Romero Deschamps Sigue Metido en Pemex y Parece Ganarle a FGR. ¿Derrotó a la 4T? #LoQueSabemos

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• Sobre Carlos Romero Deschamps y su familia pesan numerosas acusaciones de corrupción, pero ninguna había prosperado gracias a su cercanía con expresidentes y líderes de Pemex en turno. Fue hasta 2018 cuando la Fiscalía General de la República inició 12 carpetas de investigación en su contra, de las cuales sólo quedan tres, de acuerdo con el diario El País. ¿El exlíder petrolero podrá librar la justicia en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador?

Por Guadalupe Fuentes López

Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbargo).– Carlos Antonio Romero Deschamps dejó oficialmente la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) en octubre de 2019, pero empleados del sector denuncian que su legado aún persiste, y que incluso ahora parece estar ganando otra batalla, esta vez por la vía legal.

Por años se le ha señalado de fraude, desvío de recursos públicos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y otros delitos. Incluso en este sexenio la Fiscalía General de la República (FGR) abrió 12 carpetas de investigación en su contra, de las cuales sólo quedan tres, de acuerdo con un reportaje de la periodista Zorayda Gallegos publicado en el diario El País.

El diario español destaca que las tres indagatorias que quedan abiertas son aquellas que inició la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a cargo de Santiago Nieto Castillo. Los expedientes que fueron archivados estaban relacionados con remuneración ilícita, peculado, tráfico de influencias, operaciones inexistentes, operaciones perjudiciales al patrimonio de terceros, usurpación de funciones y ejercicio ilícito del servicio público.

“Aunque en una de las pesquisas —la que presenta el mayor avance— se señalan una serie de depósitos, transferencias y compras de propiedades en el extranjero que no tienen justificación y apuntan a esquemas de lavado de dinero, hasta el momento no se ha logrado concretar ninguna orden de captura, según confirmaron fuentes judiciales”, se lee en el texto firmado por Gallegos.

¿Podrá Romero Deschamps librar la justicia en el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador? Esa es la pregunta que se hacen trabajadores disidentes de Petróleos Mexicanos (Pemex) luego de enterarse de que el otrora líder petrolero ha librado la mayoría de las acusaciones.

“Esos expedientes agotados fueron parte del arreglo con él. Nunca el Gobierno federal o la Fiscalía procederían contra Romero Deschamps por una denuncia de trabajadores”, dijo a SinEmbargo Víctor Manuel Jacobo Domínguez, trabajador petrolero del grupo disidente Innovación Sindical de la sección 10 de Minatitlán, Veracruz. “Si dejaron sobreseer el Juicio Político que era el hilo que tenían que jalar y no lo hicieron, yo creo que ya ni unos ni otros tienen espacio para moverse”.

La última vez que se le vio públicamente a Romero Deschamps, de 77 años, fue en octubre de 2020. El exlegislador priista –quien permaneció casi tres décadas (1993-2019) al frente del STPRM– asistió a una reunión con el Diputado federal y secretario interino del sindicato, Manuel Limón Hernández, así como con otros dos altos funcionarios sindicales, Fernando Navarrete Pérez y Alejandro Cabrera Fernández.

En octubre del año pasado, el periodista Efrén Flores, de SinEmbargo, dio a conocer que Romero Deschamps nunca se fue del sindicato aunque renunció. “Sigue manejando los hilos de la corrupción dentro de Petróleos Mexicanos” sin acuerdos, convenios y negociaciones con la directiva de la Empresa Productiva del Estado, o con el actual Gobierno federal, pero sí a través de viejos contactos que durante varios sexenios le permitieron construir una red de complicidades y corrupción, dijo en esa ocasión Sergio Carlos Morales Quintana, coordinador general del Frente Nacional Petrolero (FNP).

Sobre Romero Deschamps y su familia pesan numerosas acusaciones de corrupción, sustentadas en evidencias sobre un tren de vida desenfrenado, con mansiones, yates y autos de lujo.

Se le atribuye la autoría del “Pemexgate”, el desvío de mil 500 millones de pesos propiedad del sindicato para el financiamiento de la campaña del candidato priista a la presidencia de la República, Francisco Labastida Ochoa, en 2000.

De este caso salió bien librado Romero Deschamps. En el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006) no fue inculpado y el caso se cerró por falta de pruebas, a pesar de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recibió una multa de mil millones de pesos y Labastida Ochoa perdió las elecciones.

