
Opinión
Por Jorge Meléndez Preciado
Empezaron sus contiendas, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Ambas con gran audiencia, la primera en el Zócalo capitalino y la segunda en Irapuato, Guanajuato.
La morenista hizo un largo mitin donde sobresalió un encuentro con Clara Brugada, que en ocasiones pareció un baile mal armado y dio pie para que los opositores sugirieran que Claudia rechazaba a la candidata guinda a la Ciudad de México, lo que resulta inconcebible a todas luces, pero ya sabemos que cualquier detalle es utilizado, en ocasiones hasta la exageración.
Es cierto, Sheinbaum se iba a equivocar en su largo discurso, diciendo corrup…, en lugar de señalar que continuaría la “trasformación”, lo que pudo corregir a tiempo.
En tanto Xóchitl firmó un acuerdo que seguirían los beneficios sociales para tod@s, con sangre, algo no muy original ya que hace tres años la candidata del Movimiento Ciudadano, Estefan de Garay, en Naucalpan, estado de México lo hizo de otra manera con su líquido orgánicorojo (Fray Bartolomé, Reforma, 2 de febrero).
Claudia hizo 100 propuestas, algunas afirmando que concluirá las obras de Andrés Manuel. Pero destacaron: no a la reelección en el legislativo, continuarán y se profundizaran los apoyos sociales, se empezarán con trenes para pasajeros, la relocalización se hará en lugares que han sido ignorados por otras administraciones y seguiremos en un país de libertades para todos, con reforzamiento para niños y jóvenes (el presente y futuro del país).