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Por Ruperto Retana Ramírez
La pregunta que hay que hacer es si el debate del próximo jueves modificará las preferencias electorales a favor de Alejandra Del Moral y en qué medida esta modificación le permitiría llegar al empate técnico que tanto desea y, en el mejor de los escenarios posibles para ella y su coalición, llegar al día de la elección con una ventaja, aunque sea mínima. Así como cada elección es diferente, también los debates son diferentes; desgraciadamente no tenemos en la entidad antecedentes de debates públicos de los candidatos a gobernador que nos den elementos suficientes para sacar algunas conclusiones de su peso en las preferencias; apenas existe la experiencia del primer debate entre candidatos en la elección de hace seis años. Por lo que resulta interesante referirse a ese debate para ver si modificó las preferencias de las y los candidatos de entonces.
Los debates en el país se caracterizan por dos componentes básicos: los ataques a los oponentes y las propuestas que tienen para resolver los problemas de la entidad; en estas incluimos las virtudes que dicen tener para gobernar. Lo que tiende a llamar más la atención del público son los ataques, más que las propuestas.
El formato seguido hasta ahora a nivel nacional y local, no permite un verdadero debate sobre las propuestas y compromisos, porque se traduce más bien en una presentación de las mismas, aunque el formato aprobado con el aval de los representantes de las dos coaliciones en el IEEM, avanza un poco en una mayor interacción dialógica entre las candidatas al ser solo dos.
Alejandra Del Moral (PRI= Continuidad) buscará descontar a su oponente, exhibir sus debilidades o supuestas debilidades, irá con todo desde este primer debate, buscará hacer honor a su slogan de “valiente”; ha puesto muchas esperanzas en que con este debate pueda avanzar en las preferencias electorales; desde ya pregona que ganará y con nocaut, en un exceso que raya en la soberbia, más que de valentía. Cree que el debate le favorecerá y desde la precampaña retó a su oponente a realizar cinco debates, la maestra ni siquiera se tomó la molestia de responderle, sabedora de que el código electoral prevé sólo dos, pero no les obliga a asistir. Disposición legal que debería modificarse para hacerlos obligatorios y mediante un formato que verdaderamente propicie el debate.
Delfina Gómez (Morena=Cambio), en cambio, irá con la tranquilidad de ser puntera en esta contienda y le bastará con no cometer errores y sostener los cuestionamientos que ha venido realizando al casi centenario régimen estatal priísta que pretende garantizar su continuidad con Alejandra Del Moral. Tiene la gran oportunidad de ganarle a su oponente en este primer debate. Cuenta además con la experiencia del anterior en el que participó como candidata en el 2017 con el actual mandatario y otros candidatos, en el que lo hizo bien.
El primer debate público de candidatos a la gubernatura fue organizado por el IEEM el 25 de abril de 2017, con la participaron del actual gobernador como candidato común de varios partidos (PRI-PVEM-NA-ES), Delfina Gómez de Morena, Josefina Vázquez Mota del PAN, Juan Zepeda del PRD, Oscar González del PT y Teresa Castell como candidata independiente. Los temas fueron seguridad pública y justicia, combate a la corrupción y desarrollo social. Temas que siguen siendo vigentes porque se mantienen después de seis años como problemas prioritarios del estado, sobre todo los dos primeros; por eso no es casual que se repita el tema de corrupción en el próximo debate, así como la inseguridad referida a la violencia de género, agregándose los temas de servicios públicos y cultura y recreación.
En aquel debate del 2017 hubo seis candidatos, en el que viene habrá solo dos, ambas mujeres, lo que lo hace muy diferente al anterior, porque se modificaron las opciones partidistas, decantándose en dos grades coaliciones, la encabezada por el PRI y la encabezada por Morena. Será relativamente más fácil saber si hay una clara ganadora o, lo que es más probable, que simplemente cada quien diga que ganó el debate, cosa que desde ahora ya anuncia la abanderada del PRI.
En el debate del 17 la estrategia de Del Mazo fue buscar posicionarse como el que tenía las mejores propuestas, ser el más capaz, con mayor experiencia y el que tomaría mejores decisiones. Estrategia que, por cierto, ha buscado posicionar en su campaña Alejandra Del Moral y que muy probablemente hará en el debate. Del Mazo no dejó pasar las duras críticas de corrupción que le lanzó Josefina Vázquez Mota y también Delfina Gómez, además de hacer el mayor número de propuestas.
Por su parte Delfina Gómez mantuvo la calma ante el ataque de Vázquez Mota sobre los cheques en los que se hace un descuento a trabajadores del ayuntamiento de Texcoco. Enarboló como ahora la propuesta del cambio verdadero; se comprometió a que hubiera seguridad y justicia para todos e incidir en el tejido social para abatir la inseguridad, en el campo de la cultura, la educación, el deporte, mejorar la seguridad en el transporte público y propuso un programa que llamó RITMO.
Los otros candidatos hicieron énfasis en los logros de sus gobiernos municipales, Oscar González en Metepec, dijo que no le temblaría la mano para meter a la cárcel a Eruviel Ávila y a Peña Nieto; Zepeda habló de sus logros en Nezahualcóyotl. Teresa Castell fue contra todos los partidos por ser responsables de los males del estado.
En esa elección del 17 la mayoría de las encuestas del mes de marzo, ya en las precampañas, arrojaban resultados muy parejos entre Del Mazo y Delfina. Algo similar ocurrió en el mes de abril, una vez iniciadas las campañas. El primer debate se realizó el 5 de abril, las encuestas posteriores, digamos más serias, arrojaron un empate técnico, solo que unos resultados eran favorables a Del Mazo y otros a Delfina. El Reforma (19 a 23 de abril) daba a Delfina 29% y 28% a Del Mazo, Consulta Mitofsky (22-23 de abril) daba a Delfina 24.4% y a Del mazo 23.6%; en tanto que El Finaciero (25 a 30 de abril) daba como ganador a Del Mazo con 32% y 29% a Delfina, así como El Heraldo de México (3 a 6 de mayo) con 24.65% para Del Mazo y 21.57% para Delfina. Se precisa que las fechas en paréntesis son las del levantamiento de la encuesta.
Puede concluirse de los datos anteriores que el debate no incidió realmente en las preferencias electorales de los ciudadanos, si bien las dos primeras encuestas después del debate favorecieron ligeramente a Delfina, las subsecuentes y antes del 2º. debate del 9 de mayo, favorecieron a Del Mazo, manteniéndose el empate técnico. Lo que muestra que el debate entre candidatos es solo un elemento más a tomar en consideración en las estrategias de las campañas electorales. Con base en este antecedente es difícil considerar que Alejandra del Moral avance sustancialmente en las preferencias a grado tal de llegar al empate técnico. Creer que se puede ganar por nocaut como en el ring, también implica aceptar que se puede quedar fuera de combate por el mismo procedimiento.
