Cuentas y Cuentos… Migrantes. Asignatura Pendiente

OPINION vela 1

Por Joaquín Vela González

“Libre comercio significa un laberinto de puestos fronterizos fortificados. Cuando las multitudes delirantes derrumbaron el Muro de Berlín en 1989, muchos alucinaron que se avecinaba un milenio de libertad sin fronteras. Se suponía que la globalización inauguraría una era sin precedente de movilidad física y virtual-electrónica. En cambio, el capitalismo construyó la barrera al libre tránsito más enorme de la historia”. (Mike Davis, La gran muralla del capital. Sin Permiso  2005).

Migrantes. Un tema sin duda espinoso y complejo no sólo en México, sino prácticamente en todo el mundo, que incluye: discriminación, despojo, pobreza, trata de personas, venta de órganos, drogas, racismo,  religión, nacionalismos, intolerancia, represión, maltrato y muerte. La causa de fondo es el capitalismo, su reproducción y sus intereses económicos y políticos y las consecuencias sociales que de ello derivan. Los migrantes son fuerza de trabajo necesaria para la reproducción social del capital. Uno de los problemas actuales es que el capitalismo está estancado y el volumen y la movilización social lo ha desbordado. Si le sumamos las guerras, que también tienen origen económico y de predominio de bloques hegemónicos, las cosas se empiezan a aclarar.

Es difícil entender a primera vista cómo la Unión Europea, que era un ejemplo de libre tránsito desde su fundación para toda la población de sus países miembros y más allá, de pronto se convierte en una zona conflictiva con los migrantes de la región de Libia, después de la destrucción de su país y de la región de la mayor atracción de migrantes por su desarrollo económico y su clima de solidaridad que había logrado el dirigente asesinado Muamar Gadafi, que se había  convertido en una piedra en el zapato para el poder de los  yanquis en esa región . Es muy fuerte observar cómo muchas de las embarcaciones provenientes de esa zona, simplemente las dejaron hundir en el Mediterráneo. Aunque los datos señalan que mueren más migrantes en el desierto y a manos de la mafia de traficantes que ahí operan, que en el Mar Mediterráneo.

Las noticias cotidianamente nos reportan de movimientos mundiales de poblaciones que huyen de la violencia, de la persecución religiosa y racial o simplemente del hambre; en ese intento, muchas de ellas pierden la vida. La ONU y las organizaciones humanitarias han sido rebasadas. Hay gobiernos que en lugar de encontrar soluciones, solo actúan para  agregar nuevos obstáculos y nuevos problemas con una clara visión individualista y de continuar lucrando con la situación.

Es momento de hacer una reflexión que permita empezar a construir soluciones verdaderas a todos los traumáticos problemas que de esta temática derivan. En México, actualmente estamos viviendo una de las tantas crisis migratorias que ya se han convertido en temas cotidianos. La Canciller mexicana aceptaba que  la más reciente, había rebasado, tanto a México como a los EEUU. El Gobierno de López Obrador no ha logrado encontrar una solución adecuada. El principio de política exterior mexicano de dar asilo  y protección a todos los que corrieran peligro y lo necesitaran, simplemente se cayó en pedazos en la actualidad. La policía migratoria mexicana está asumiendo y haciendo el trabajo de los gringos, sin poner ningún valor agregad, sólo perseguir y reprimirlos a lo largo y ancho del territorio nacional, a un nivel que nunca antes observado. Si a esto sumamos la corrupción y el autoritarismo en contra de indefensos migrantes, permitiendo además el accionar del crimen organizado, el problema adquiere una escala extremadamente delicada y peligrosa. Esta configurado un problema de grandes dimensiones que exige una acción urgente y efectiva.

México y menos este gobierno no puede darse el lujo de aparecer en el escenario internacional como empleado sumiso del imperio, sin una política precisa y clara de combate a toda la maraña de intereses que ahí se mueven y sin poner medidas de solución a los graves casos de corrupción que sabemos que ahí se toleran. Es necesario hacer una limpia y empezar de nuevo, con una política totalmente diferente.

La frontera sur mexicana es un territorio de guerra y no puede ni debe continuar en esta situación. Por sus causas, es difícil pensar en una solución de fondo en el corto plazo, la recuperación económica capitalista seguramente tardará por los ajustes estructurales que se le requieren hacer aún. Cómo decía el finado economista Alejandro Nadal, las causas son estructurales y no son simples maquillajes de corte financiero. No podemos mantener nuestra frontera sur con la indiferencia con la que se le ha tratado. Es urgente la intervención del Estado mexicano para erradicar la violación permanente de los derechos humanos y la corrupción existente. Es una buena oportunidad de que México demuestre al mundo una política de manejo adecuado de toda la población migrante, en un marco de respeto, con un manejo eficiente y en los tiempos establecidos para desahogo de sus trámites migratorios para empezar a cambiar la situación prevaleciente. Esto se supone que si estaría al alcance del gobierno actual.  Faltaría la voluntad política para meter las manos y hacerlo.

El sueño de largo plazo de alcanzar un mundo sin fronteras y  libre tránsito para toda la humanidad, supone un cambio en la correlación de fuerzas, que por el momento no se ve cercano, pero, es necesario y urgente empezar a trabajar en ello.

velaj@economia.unam.mx

 

Carlos H.


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