El “Patarajada de Macuspana” - Lacallelibre

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Secreto a Voces

 

Por Rafael Alfaro Izarraraz

El título de esta columna “El patarajada de Macuspana” fue la expresión de una mujer que se transformó en viral durante la marcha a favor del actual INE, organizado por agrupaciones opositoras a la política de la Cuarta Transformación. Las palabras fueron proferidas por una señora cuyo nombre no se sabe, aunque lo importante aquí es lo que en el fondo representa su estado de ánimo, explicado en el contexto en el que se mueve: el odio que genera en los grupos que perdieron sus privilegios debido a la transformación que lleva a cabo la actual administración y de manera particular la figura de Andrés Manuel López Obrador.

Si no estuviera ocurriendo nada, si la transformación fuese pura propaganda, o demagogia, la reacción de la señora en cuestión y otras más que ocurrieron, de odio, no estarían presentándose si la revolución pacífica fuera lo mismo que ocurrió con Fox. El expresidente estuvo presente en la marcha y no recibió ni un solo insulto (más bien estuvo sin pena ni gloria) y la razón se puede deducir de inmediato: no pasó nada con su gobierno que despertó la primera gran esperanza del pueblo mexicano, pero que terminó por frustrarse. Cuando existe verbalizaciones como el la señora “n” es que algo más está recorriendo las venas de organismo social.

Todos sabemos lo que representa el lenguaje y la importancia que tiene en el sentido de que logra expresar, representar, lo que ocurre en la realidad de manera directa o indirecta, metafóricamente hablando. Su sentido puede ser a favor o en contra con respecto al objeto que trata de representarse y, de la misma manera, nos permite reconocer también a la persona o grupo social que lo utiliza y que, teniendo la facultad de usar esa herramienta que nos diferenció del resto de los habitantes de este planeta, también ocurre que puede representar un nivel de expresión en el que en nada abona a la diferencia ya subrayada.

    Cuando el lenguaje representa odio a través de sus expresiones verbales, siendo que se trata de una herramienta del pensamiento, la deducción que podemos hacer es que, cuando hablamos en un contexto de una confrontación política, es que quien lo utiliza para pronunciar insultos nos indica que entre el segmento de población con el que tiene contacto prevalecen sentimientos en donde la posibilidad de pensar está  influenciado por estados de ánimo poco reflexivos. El origen de esas verbalización de odio es la imposibilidad de comprender lo que ocurre porque el pensamiento y sus cualidades están saturados de irracionalidad.

    No les cabe en su cabeza que las cosas cambiaron debido a que los intereses de quienes gobernaron dejaron de representar a la mayoría del pueblo. De la misma manera no están dispuestos a reconocer una nueva realidad en donde los que gobernaban ya no mandan. Como no la entienden se llenan de pensamientos que se originan en sus estados de ánimo y combinan los temores de que el país puede ser una Venezuela, Cuba o Nicaragua, o bien, que es el “demonio” el que se ha apoderado de la política que se lleva a cabo desde la Presidencia de la República en donde existen mentes diabólicas que empujan hacia ese mundo que solo existe prejuiciadamente.

Es un fenómeno que siempre ha ocurrido y lo mismo que abarca el pensamiento de personas de los segmentos de la parte baja de la escala social pero dominado su razonar por ideas que no se corresponden con su condición social, que lo mismo proviene de quienes ejercen el poder y la dominación social o que lo tuvieron en sus manos. El estado de ánimo de los empresarios que en Inglaterra veían a sus obreros como representantes en el Parlamento inglés les daba pavor, odio y hasta de seguro les causó malestar estomacal. Cómo era posible que los obreros ocuparan un escaño como diputados, era algo inconcebible para quienes creen que el mundo es inamovible.

    La independencia de la India fue lograda por la persistencia de un líder: Gandhi. La figura y líder de la independencia de la India, era visto ni más ni menos que por Churchill (Primer Ministro Inglés) como una persona que al mirarlo venir a las negociaciones le causaba “nauseas”. Se trataba, para él, de un “sedicioso “abogaducho” y de una especie de “faquir” muy conocido en el Oriente. Uno de los últimos virreyes de la India decía de Gandhi que se trataba de un “hábil político oportunista”, “viejo político, cínico y malvado”, que era un “malvado” e “imprevisible” y de una lengua “bífida” (Pontara, Giuliano. (2016). Gandhi: el político y su pensamiento. Polis (Santiago), 15(43). Los políticos ingleses nunca se imaginaron ver a la India como una Nación independiente.

Como no recordar los criterios racistas contra Evo Morales durante el golpe de Estado en su contra. La prensa dio a conocer que la alcoba en la que vivía Evo Morales era ni más ni menos que digna de un jeque árabe. Por supuesto que se trataba de una imagen con claros tintes racistas contra Evo, pues eso no se lo hubieran o nunca lo hicieron con los presidentes bolivianos de tez blanca que gobernaron a Bolivia en el pasado. Las imágenes muestran una alcoba más que sencilla, pero la representación que intentaron difundir en la noticia iba acompañada de odio de clase contra Morales. Ese odio tuvo un origen: no estaban contentos con mirar a un indígena como Evo ser su presidente.

Villa era un “roba vacas”, un cuatrero, que representaba una amenaza para los habitantes “honrados” y “decentes” de las ciudades. Un ignorante que ni siquiera sabía leer y escribir. Inconcebible que se pensara que tuviera la capacidad de gobernar un país. Para ridiculizarlo se magnificaron algunas de las acciones que en la vida real nunca ocurrieron como el hecho de mandar a fusilar a los soldados sin más razón que dejar para después el conocimiento de  las causas de ese castigo. Por otro lado, las hazañas de este héroe de la revolución quedaron enterradas y comunicadas sólo por corridos populares incluido el hecho de que su ejército fue el que destruyó al porfirista.

    Zapata, fue representado así: “La imagen bárbara de Emiliano Zapata… es la concreción de una serie de ideas -prejuicios, más bien- que sobre las clases bajas y el indígena tenían los sectores ilustrados capitalinos que fungieron de hermeneutas del movimiento armado, ideas que durante el siglo XIX y principios del XX habían contribuido a construir la percepción dominante sobre las revueltas populares. Pues bien, en la concreción del Atila del Sur, el discurso periodístico tuvo un papel fundamental, ya que coadyuvó no sólo a forjar una imagen adversa del zapatismo sino también a difundirla por gran parte de la Ciudad de México…” (ver: Construyendo al Atila del Sur: iconografía de El Imparcial sobre el zapatismo por Daniel Avechuco Cabrera ).

Las representaciones negativas sobre los líderes de algún movimiento generalmente indican que algo muy profundo está moviéndose.

raizarraraz@gmail.com

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