamiento del capitalismo, que implica tanto cambios en la producción, como en la distribución de sus ganancias y no se resuelve con maquillajes financieros, como sugieren la mayoría de estos organismos.
Recientemente este tema adquirió relevancia de nueva cuenta en la actualidad, debido a unas fuertes declaraciones de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, “la cual advirtió que las guerras, las tensiones comerciales, la elevada deuda y el bajo crecimiento amenazan con prolongar una era económica mediocre y dejar a las naciones sin recursos para reducir la pobreza y hacer frente al cambio climático.” Eric Martin. Blomberg. 18/10/2024.
“El aumento de los precios al consumo en todo el mundo, los conflictos en Medio Oriente y Europa y unas perspectivas de crecimiento a medio plazo “que distan mucho de ser buenas” son razones para ser cautos a pesar de un esperado aterrizaje suave de la economía, dijo la directora gerente Kristalina Georgieva… El Fondo advirtió esta semana de que la deuda pública mundial alcanzara los US$ 100 billones, o el 93% del Producto Interno Bruto mundial, a finales de este año, impulsada por Estados Unidos y China…El FMI también considera que el crecimiento económico es inferior al necesario para que los países generen más empleo, atiendan el servicio de las importantes cargas de deuda y aborden las enormes necesidades de inversión, incluida la transición a las energías limpias…Al mismo tiempo, las preocupaciones por la seguridad nacional están impulsando a algunos de los principales actores mundiales a aplicar políticas industriales y proteccionistas centradas en el interior,afirmó, en una crítica implícita a la rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China. …A pesar de elogiar la actuación de la Reserva Federal en materia de inflación, el FMI se ha mostrado inusualmente crítico en los últimos meses con Estados Unidos, su mayor accionista. En junio, advirtió a la administración Biden de unos déficits demasiado grandes, del impacto de una deuda excesiva y de los peligros de unas políticas comerciales cada vez más agresivas.”. (Eric Martín….)
En resumen el FMI augura que El futuro del mundo está en riesgo por bajo crecimiento, menor comercio y deuda creciente, como título su nota el periodista de Bloomberg.
En este marco de una economía globalizada, compleja, incierta y con análisis y tendencias que distan de ser buenas, y nosotros con una economía fuertemente vinculada al ciclo económico norteamericano, es el océano en el que tendrá que navegar nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, precisamente en ese nivel de contradicciones existentes en la convulsionada economía global, son las que nos podrán permitir impulsar nuestro Proyecto Nacional, moviéndonos inteligentemente y aprovechando las contradicciones entre los grandes bloques económicos, como lo hemos hecho recientemente con el tema de los autos eléctricos Chinos. Habría también que aprovechar esas contradicciones para impulsar nuestra política industrial activa y buscar financiamiento que nos favorezca, de ambos bloques o de quien se deje.
Es necesario, urgente y adecuado aprovechar las contradicciones en este convulsionado mundo, generado por esta profunda crisis capitalista. Esperamos que así sea y podamos avanzar para bien de todos nosotros.
velagj@economia.unam.mx