Cuentas y Cuentos… Los Mercados Públicos Agonizan

VELA 3

Por Joaquín H. Vela González

El Servicio Público de Mercados de México está en grave riesgo. Aunque la legislación vigente establece claramente que esta actividad es de carácter público y social, muchas autoridades pretenden privatizarlos. Por ello, mantiene permanentemente hostigados a los comerciantes, no destinan presupuesto para mantenerlos y mejorar las zonas de mercados para que presten un servicio de manera adecuada. Al igual que los ferrocarriles y Pemex, se sigue el procedimiento de abandonarlos, hostigar y finalmente  “chatarrizar”, el objetivo último es privatizarlos.

Existe un  marco normativo del Servicio Publicó de Mercados (fijos, semifijos y ambulantes), es el Reglamento de Mercados publicado el 1º de julio de 1951 en el Diario Oficial de la Federación. Aunque originalmente fue proyectado para ser aplicado en el entonces Distrito Federal, en realidad es desde entonces el referente obligado para los mercados de todo el país. En lo esencial las disposiciones en él contenidas siguen siendo vigentes. Aunque en la realidad muchas autoridades lo desconozcan o perversamente lo tergiversan se sostiene como la columna vertebral de la legislación existente.

Durante el periodo de Marcelo Ebrard como Jefe de Gobierno, con el pretexto de que el Reglamento era obsoleto, se intentó crear una legislación paralela. (Lineamientos para la operación y funcionamiento de los mercados públicos). Los comerciantes de los mercados, la repudiaron rotundamente. Sin embargo ha sido la base con la que las autoridades maniobran para burlar el fondo de la visión con la que se construyó el Reglamento. El Reglamento recupera la visión social que reclamaba la revolución mexicana por justicia. Los lineamientos son un instrumento para imponer las bases del neoliberalismo, que son entregar esa actividad al gran capital comercial privado. Este, ha servido como instrumento de los gobiernos neoliberales y no neoliberales, creando situación ilegales, como aplicar  verificaciones administrativas, sobre el funcionamiento de los puestos, aplicando sanciones también ilegales y luego proceden a desalojar de sus locales a sus legítimos propietarios de usufructo o, cobrar por permitirles seguir trabajando.

El Reglamento de Mercados da el carácter social a los mercados públicos, los lineamientos los equiparan a establecimientos mercantiles.

Han cancelado muchos de  los servicios sociales como son las áreas de atención médica, guarderías y área de aseo como regaderas que antes existían. Muchas de estas áreas se están poniendo en venta. Sin respetar el precepto legal, que impide  vender bienes públicos, de carácter social,  establecido en nuestras leyes.

 

Las medidas administrativas, se imponen, aplastando derechos y el cumplimiento de la ley. Si algún locatario fallece, el sistema sucesorio es un caos, y no se respeta lo que la ley establece como derechos para sus familiares, por el contrario se aprovecha para despojarlos de su patrimonio de trabajo.  El dinero y el lucro están terminando por corromper el gran proyecto social, consagrado en el Reglamento de mercados, el cual deriva de varios artículos constitucionales.

La ley es lo que menos se respeta en este Servicio Público de Mercados. Por estas razones es urgente que las nuevas autoridades de la ciudad pongan en orden esta actividad que tiene como misión la tarea de garantizar el abasto de productos frescos y sanos a un precio razonable para la población. El neoliberalismo creó mafias en cada Mercado, que son los que se benefician con los ingresos de los baños, de los “estacionamientos” y, con los manejos turbios de trámites administrativos, el despojo de los puestos o locales, lucrando con los derechos conculcados de los verdaderos posesionarios.

Es urgente cumplir la Constitución Federal, mediante el Reglamento de Mercado, para garantizar el respeto a los derechos de los usufructuarios y las obligaciones de las Alcaldías, erradicando las arbitrariedades, mediante la imposición de horarios sin lógica, como el cierre de las 6 de la tarde, cuando los probables consumidores llegan más tarde del trabajo. Estas disposiciones están pensadas para favorecer el crecimiento de los centros comerciales y afectar a los mercados. ¿Quién decide que los centros comerciales trabajen 24 horas, e impone que los mercados, tengan un horario limitado? Medida similar se estableció en la pandemia, con el cierre de los mercados públicos y, manteniendo abiertos los centros comerciales.

Es notoria la intención de provocar un deterioro, chatarrizando  a los mercados y abrir las puertas de par en par al capital de los grandes consorcios. Si esta política continúa vamos a terminar por desplazar al Servicio Público de Mercados, que da ingresos y empleos a muchos mexicanos y consolidar a los consorcios extranjeros que cada vez más hegemonizan y concentran las ganancias en esta actividad económica fundamental.

A continuación enumero algunas acciones urgentes para superar la crítica situación en las que se encuentra este Servicio Público de Mercados, buscando fortalecerlo.

  1. Establecer un sistema con apoyo de la tecnología, que asegure que todas las contribuciones de los tianguistas, semifijos y ambulantes ingresen a las arcas públicas. No más corrupción en este rubro con estos ingresos se puede construir, nuevos mercados para incorporarlos.
  2. Respeto al derecho a ejercer el comercio fijo, semi fijo y ambulante como parte del servicio público de Mercados, organizando de tal manera que coexistan todas estas formas de prestar el servicio de Mercado, respetando así los derechos de todos.
  3. Dejar de aplicar los repudiados lineamientos que generan corrupción institucionalizada y terminar con verificaciones, clausuras, y despojos del patrimonio familiar.
  4. Recuperación de espacios para servicios sociales e inherentes al Mercado establecido que han modificado el uso de suelo ilegalmente y prestación de servicio de guarderías, médico por parte de las instancias correspondientes.
  5. Abandonar la restricción de horarios, al ser un servicio público puede estar activo las 24 hrs, atendiendo siempre a la demanda.
  6. Reconocer esta actividad como parte del sector social de la economía, que es el que más aporta al PIB a nivel nacional.
  7. Creación de una banca social para este sector específico de pequeños comerciantes.
  8. No al empadronamiento como comerciante permanente a personas morales, porque esto distorsiona de raíz el carácter social de esta actividad y la convierte en negocio.

 

velagj@economia.unam.mx

Carlos H.


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