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, el 1 de diciembre de 2018, y su salida del Senado que lo amparaba con el fuero constitucional, el exlíder sindical volvió a estar en la mira de la justicia. Pero pese a las acusaciones sobre corrupción, Romero Deschamps no ha pisado la cárcel como Elba Esther Gordillo, quien también llegó a lo alto del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, manteniéndose al frente de la organización sindical por alrededor de 25 años hasta su detención en febrero de 2013. Ahora, Gordillo se encuentra libre con la intención de volver a consolidarse al frente del magisterio.

López Obrador ha dicho en sus conferencias matutinas que Carlos Romero está siendo investigado por las autoridades, pero sin involucrarse más de la cuenta en el tema, algo que casi no suele hacer el Presidente.

¿CÓMO LLEGÓ A PEMEX?

Romero Deschamps fue durante 26 años un hombre clave en Pemex. Desde su posición como líder petrolero fue acusado de participar en los gobiernos priistas y panistas en supuestos desvíos de recursos para campañas, en el descuido en las operaciones que llevaron a la petrolera a producir cada vez menos, y en su última etapa de poderío apoyó reformas cuestionadas como la Energética,  cuya aprobación ha sido vinculada con el presunto pago de sobornos en la trama de Odebrecht en México.

El 16 de octubre de 2019 su polémica dirigencia al frente del gremio petrolero llegó a su fin, luego de que presentó su renuncia como dirigente del STPRM, cargo que ocupaba desde 1993. Ese sindicato cuenta con 93 mil 586 afiliados en activo y es el más importante dentro de Pemex y uno de los más poderosos en México y América Latina. El otro es el Sindicato Petroleros de México (Petromex), que obtuvo su registro apenas el 26 de marzo de 2019.

Romero Deschamps, contador público por la Escuela Bancaria y Comercial, llegó al STPRM en 1969 con el cargo de trabajador eventual en la refinería de Salamanca, en Guanajuato, hasta que su primo hermano, Víctor Deschamps, lo presentó con el entonces líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, quien lo incluyó en su equipo de trabajo, donde cumplía tareas de mensajería y de chofer.

Después se convirtió en secretario general de la sección 35. “Le agarramos confianza por ser de Tampico, y porque se mostraba muy apasionado de las ideas sindicales”, relató “La Quina” en una entrevista publicada en la revista Proceso en la que también lo acusó de traición.

“Siempre se mostró como el más servil de todos los secretarios generales, el que estaba más dispuesto a alabarme, a echarme porras, a apoyarme en todo, llegaba al grado de ser arrastrado, pero se enmascaró bien”, declaró el exdirigente petrolero a Proceso, en septiembre de 2002.

Joaquín Hernández Galicia fue detenido el 10 de enero de 1989 por el Ejército durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari por portación ilegal de armas. En 1997, recibió la amnistía de parte del Gobierno y fue liberado. Falleció el 11 de noviembre de 2013.

¿PROTEGIDO POR EXPRESIDENTES?

Romero Deschamps compaginó su vida sindical con la política. Fue secretario de Acción Política de la Dirección Juvenil del PRI en 1970 y un año más tarde fue comisionado nacional del STPRM. Ha sido dos veces Senador de la República (1994-2000 y 2012-2018) y tres veces Diputado federal (1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003). El exlíder petrolero logró incluso permanecer encumbrado en los 12 años que duraron los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN).

Desde 1993, cuando una votación a mano alzada lo convirtió en Secretario General, Romero Deschamps negoció cada dos años con 11 directores de Pemex. Siempre consiguiendo una serie de prestaciones que no tienen símil en ninguna empresa privada. Parte de ese conjunto de beneficios es la cláusula 77, que desde que estuvo como dirigente hasta la fecha jamás ha sido modificada.

La permanencia de esta cláusula indica que si las investigaciones en su contra prosperan y es detenido tendrá una defensa jurídica segura, de acuerdo con una investigación realizada por la periodista Linaloe R. Flores en SinEmbargo.

Esto se debe que al negociar el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) 2019-2021, en julio de 2019, el dirigente logró con el Gobierno de López Obrador la permanencia de la cláusula 77 que obliga a Petróleos Mexicanos a pagar los gastos de los abogados de cualquier trabajador aprehendido en cumplimiento de sus obligaciones.

Frida C.


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