La Conferencia del Episcopado Mexicano se Deslinda de Onésimo Cepeda y de sus Actos Políticos

Episcopado Mexicano

La Conferencia del Episcopado Mexicana (CEM) se deslindó de todo acto político, que realice Onésimo Cepeda, “no ejerciendo por ello, ni de voz ni de acción, representatividad oficial de la Iglesia Católica”.

Añadió que Cepeda Silva, como ciudadano de este país, “está sujeto a las leyes mexicanas y corresponde a las instituciones del Estado dar o no, validez y aprobación a su candidatura”.

La Constitución señala desde el 29 de abril de 1933 en su artículo 55, fracción VI, que para ser diputado se requiere “no ser Ministro de algún culto religioso”. Por lo tanto, el registro de Cepeda sería inconstitucional.

Onésimo Cepeda fungió como obispo de Ecatepec desde 1995 y hasta el 7 de mayo de 2012, cuando el entonces papa Benedicto XVI aceptó su renuncia al haber cumplido 75 años, que es la edad obligatoria de jubilación.

En 2010, Cepeda fue acusado de fraude por apropiarse presuntamente de 42 pinturas de la colección privada de la familia Azcárraga por un valor de 130 millones de dólares. En julio de 2011 el caso se resolvió a su favor.

Su cercanía con las élites políticas y empresariales del país, así como sus declaraciones sobre asuntos públicos causaron polémica durante años.

En 2010, por ejemplo, calificó al estado laico en México como “una jalada”. También mostró su desacuerdo con la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en la capital.

En el 2012 intervino en el marco de las elecciones presidenciales y pidió al próximo mandatario que solo robara “poquito”.

Fueron famosas sus fiestas de cumpleaños, a las que acudían políticos y empresarios como el expresidente Enrique Peña Nieto, el exgobernador poblano, Mario Marín -preso en Cancún-, los empresarios Alfredo Slim Helú, Carlos Slim Domit, entre otros.

Frida C.


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