Estudio Alerta que Falta de Camas y Sobrecupo en Hospitales Llevó a Tantos Muertos COVID en México

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• Durante el pasado repunte de los contagios se registraron múltiples casos en que pacientes graves de COVID-19 murieron por falta de atención médica.

Ciudad de México, 4 de febrero (RT).- La falta de camas de cuidados intensivos y el hacinamiento en los hospitales son algunas de las causas que explican los altos índices de mortandad en México durante la pandemia de COVID-19. Así lo señala un estudio reciente publicado en una revista científica y realizado por expertos mexicanos.

“El 45 por ciento de los pacientes que no sobrevivieron justificaron su ingreso en unidades de cuidados intensivos pero no recibieron atención con ventilación mecánica invasiva debido a la falta de disponibilidad de camas de cuidados intensivos”, afirma el estudio, publicado el miércoles en la revista Plos One.

Este problema se deriva, según los autores, del hacinamiento que se ha registrado en los hospitales mexicanos durante la crisis de la COVID-19.

“La tasa de mortalidad a lo largo del tiempo se debió principalmente a la disponibilidad de camas en la unidad de cuidados intensivos, lo que sugiere indirectamente que el hacinamiento fue uno de los principales factores que contribuyeron a la mortalidad hospitalaria”, señala el estudio.

La investigación fue realizada por un equipo de expertos mexicanos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, encabezado por Antonio Olivas-Martínez y José Luis Cárdenas-Fragoso, entre otros autores.

Demografía y características clínicas de los pacientes. Foto: Antonio Olivas-Martínez et. al, PLOS ONE

El estudio se realizó con datos disponibles hasta septiembre de 2020 en la zona del Valle de México, por lo que no incluye el repunte de fallecimientos registrado durante la temporada de invierno.

Los especialistas señalan que el riesgo de muerte intrahospitalaria fue significativamente mayor en hombres en comparación con mujeres, así como en pacientes obesos, diabéticos y con una saturación de oxígeno menor al 80 por ciento al momento de ingresar a hospitales.

ACCIONES INSUFICIENTES

Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de México puso como prioridad aumentar el número de camas de hospital de cuidados intensivos como parte de la estrategia para tratar de contener los efectos de la pandemia.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador y el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, el principal encargado de la pandemia en México, aseguraron que el objetivo de su administración era garantizar el acceso a camas de hospital.

En agosto pasado, el Gobierno mexicano informó que antes de la pandemia, el país contaba con apenas 2 mil 800 camas de terapia intensiva, mientras que ahora se cuenta con 12 mil camas para atender a los enfermos de COVID-19.

Sin embargo, durante el repunte de contagios y muertes en la temporada de invierno, se han registrado múltiples casos en que pacientes graves de COVID-19 han muerto por falta de acceso a servicios hospitalarios, tal como pasó recientemente con un hombre que falleció en la puerta de un hospital sin recibir atención médica en medio de la desesperación de sus familiares.

Los rezagos históricos del sistema de salud en México han sido una de las principales causas de mortandad asociadas a la pandemia, según reconocieron expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Salud Pública, en un informe reciente:

De este modo, la “subinversión crónica” en el sector salud, aunado a un aumento significativo de los casos de obesidad y diabetes durante las últimas tres décadas, figuran entre algunos de los principales motivos que explican por qué México es ya el tercer país del mundo con más muertes por COVID-19.

Hasta el momento, México acumula un total de 161 mil 240 defunciones confirmadas por COVID-19, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, que contemplan el número de fallecidos en hospitales.

Sin embargo, la cifra real de muertes es aún mayor, ya que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que de enero a agosto de 2020 existió un subregistro de 44 por ciento en el número de fallecidos, debido a que el informe diario de la Secretaría de Salud no registra a las personas con COVID-19 que mueren en sus casas.

Frida C.


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