Por José Vilchis Guerrero
Ciudad de México a 5 de Octubre de 2021.-Por falta de confianza en la calidad del agua se han incrementado las rellenadoras del vital líquido, negocio de la embotellada a bajo costo que no cumple los estándares de calidad, que ponen en riesgo la salud de la población, dijo Magdalena Núñez Monreal.
La Comisionada del Partido del Trabajo en la Ciudad de México dijo que por esa razón deben incrementarse las inspecciones de control sanitario a esta industria no sólo en la capital del país, sino en todo el país, y se sancione a quien no cumpla con estándares.
“En el Partido del Trabajo propondremos que este tipo de negocios que recuperan sus inversiones de manera rápida y sencilla, se comprometan cabalmente con la salud de la población ya que se pone en riesgo su integridad al consumir un líquido vital contaminado.
Sugirió que el Gobierno de la Ciudad de México busque medidas para efectuar estas revisiones sorpresivas en establecimientos que rellenan agua en contenedores domésticos y comprobar si cumplen con el reglamento y de no ser así, sancionarlos.
La diputada Núñez Monreal, consideró que a la fecha los llamados de advertencia que han hecho las autoridades han sido insuficientes, toda vez que los distribuidores del agua al no verse perjudicados, hacen caso omiso.
Recordó la legisladora que además el costo del agua embotellada se incrementado de manera exponencial, por lo que resulta injusto que las llamadas purificadoras de agua no garanticen calidad.
Núñez Monreal dijo que de acuerdo con diversos estudios de universidades mexicanas entre 65 y 70 por ciento del agua que venden está contaminada con bacterias; y hasta 50 por ciento puede contener bacterias de materia fecal.
En un comunicado del PTCDMX la legisladora insistió en que debe haber una inspección rigurosa en instalaciones y equipos, mediante un análisis de bitácoras y registros de mantenimiento, aseo, desinfección y fumigación para mantener el control y evitar fauna nociva.
Además, “tomar muestras del producto que se envasa para constatar que el mismo sea apto y libre de cualquier riesgo para el consumo humano, porque se han encontrado bacterias como el E.coli (Escherichia coli) que causar diarrea y dolores abdominales, puede provocar riesgos de enfermedad renal en menores de edad y adultos mayores.