Rafael Alfaro Izarraraz
Después de la II Guerra Mundial la ONU, como organismo internacional dominado por EU, estableció una serie de sanciones para aplicar a las naciones que no se apeguen a las normas internacionales de la posguerra y que regulan la vida entre las naciones. En los hechos quien se ha arrogado el derecho de imponer sanciones, por fuera de este organismo, ha sido Estados Unidos quien quita e imponen sanciones a otras naciones en función de sus particulares intereses, sin que la ONU detenga por tomar un derecho que no le corresponde y que, se ha demostrado (Ver: Montenegro, Yamile Andrea. (2021). Sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela: consecuencias regionales. Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad, 16(2), 121-139.).
EU, su gobierno, impuso sanciones a gobiernos latinoamericanos que ponían en riesgo sus intereses de EU, como fue el gobierno de Jacobo Arbenz, en Guatemala. El de Joao Gulart, en Brasil y el de Salvador Allende, en Chile (ver Silvina Romano, Aranxa Tirado y Anibal García. (2023). Sanciones de EU a Venezuela. El castigo imperial, en: Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica). En la historia reciente, las sanciones a Rusia de parte de EU son lo más actual. Recordemos que en esta parte de las sanciones participa también la Unión Europea que se ha aliado o mejor dicho actúa increíblemente en contra de sus propios intereses porque a ojos del todo el mundo menos para los ojos de los gobiernos europeos, la guerra contra Rusa utilizando al pobre pueblo ucraniano (la matriz del pueblo ruso) ha potenciado más a Estados Unidos trasladando la dependencia europea hacia la potencia del norte de América.
Desde 2014 hasta 2019, el gobierno de EU sometió al congreso para su aprobación siete leyes que sancionan al gobierno venezolano, las cuales entraron en vigor con Obama y Trump. La primera (8/12/2014), utilizando como pretexto la débil seguridad pública venezolana, está dirigida a proteger a la oposición de cualquier acción gubernamental en su contra. Prohíbe la entrada de miembros del gobierno de Venezuela a EU. La segunda, el 24 de marzo de 2017, igual bajo el pretexto de que lo sucesos en Venezuela implican un riesgo para la seguridad de EU, considera la constitución de la Asamblea Nacional venezolana como ilegítima. Prohíbe transacciones de empresas estadounidenses con PDVSA, la petrolera venezolana. El 19 de marzo de 2018, se aprueba la tercera sanción que condena realizar transacciones con la moneda digital creada por el gobierno de Venezuela. La cuarta, el primero de mayo de 2018, prohíbe la compra de deuda al gobierno bolivariano. En noviembre de ese mismo año surge la quinta sanción que bloquea transacciones de empresas venezolanas que operen en el “sector oro” de la economía venezolana. La sexta entra en vigor el 25 de enero de 2019, se perfeccionan los criterios para bloquear al gobierno de maduro. En agosto de 2019 entra en vigor la séptima sanción que bloque todas las propiedades del gobierno de Venezuela en EU y como se sabe se trasladan los recursos para respaldar la oposición venezolana en una delicada acción injerencista de EU (ver texto de Andrea Montenegro, ya citado y Silvina Romano, Aranxa Tirado y Anibal García. (2023). Sanciones de EU a Venezuela. El castigo imperial, en: Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica).
Como se puede apreciar, el contexto en el que entraron en vigor y fueron aprobadas estas sanciones no tiene pierde, se trata de medidas que están dirigidas a respaldar a la oposición venezolana después de la muerte de Hugo Chávez y el surgimiento de Nicolás Maduro como su sucesor. Los grupos de inteligencia estadounidense actuaron en el momento en que consideraron que era propicio con el fin de generar un ambiente de inestabilidad hacia el gobierno de Maduro justo cuando Chávez pierde la vida. Lo anterior, no habría ocurrido, y con ello el escenario de inestabilidad y sufrimiento del pueblo venezolano, si no fuese por los intereses de EU como gobierno representante de las multinacionales y la codicia que existe sobre las riquezas petroleras que posee Venezuela, las que se utilizan ahora para, cortar los ingresos del gobierno y afectar los programas sociales que le otorgan legitimidad al proyecto chavista bolivariano. El simil del bloqueo a Venezuela lo encontramos en las sanciones impuestas previamente a Cuba E irán, Nicaragua, colocados por EU junto a Venezuela como “el eje del mal”: el mundo colocado por EU patas para arriba. Si a esto sumamos la pandemia, la caída del PIB venezolano fue del 25 por ciento…
En este caso la aplicación de sanciones se dirige a terminar con la revolución bolivariana, de las conciencias y pacífica, tratando de cerrar la llave de los ingresos del Estado. El petróleo representa el 95 por ciento de los ingresos del exterior. La verdad Maduro resultó un buen heredero de Chávez y no se equivocó el Comandante. Le critican que es un dictador, pero es una apreciación malsana de la oposición y tendenciosa: el núcleo central chavista no va a jugar con un líder y luego otro cuando tiene encima la presión no sólo de la oposición sino del gobierno de EU. Si la muerte de Chávez ha traído tantos problemas, el que a cada momento se cambie de liderazgo sería un festín para la EU. La democracia actual si no es controlada por el pueblo se convierte en la democracia de las élites. La oposición venezolana es sumamente débil porque la población observa su servilismo ante el gobierno estadounidense; asimismo, por su estructura regional y localizada geográficamente. En su dependencia hacia EU radica, precisamente, su incapacidad porque el pueblo venezolano es, por la figura de Bolívar, el más ideológicamente antiimperialista de América Latina aunque Bolívar sea una figura del siglo XIX. Toda persona sana políticamente sabe que el imperio español fue sustituida por EU. A Bolívar se le venera y mira hasta en la sopa, como decimos acá los mexicanos, a pesar de que se quiera desdibujar el carácter antiimperialista de su lucha destacándolo como una figura mantuana, de los ricos hacendados venidos de España.
Romano, Tirado y García, concluyen acerca de las sanciones lo siguiente, con lo cual se coincide:
“Las descripciones sobre el origen, los antecedentes y el objetivo de las sanciones en general y las sanciones económicas en particular muestran con claridad el porqué de su utilidad y actualidad en la política exterior estadounidense. Las sanciones económicas dan cuenta del modo de operar de Estados Unidos, que se arroga la potestad de sancionar no sólo a otras personas e instituciones sino a Estados enteros, por no colaborar con los intereses del sector público-privado estadounidense usando como fachada un discurso de defensa de los Derechos Humanos y la democracia. En el caso de Venezuela deben ser entendidas, además, como parte de una guerra total caracterizada por una serie de operaciones de poder blando que vienen funcionando sistemáticamente desde el inicio del proceso de cambio en ese país, con el objetivo de lograr el tan ansiado “cambio de régimen”. (Continuará).