- Un documento “reservado” de la AIC muestra fotos y revela rasgos personales del capo –40 años, tez blanca, obeso y “un tatuaje en la muñeca derecha de una sonrisa de payaso tipo Joker”—, después de que en junio de 2022 escapó de un operativo en el que murieron 11 presuntos delincuentes.
Ciudad de México (Proceso).- En junio del año pasado, agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de la Secretaría de la Marina (Semar) estuvieron a punto de capturar a Juan Carlos Garduño Martínez, “El Payaso”, jefe de la “subplaza” de la Familia Michoacana en el municipio mexiquense de Texcaltitlán, pero el hombre se les escapó.
El delincuente permaneció en la zona, donde siguió extorsionando a los pobladores. Hasta que el pasado viernes 8, decenas de vecinos se negaron a pagarle la cuota de un peso por metro cuadrado de tierra agrícola, y con machetes y palos masacraron al líder y a nueve de sus hombres armados, en un enfrentamiento que dejó 14 muertos, cuatro heridos y dos personas desaparecidas.
Un documento “reservado” elaborado por la AIC el 15 de junio de 2022 da cuenta del operativo lanzado en la madrugada del día anterior para capturar a Garduño. El ataque tuvo como objetivo una casa de seguridad ubicada en Palo Amarillo, Texcaltitlán, donde descansaban “El Payaso” –que también usaba el nombre de Rigoberto de la Sancha Santillán– y varios de sus allegados.
La noche anterior, los integrantes del grupo criminal habían estado en la fiesta del santo patrón local, donde los alcanzó Roberto Carlos Zagal Jacobo, conocido como “Rubio” o “Pelón”, el jefe de plaza de la Familia Michoacana en Tetipac, Guerrero. Los líderes y sus pistoleros llegaron a la casa de seguridad a las 2 de la madrugada; “El Payaso” en su Mercedes y “Rubio” en un Jeep, y sus escoltas en otros vehículos. Se fueron a dormir.
Las patrullas de las autoridades burlaron la red de halcones en el pueblo, y el operativo los agarró de sorpresa. Algunos de los sicarios, que recibían de “sueldo” 7 mil pesos a la quincena, alcanzaron a tomar sus AK47 y AR-15 y dispararon contra los uniformados. El enfrentamiento terminó con once civiles abatidos –incluyendo “El Pelón”–, diez detenidos y tres agentes lesionados, mientras que Garduño logró escapar.
Después de la batalla, los agentes de la AIC interrogaron a algunos de los sobrevivientes presentes en la casa, incluyendo a dos sicarios, un “halcón” de apenas 15 años, una mujer quien había sido “vendida” por su primo al líder delincuencial en la fiesta del pueblo, así como dos mujeres y tres hombres, quienes estaban secuestrados.
AIC. Informe “reservado”
Los agentes les presentaron fotografías de Garduño –en una de ellas aparece con equipo táctico, un sombrero y un cuerno de chivo–, y confirmaron que se trataba de “El Payaso”.
Aquel hombre no era el joven con cabello variopinto que algunos medios señalaron erróneamente como “El Payaso” después del enfrentamiento de Texcaltitlán.
La mujer lo describió “como un sujeto de 40 años, 1.60 metros de estatura, complexión obesa, tez blanca, cabello oscuro y canoso, se deja la barba de candado, ojos color café, nariz chata, como seña particular tiene un tatuaje en la muñeca derecha de una sonrisa de payaso tipo Joker”.
Aseveró que en el municipio la Familia Michoacana “controla la venta de diversos productos como el desechable (lo venden entre 25 y 32 pesos), el huevo (80 pesos por kilo) y la cerveza”. Sostuvo que “la gente les tiene miedo, motivo por el que no denuncian; además, si los pobladores compran despensa fuera del municipio los golpean”. También reveló que los taxistas del municipio trabajan para la Familia Michoacana, y que sus integrantes “no son molestados por la Policía Municipal”.
Los dos sicarios identificaron a varios de los integrantes del grupo criminal, incluyendo a varios de los que fallecieron en el operativo, y confirmaron su participación en varios ataques directos perpetrados contra la FGJEM en años recientes.
