Twitter y la Libertad de Expresión

NUEVA CEPA 01

Por Laura Castillo García

 

  • Es oficial: nos equivocamos todos los que creíamos que las redes sociales habían venido a romper con el yugo editorial de los grandes medios de comunicación que solo publican lo que ellos y sus poderosos aliados -generalmente multimillonarios- quieren publicar para que la opinión pública piense y actúe como ellos.

Los usuarios de Twitter, la red social que se autodefine como el espacio “donde compartimos en directo lo que sucede en todo el mundo en tiempo real”, oficialmente acaba de mostrar al mundo su capacidad de censurar las cuentas y las conversaciones que no convienen a los intereses del sistema dominante.

Todos los que hemos sido usuarios de Twitter, sabemos que de repente esa red social nos censura y cancela nuestras cuentas, temporal o definitivamente, porque no le gustan los mensajes que cuestionan o critican las políticas del presidente López Obrador o de algún otro político que no representa los intereses económicos y políticos de la multimillonaria empresa.

Las miles de cuentas censuradas y por supuesto suspendidas, temporal o definitivamente, por Twitter, pasan desapercibidas para los millones de usuarios de esa red social toda vez que son cuentas de personas normales, sin notoriedad pública.

La semana pasada, Twitter dio dos demostraciones de su absoluto control de las cuentas que alberga en su red social y, por tanto, a las que puede censurar y suspender a la hora que mejor le parezca o a la hora que le ordenen los grupos poderosos que están a la cabeza del imperialismo yanqui: la primera de esas demostraciones, tuvo lugar el miércoles 6 de enero con motivo de la irrupción que simpatizantes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hicieran al Capitolio -sede de las dos cámaras del Congreo de los Estados Unidos- justo en el momento en que se relizaba la votación de ratificación del triunfo del demócrata Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos. Durante todo el tiempo que duraron los acontecimientos, tanto las cadenas internacionales de noticias como las nacionales, condenaron la violencia provocada por Trump, porque hasta ese momento se negaba a reconocer el triunfo del demócrata. Bajo el argumento de que Trump “incitaba a la violencia”, Twitter suspendió temporalmente su cuenta.

Posteriormente, durante la media tarde del viernes 8 de enero, Twitter anunció la suspensión definitiva de la cuenta de Trump debido a que, dijo, existía riesgo de que Trump siguiera en su afán de «incitar a la violencia». Unas horas después, la cuenta oficial del gobierno de Trump denunció que la compañía no permitía la “libertad de expresión”. Como consecuencia, los tuits del mandatario fueron borrados minutos después y las acciones de Twitter cayeron un 3%. No obstante, no le importo mucho a la empresa pues con esa acción se congració con el nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, quien seguramente brindará todas las facilidades a las operaciones futuras de la red social que ha impulsado el propio imperialismo para que, al igual que las demás redes sociales, realice la conquista ideológica de las millones de mentes que han caído en ellas.

¿Que Twitter no permite la “incitación a la violencia”? Entonces, ¿por qué hace 10 años impulsó la violencia en contra de los gobernantes del norte de África: Egipto, Tunez y Libia y de Siria, Yemen, Líbano y Palestina situados en el Medio Oriente? Pero si Twitter se ufanaban de haber provocado la llamada Primavera árabe a través de miles y miles de cuentas de su red social. En efecto, con el pretexto de instaurar la democracia y la libertad de expresión en esos territorios, incitaron a la violencia con el objetivo de abrir mercado a los productos gringos que hasta ese momento estaban prohibidas por las culturas milenarias

Sí, Twitter incitó a la violencia a los inconformes del norte de África y del Medio Oriente porque así convenía a los intereses del imperialismo norteamericano, el cual siempre ha estado interesado en su petróleo y demás riquezas naturales, además de que también buscaba, y sigue buscando, conquistar ideológicamente a las razas que se le han resistido gracias a su cultura religiosa y valores.

Las redes sociales no están hechas para la educación y fomento de valores, relaciones amistosas y libertad de expresión, como dice la empresa. No, las redes sociales están hechas para impulsar los intereses de los poderosos imperialistas norteamericanos, a quienes les interesa comerle el coco a la gente, sobre todo a los jóvenes, de quienes se sabe que más de 54% de los mexicanos, de entre 10 y 19 años, pasan 12 horas en su celular, ¿leyendo libros o buscando información seria y productiva? No, desgraciadamente no, más bien pierden el tiempo pasando de una página a otra. Así, robándoles el cerebro a los jóvenes, los imperialistas nunca tendrán quien piense en manifestarse en contra de su cruel sistema económico que tiene en la miseria a millones de seres humanos.

Olvidémonos de que en las redes sociales podremos ejercer el derecho a la libertad de expresión simplemente porque tenemos un celular con ilimitado servicio de redes, como pregona la propaganda. Sin que sea una defensa a Donald Trump, con la suspensión de su cuenta de Twitter -que tenía 88 millones 783 mil 164 seguidores-, quedó suficientemente claro que los poderosos imperialistas pueden ordenar la cancelación de cuentas cuando así les convenga, incluida la del todavía presidente de los Estados Unidos, quien, por lo que se ve, ya no les sirve para nada.

*Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México

Frida C.


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