El 4 de noviembre de 2021, emboscaron a agentes de la fiscalía en la comunidad de Ojo de Agua, Texcaltitlán, porque los agentes “estaban cerca de (a) ‘Arcelia’ y este solicitó el apoyo a (a) Payaso”, confesó uno. En este ataque, dos agentes fueron asesinados y seis más resultaron heridos.
De acuerdo con el informe de la AIC, el “Comando Arcelia” era un hombre llamado Hugo, quien fungía como “jefe de la subplaza de Texcaltitlán” hasta que fue asesinado a balazos por su pareja sentimental, el 10 de mayo de 2022. En venganza, integrantes de la Familia Michoacana la asesinaron, y “El Payaso” se quedó con el territorio de Texcaltitlán.
Otro de los interrogados recalcó que su grupo atacó las instalaciones de la FGJEM en el municipio de Sultepec el 3 de mayo de 2022, “ya que había gente del Cartel Jalisco Nueva Generación en las oficinas (MP)”. En el ataque participaron las células de líderes apodados “Arcelia”, “Payaso”, “Tilico” y “50”.
Y, en su conferencia de prensa del pasado sábado 9, el fiscal José Luis Cervantes aseveró que el grupo de “El Payaso” había realizado otra emboscada contra un convoy de la FGJEM y de la Secretaría de Seguridad del Estado de México en el municipio de Coatepec Harinas, el 18 de marzo de 2021, en el que masacraron a 13 uniformados.
Negocio en Familia
De acuerdo con informes de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en el esquema de la Familia Michoacana, la región mexiquense que abarca Texcaltitlán, Ixtapan de la Sal, Zacualpan, Coatepec Harinas, Temascaltepec, San Simón Guerrero, Sultepec, Tejupilco y Amatepec se encuentra bajo la supervisión de José Alfredo Hurtado Olascoaga, “Comandante Fresa”, el hermano de Johnny Hurtado Olascoaga, “El Pez”.
En los archivos del Ejército hackeados por Guacamaya destacan decenas de informes de inteligencia sobre los hermanos Hurtado, los cuales evidencian el seguimiento muy cercano que la Sedena realiza contra los líderes de la Familia Michoacana desde el sexenio de Enrique Peña Nieto. A pesar de esta vigilancia, los hermanos siguen operando en libertad en la región de Tierra Caliente, entre el Estado de México, Michoacán y Guerrero, donde tienen vínculos con presidentes municipales y con mandos militares, según los informes de la Sedena.
De hecho, en otro informe de inteligencia de la Semar, un hombre dispuesto a colaborar con las autoridades –pues era contratado a fuerza por la Familia Michoacana para realizar cierto tipo de servicios—señaló que, en Texcaltitlán “los que mandan ahí no es el gobierno, es la FM, ordenados por ‘Pez’, él dice quien sí y quien no, levantan a la gente, le cobran multas, los obligan a trabajar y a reportar halconeo, también los traen ‘botando’, es decir amarrados en la batea de las camionetas, como castigo”.
En este contexto, añadió el testigo colaborador, el grupo criminal mandaría al presidente municipal Javier Lujano Huerta, quien “se tiene que reelegir o dejar a su hermano por órdenes de la FM, ya que con él tienen todo arreglado”.
El 5 de octubre de 2022, los hermanos Hurtado estuvieron en el centro de otro enfrentamiento que conmovió el país, y que tuvo lugar en el municipio guerrerense de San Miguel Totolapan. Un grupo armado de Los Tequileros, afiliado al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), atacó el municipio con el objetivo de asesinar a “El Fresa”, cuyos sicarios respondieron a la agresión.
En la masacre fallecieron 20 personas, incluyendo el presidente municipal, Conrado Mendoza Almeida, con quien “El Fresa” debía reunirse ese día, según aseveró el propio líder criminal en un video que subió a Internet dos días después de la batalla. A más de un año de lo ocurrido, no hay detenidos ni vinculados a proceso por el enfrentamiento.